Hay veces en la vida en la cual lo mejor es dejar de lado los convencionalismos, las ideas estupidas que nos introduce la Iglesia, de que el placer es obsceno, que hacer el amor es pecado y un monton de tonterias que nos nos dejan gozar con lo unico que que es verdaderamente nuestro: el cuerpo.
Hasta hace poco yo pensaba que era una pecaminosa por tener a cada rato deliciosos pensamientos carnales, pero deje de hacerlo cuando Javier llegó a mi vida...
Mi nombre es Noelia, tengo 18 años y voy a la Universidad, Javier tiene 25 y es Ingeniero. hechas ya las presentaciones les contare lo que me sucedio...
Javier es un chico muy católico y creyente lo cual me molestaba un poco, por no compartir sus ideas religiosas, el siempre me contaba de lo mucho que admiraba al Papa, que habia querido ser cura cuando era mas joven ... cosas que a mi cargaban. Cuando el hablaba yo solo miraba sus ojos amarillos, sus manos blancas y fuertes, su metro 90 e imaginaba lo rico que seria que con sus fuertes brazos me apretara... No es que sea una caliente pero ese chico me tiene asi, es que embruja, me atrapa con su inocencia y candor, a pesar de que tiene ya 25 años y es un hombre hecho y derecho.
Cuando me besa siento una sensacion desesperada que me sube desde el vientre y se expande por todo mi cuerpo, acalorandome de una forma que no me explico, siempre despues de nuestras citas descubro lo mojada que quedo, siempre trato de que nuestros besos tengan lengua pero el me rechaza suavemente o tal vez no sabe hacerlo.
Solo quiero que me haga suya, que recorra lentamente con sus labios y me acaricie entera, quiero sentir su pene contra mi, que me frote y me quite la ropaa zarpazos, quiero lamerlo, que me penetre y conocer lo que es un orgasmo, caliente, rico y espeso, pero se que son solo imaginaciones, que son solo fantasias...
Pero si me funciona, les contare todo, con lujo de detalles, ya que no puedo quedarme son mi placer, ¿o no?
El asunto es que sacaré sus ideas religiosas de su cabeza, haré que se abandone al placer conmigo y no me quedare con las ganas, lo juro...