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Categoría: Maduras

Fantasear con una madura

Hola amigos de todorelatos mi nombre es Herman le escribo de argentina (prov. De buenos aires-lanus) la historia que voy a contarles me ocurrió hace pocos meses, en ese tiempo yo viva con mis padres en una casa grande, y tenia 20 años(ahora tengo 21), mi vida era tranquila y despreocupada, como la de cualquier joven de esa edad, primero le cuento como soy de pelo corto castaño claro lacio mido 1,75 ojos color miel, así empieza esta historia:



Durante la etapa que vivimos en aquella casa, muchos fueron los vecinos que tuvimos, unos iban y otros llegaban. Fue en esa rutina de ganar y perder vecinos cuando con poco tiempo en la casa de lado estaba desocupada, llego una mujer con sus dos hijas llamada Mónica, ella iba a ser por algún tiempo nuestra nueva vecina. La verdad mi madre nunca creo una gran amistad con Olga, pero sin embargo tampoco puedo decir que no se desarrollo una verdadera relación de buenas vecinas, siempre que se daba la ocasión mi madre y Olga se prestaban las cosas o se colaboraban en lo que podían.



Por su parte debo decirles que Mónica era una mujer que no pasaba desapercibida gracias a sus dotes físicos, era una mujer blanca de unos 40 a 45 años. Rubia con cabello totalmente liso que le llegaba un poco por encima de los hombros, debía medir unos 1,70 aprox. Tenia un tremendo cuerpazo del cual lo que más llamaba la atención era un tremendo culo bien voluptuoso y con las tremendas nalgas escandalosamente paradas, unas tetas pequeñas que debían caber cómodamente en la boca del que se las estuviera chupando, unas tremendas piernas que les correspondían a ese hermoso culazo, un abdomen que si bien no era el de una quinceañera, para nada demostraba que ya había tenido dos hijas, y una cara hermosa que sin llegar a demostrar ningún rasgo de vulgaridad daba para notar que Mónica, en la cama sabia tratar perfectamente a un macho.



En general Mónica, era una mujer sumamente voluptuosa pero sin perder su femineidad. Por todo lo anterior ella al poco tiempo se convirtió en una especie de obsesión sexual para mí. En esa edad los jóvenes siempre comentan entre ellos las mujeres con las que quisieran tener relaciones, y en mis conversaciones Mónica, siempre salía a flote como mi más pura fantasía. Ella era una mujer que estaba divorciada de su marido pero gracias a su atractivo físico nunca permanecía sola. Siempre se le conocían diferentes maridos que según mi madre todos eran hombres casados. Que seguramente además de compañía masculina debían ofrecer para Mónica, ayuda económica a cambio de tener a esa tremenda hembra como amante temporal.



En una ocasión durante mis vacaciones de mitad de año Mónica, mando a sus dos hijas a donde unos familiares por lo que se quedo solamente con la sirvienta y con su marido de ocasión, yo me quede en mi casa por que siempre acostumbraba a viajar a final de año en compañía de mis padres.fue un día de mis vacaciones que mi madre me pidió el favor que le llevar Mónica, durante el transcurso de la mañana el secador de cabello, ya que el de ella estaba dañado y lo estaba necesitando por que esa noche tenia un compromiso importante. Mónica, trabajaba como secretaria por lo que la que debía estar en su departamento era su sirvienta, por esas cosas de ser un joven medio descuidado olvide el encargo de mi mama, y solo me acorde al final de la tarde. Temiendo una reprimenda de mi madre salí casi corriendo con el secador para el departamento de Mónica, toque el timbre y espere distraídamente ver aparecer la sirvienta. Como seria grande mi sorpresa cuando la que me abrió la puerta fue la propia Mónica, pero además de esto, lo que verdaderamente me dejo atónito fue la forma como ella estaba vestida y el estado en el que la encontré: en la parte superior de su Mónica, solo tenia un brasier negro de finos encajes que permitían apreciar totalmente sus pequeñas tetas, y en la parte de abajo del cuerpo tenia una pollera que aunque de tono oscuro era bastante clara por lo que también se podía apreciar una diminuta tanga que por la parte de adelante solo tapaba escasamente su raja y por la parte de atrás era un pedacito de tela tan diminuto que en vano trataba de cubrir la parte central de su tremendo y parado culo. Yo quede sencillamente alucinado.



