Era un día como cualquier otro en el que la agenda de trabajo ya estaba armada y no teníamos tiempo libre, sin embargo mi esposo quería que probáramos algo diferente y días antes había puesto un anuncio en busca de un hombre que le gustara dar sexo oral a una mujer menstruando y que sólo se le iba a masturbar. Mi esposo decidió no decirme nada hasta tener al menos a un hombre dispuesto a hacerlo, así que ese día en el que me había resignado a tener que trabajar hasta tarde, tuve un grata sorpresa.

Después de trabajar un rato nos dirigimos a comer y fue ahí donde me dijo que ya tenía a alguien dispuesto a darme sexo oral a pesar de que estuviera en mis días. No pude evitar la sorpresa y la duda de que si en verdad se iba a atrever, pero eso no evito que me llamaba mucho la atención y me excitaba la idea de coger un rato con mi esposo y un extraño a tener que seguir trabajando esa tarde.

En lo que nos dirigimos de regreso al trabajo mi esposo contacto al hombre que le había mandando sus datos, yo pensaba que se iba a echar para atrás o que iba a decir que sí pero nunca iba a llegar al lugar pero decidí mejor esperar y ver cómo se daban las cosas, tal vez, después de todo, podría llegar e iba a tener una tarde muy rica con dos vergas para mi solita.

El elegido resultó ser un año menor que yo y, para mi sorpresa, aceptó vernos en 30 minutos cerca de donde estábamos. Sin dudarlo mucho decidimos que en lugar de trabajar el resto de la tarde íbamos a tener una tarde de sexo en la que iba a probar algo que nunca había hecho, dejar que un hombre me diera sexo oral mientras menstruaba.

Lo que se suponía iban a ser 30 minutos resultó una espera de casi una hora, estaba casi segura de que no iba a llegar y nos íbamos a quedar sin una tarde de sexo. Sin embargo, no pude estar más equivocada. Justo cuando perdía las esperanzas, llegó.

El elegido era delgado, moreno y agradable. Sólo esperaba que tuviera una rica verga para poder disfrutarla. Es difícil que igualen la verga de mi esposo, bastante gruesa, lo suficiente para que después de varios años todavía no me acostumbre a meterla toda a mi boquita.

En el transcurso al hotel mi esposo me saco una teta para que nuestro tercer participante se diera cuenta de que no era ninguna broma y también estuviera seguro de que nadie me estaba forzando a hacerlo. Yo me limité a sonreír, a pesar de que me encanta todo este tipo de experiencias no puedo evitar ponerme roja y ser tímida, así que me limité a sonreír y disfrutar del momento.

El joven no disimuló para nada su sorpresa al ver mi teta fuera de mi ropa y mucho más cuando yo no puse ningún pero y al contrario, me dedique a acariciar la verga de mi amo por encima del pantalón.

El transcurso fue corto al hotel, para cuando subimos a la habitación pase a arreglarme un poco al baño y nuestro acompañante bajó a comprar condones; creo que no fue hasta que estábamos ahí que en verdad creyó lo que estaba pasando.

Me quite toda la ropa y me metí a la cama, justo en medio para que tuviera de un lado a mi esposo y del otro a un extraño listo para cogerme. Fue una agradable sorpresa ver el miembro de nuestro acompañante, era una verga de muy buen grosor y tamaño. En ese momento lo único que quería era meterme las dos vergas a la boca y saborearlas, pero la timidez me gana y me dedique a acariciar a ambos y a besarlos.

Mi esposo trata de que yo sea la que lleve la situación pero aún me da pena así que tiene que empujarme tantito, no fue hasta que me dijo qué más quería hacer que me voltee y me puse la boca del extraño en mi boca. Su sabor era agradable, era limpio y aunque su tamaño no iguala la verga de mi amo, estaba muy rica y la estaba disfrutando completamente.

Sin esperar mi amo se puso detrás y me penetró, una de las cosas que más me gusta es que me estén cogiendo de perrito mientras tengo una verga en mi boca. Mi amo me la metía completamente y me embestía cada vez con más fuerza lo que hacía que tuviera varios orgasmos continuos además me encantaba que cuando paraba de mamar para respirar mejor, no se esperaba y buscaba mi boquita para que lo siguiera mamando.

