Hola me llamo Nicolás tengo 12 años ,tengo una hermana que se llama Fernanda, ella tiene 18 años, es de baja estatura, delgada, con pechos grandes y culo gordo.
Un día estaba en mi casa con mi familia, mi tío Paco había venido de visita, llego como a las 9 de la mañana y todos aún estábamos en pijama, desayunamos con el y más tarde mis papás fueron de compras, nos quemados mi Fernanda y yo con mi tío Paco en mi casa, el tío Paco siempre se ha caracterizado por cusco, morboso y pesado con las mujeres, pero en la familia nunca fue así con ninguna mujer y yo desde hace algunos meses había adquirido una fijación por los pechos y el trasero desde que una vez por accidente la ví desnuda.
Mis papás se fueron y yo Fernanda se disponía a bañarse
le tuve confianza a mi tío como para mostrarle como espiaba a Fernanda en el baño. Le pedí por favor que fuera nuestro secreto y él prometió recompensarme de alguna manera.
Esperamos un rato hasta que Fernanda entrara en el baño y tranco la puerta. Entonces le mostré como entre uno de los paneles de madera que compone la puerta y el marco se formaba una pequeña abertura a lo largo, que presionándola suavemente con la mano podía llegar hasta un centímetro o dos.
Mi tío Paco descubría que desde sus pies a su pelo, Fernanda tenia todo armoniosamente diseñado. Su culo completamente levantado, sus senos grandes , su justa medida, su pelo pelirrojo casi ondulado mojado sobre sus hombros, sus pezones y sus aureolas bastante grandes y oscuras, su cadera y quizás lo más sensual: su boca. Ya se estaba terminando de secar y era el momento justo para retirarnos con cuidado.

En un momento me pregunto si tenia el deseo de poseer a Fernanda. Y antes de que terminara su pregunta le conteste que por supuesto. Escuchamos a Fernanda salir del baño y mi tío me pidió que me quedara en el cuarto que se iba a despedir haciendo una guiñada.

Me la jugué, sospechaba algo. Apague rápidamente la luz de mi cuarto y la del pasillo. Me arrime sigilosamente hasta un punto desde donde pudiera observar el cuarto de mis padres sin ser visto. Unos 2 metros del mismo.

Mi tío de espaldas decía algo del calor, que no se sentía muy bien y que se iba a ir. Fernanda de frente, se le notaba muy nerviosa por la situación. Ella estaba cubierta por una toalla blanca que en la parte superior cubría la mitad de sus senos y abajo llegaba apenas debajo de su entrepierna. Lo que sucedía y no nos permitía sacar la mirada de allí, era que cuando acomodaba su toalla para evitar que sus pezones se salieran a la vista se le comenzaba a ver el pelo de su entrepierna y a su vez cuando bajaba un poco la toalla para evitar esto, se le escapaba uno o dos de sus pezones. Esta situación se repetía continuamente ya como un movimiento reflejo y había logrado endurecer y crecer sus pezones.

Mi tío se desprendió totalmente la camisa y hablaba agitado, quizás actuando un poco o quizás por el espectáculo que tenia enfrente. Fernnda hablaba bajo como para que yo no me enterara de lo que sucedía

Le proponía a mi tío que se diera una ducha, que a ella le había caído muy bien. La situación estaba en un circulo vicioso que se repetía continuamente. El físico de Fernanda, su pelo mojado, el bailoteo de la toalla, el movimiento de sus senos, la visión intermitente de los pezones y de su entrepierna, todo llevaba a crear un ambiente muy subido de tono.