Mi esposo le dijo que se pusiera un condón porque quería que yo lo montará mientras nos tomaba fotos. Rápidamente el tercero se puso un condón y se tumbó boca arriba en la cama, yo me coloqué encima y metí toda su verga dentro de mi vagina. Empecé a moverme hacia enfrente y atrás, disfrutando de su verga dentro de mí, apresure el movimiento mientras se contraían mis músculos vaginales al tener el orgasmo. En ese momento mi esposo dejó la cámara y se puso detrás de mi listo para romperme el culito y hacerme una doble.

Puso su verga en mi culito y presionó fuertemente para abrirse camino, sin mucho esfuerzo, debido a lo excitada que estaba, mi culito se abrió dejando entrar a la verga gruesa de mi amo. Fue en ese momento que no pude contener otro orgasmo al sentir dos vergas de muy buen tamaño dentro de mi. Es fascinante sentir como me cogen por mi vagina y por mi culo al mismo tiempo y sentir como mi culito se va abriendo con cada embestida de mi esposo.

El acompañante cambió de lugar y mi esposo me penetró por mi vagina mientras que el otro me la metía por el culo. Mi amo estaba muy excitado y sabe que me encanta me llene de su semen, así que después de un rato de esa posición me llenó de su leche mi vagina, lo que hizo tuviera otro rico orgasmo. Eso no detuvo un segundo a nuestro acompañante, y siguió cogiéndome por el culo duro y rápido.

Mi amo me besaba las tetas mientras él otro me metía la verga hasta adentro y con cada embestida hacía que me mojara más y tuviera más orgasmos hasta que yo no pudo contenerse y se vino.

Después de un pequeño descanso, empezaron a acariciar mis tetas y mi vagina, y aquello por lo cual contactamos a un tercer participante se cumplió. Mi amo le pidió que me diera sexo oral y lo hizo, mientras mi amo colocaba su verga en mi boquita. Si hay algo que me fascina hacer es mamar a mi amo y tener a otro chupando y lamiendo mi clítoris y vagina me estaba volviendo loca de placer.

Para ese momento la cuenta de cuántos orgasmos había tenido era caso perdido, el placer que estaba recibiendo de dos hombres, uno que conoce mi cuerpo a la perfección y de otro que para mi sorpresa estaba haciendo un trabajo muy bueno en darme placer y disfrutar de mi cuerpo.

Después de un rato de mamarme, nuestro acompañante se puso condón y me penetró mientras yo seguía mamando a mi amo, lo único que recuerdo es el sabor de la verga de mi amo, mi lengua recorriendo su verga dura y delicioso mientras me embestían una y otra vez llevándome a una serie de orgasmos interminables.

Mi esposo gusta de complacerme y sabe que me encanta me llenen las tetas de semen así que le pidió que cuando estuviera a punto de terminar se viniera en mis tetas, lo cual me encantó y sólo de escucharlo me excite muchísimo. Cuando estuvo a punto de terminar sacó su verga y se quitó el condón para rápidamente colocarse a mi lado para que lo siguiera masturbando mientras mi esposo tomaba su lugar y me cogía a su manera.

Después de un ratito se vino y mis tetas quedaron ricamente bañadas en semen, sin que mi esposo se detuviera un minuto. Mi amo seguía cogiéndome de la manera que me encanta hasta que volvió a llenarme de su leche, me encanta que me deje escurriendo de él y sentir como escurre, como explota dentro de mi y ver cómo se relaja al terminar.

La despedida fue rápida y muy amistosa, nuestro acompañante dejó el cuarto y nos quedamos solos. Estuvimos un rato abrazados, besándonos y disfrutando de nuestro tiempo juntos como pareja. Le pedí que me besara la espalda, sabiendo que eso lo excita porque le gusta morderme y pego mis nalgas a él haciendo que se ponga duro.

Me puso boca abajo y me penetró por mi vagina, cogiéndome a su ritmo y su modo, mientras disfrutaba de sentirlo dentro, de sentir como se mueve en círculos o cuando la mete fuerte y rápido. Tuve más orgasmos sólo en ese ratito de sentir la verga de mi amo dentro, de sentir como me coge, como disfruta de mi vagina, de mis gritos y de mi placer. Para terminar, me llenó una tercera vez de su semen para quedarnos un ratito recostados, darnos un baño y dejar el hotel con una excelente experiencia con un extraño.

No buscamos hombres solos, no nos interesan sabemos donde encontrarles cuando queremos, estamos en busca de una chica bien del df que pueda contactar con nosotros. Por cuestiones laborales solo podemos contactar entre semana y no los fines y no de noche, sólo por la mañana y tarde. Chicas bi no duden en contactarnos la pasaran en grande.