A esta altura mi tío estaba sentado en la cama y se quitaba la camisa. Realmente se le veía sudoroso y como que le faltaba el aire. El sabia que yo estaba ahí, quizás me vio. Me vuelve a hacer un guiño y confirmo la sospecha. Yo estaba solo con mis bóxer y muy nervioso por saber que en cualquier momento podía ser visto por Fernanda.
Ella miraba muy atentamente los movimientos de mi tio y sobre todo el tamaño impresionante que demostraba la elevación de su pantalón. Creo que esto junto con el roce de la toalla en sus pezones y el nerviosismo de la situación la estaban poniendo un poco caliente. hasta un momento que este comenzó a derivar el asunto sobre lo linda de las piernas que ella tenia y con esto logra que Fernanda se callara y empezara a girar su cabeza muy nerviosa. Luego comienza a hablar acerca de sus senos, que nunca se hubiera imaginado que fueran tan lindos. Luego sobre la suerte de mi papá de tener tremenda mujer en la casa.
Fernanda ‎logra cortar esa situación diciendo que mejor que sé de una ducha fría y gira hacia el placard para buscar una toalla, al mismo momento que mi tíoo se para y se quita rápidamente sus pantalones y queda solo con su ropa interior. En un instante Fernanda avanza hacia él para entregarle la toalla. El toma la toalla que le da pero también toma la que tenia puesta mi madre sacándosela bruscamente.
Fernanda quedo petrificada con los brazos estirados esperando que le devolviera su única cobertura. Totalmente desnuda e impresionantemente atractiva.

Mi tío retrocedía fuera de su alcance y tiraba ambas toallas lejos de donde estaban. Una imagen que no se borra de mi mente, verla así suplicándole a su tio que se le devolviera "POR FAVOR" la toalla. Su mente se trabo y no atinaba a nada, su única salida parecía ser esa toalla.

Mi tío aprovecha ese momento para con un empujón acostarla sobre la cama y al mismo tiempo sacarse su bóxer para dejar ver su pija en todo su esplendor. Tiesa, gruesa, oscura, algo que no parecía pertenecer a ese cuerpo avejentado.
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‎Ver aquellas manos enormes, oscuras y arrugadas manoseando la piel blanca, joven y hermosa de Fernanda me produjo una sensación indescriptible. Involuntariamente me iba acercando a la puerta para poder mejorar mi visión. Mi tío arrodillado en la cama con una rodilla a cada lado de las caderas seguía masajeando los pechos, mientras su pija apuntaba firme y desafiante al sexo de Fernanda. Los acariciaba, los masajeaba, los pellizcaba y hasta le pegaba en ellos de vez en cuando.
Me acerqué mas, mi tio Me sintió llegar y me miro. coloco su pija en la boca de Fernanda, que sumamente caliente comenzó a lamer y chupar.
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‎Mi tío me hace señas de que entre y siga su tarea en donde la había dejado. Con sus gestos logre interpretar a donde quería llegar. Junte coraje, entre, me agache y comencé a lamer. Lo toque, mire con atención, metía mis dedos, jugaba con aquel nuevo juguete como un chiquillo.
‎Mis primeras sensaciones eran muy especiales, nunca había hecho algo así, Nunca había sentido que una mujer respondiera a mis caricias sexuales. Experimentaba con mi lengua, con mis dedos. Tenia muchas sensaciones que no sabia exactamente que eran, pero mi juventud me arrebato mi cabeza. Me saque el bóxer, me ubique arrodillado en posición pero estaba ubicado muy abajo.
Estaba dispuesto a penetrar a mi madre. Me pare y así pude poner mi pija en la concha caliente y mojada de Fernanda. Mi tío seguía gozando en la boca de Fernanda. Entonces me las ingenie y pude penetrarla. Sentí como se deslizaba dentro de ese lugar totalmente mojado y tibio. Una, dos, tres, cuatro y explote dentro de ella. Goce muchísimo y me asuste. Sentí vibrar los músculos de su sexo. Pensé que eso podía ser un orgasmo. La saque rápidamente, vi como salía un liquido blanco y corrí al baño. Había eyaculado por primera vez. Era tanta la excitación que en ningún momento perdí la rigidez de mi pija. Volví del baño y preferí observar de la puerta. Mi tío estaba penetrándola con ese tremendo pedazo de cañón. Fernanda gemía y se movía en la cama gozando descaradamente. La edad hizo que estuviera muchísimo tiempo entrando y saliendo, parecía que nunca iba a acabar. Fernanda gozaba continuamente, calculo que nunca había tenido una pija tan grande, tanto tiempo adentro. Mi tío sudaba y sus manos la manoseaban por todos lados. Luego con uno de sus dedos penetro el ano de Fernanda y en ese momento pareció acabarse.
Sacó su verga de la concha de Fernanda y eyaculó es sus tetas blancas y grandes.