Pero además de su atuendo Mónica, estaba llorando. Para mí fue una mezcla de excitación y curiosidad.-¡ hay nene!.(Así me decía algunas veces por cariño... sobre todo cuando le llevaba las cosas que mi madre le prestaba). Eres tu... pensaba que era Carlos-(su marido de esa época). –Entra por favor – entre al departamento que por los varios servicios domésticos que allí había prestado ya conocía de memoria. -¿qué té pasa Mónica, ?...tienes algún problema en el que yo te pueda ayudar?.-no nene lo que paso es que esta noche yo pensaba celebrar un ascenso en mi trabajo con su respectivo aumento de sueldo, pero me llamaron hace poco diciendo que por recorte de personal había sido despedida-dijo mientras rompía a llorar nuevamente. Sin ningún tipo de malicia y más por un acto de demostrar mi solidaridad tome a Mónica, y la abrace nunca había tenido una demostración de afecto con ella mucho menos un abrazo sin embargo como lo hice fuertemente su concha quedo en contacto con mi verga y pude sentir perfectamente su raja... inmediatamente mi pija se puso erecta y ella obviamente sintió el cambio lo que pareció traerla a la realidad de su provocador atuendo.



-nene disculpa esta facha tan ligera pero es que mi marido me llamo diciendo que venia ahora para acá –inmediatamente Mónica, dijo esto, sonó el teléfono ella me dijo que esperara un poco mientras lo fue a contestar. La observe maravillado desfilar hasta la mesa del teléfono. y como su cuerpo quedaba a tras luz pude observar con lujo de detalles ese tremendo cuerpazo yo estaba totalmente excitado mi verga quería romper mi pantalón



-¡ese pendejo!-dijo colgando el teléfono con fuerza –cuando más lo necesito nunca esta, pero para venir a comerme todas las noches ahí si esta listo, y para completar le di el resto del día libre a la sirvienta y solo viene mañana, la verdad en un momento así no me gusta estar sola-yo la escuchaba totalmente hipnotizado sentía la sangre hirviendo en mi cabeza, para un joven como yo que aun no estaba acostumbrado a una compañía de una mujer madura, eso era mas de lo que podía aguantar no era dueño de mi, como Mónica, seguía llorando la tome del brazo y la conduje hasta su propio cuarto allí estaba la cama totalmente arreglada como esperando los protagonistas de una de esas películas pornos que tantas veces había visto sin que mis padres supieran. No se como lo hice pero la senté en la cama y al principio lentamente con algo de disimulo, pero después con mas fuerza y descaro empece a acariciarla con mis manos primero la cabeza, posteriormente la espalda, y después los tremendos muslos y por ultimo totalmente fuera de mí las tetas y la concha, Mónica, no dijo nada cerro los ojos y echo la cabeza hacia atrás como si estuviera en un trance –ven Mónica, te voy a hacer algo para que te sientas mejor-le dije loco de deseo.



Con mis manos le abrí los muslos y sin piedad le subí la pollera hasta la cintura ella no solo no se resistió, si no que además facilito la maniobra suspendiendo un poco el cuerpo para que pudiera levantarle la pollera hasta donde yo lo deseaba, pude ver perfectamente su tanguita negra de encajes cubriéndole escasamente los labios de su choncha le acaricie con deseo indescriptible su vagina y posteriormente con mis dedos índice y medio aparte su tanguita para dejar descubierta su raja tenia la concha totalmente depilada podía ver con total claridad sus labios gruesos y abultados que cubrían totalmente su clítoris, le abrí los labios y observe los pliegues de su sexo rojos y totalmente lubricados a la ves que un olor especial e indescriptible proveniente de su choncha llego a mi olfato sentí una total excitación y comencé a lamerle el clítoris con mi lengua.-¡hay nene que me estas haciendo ¡,quien te enseño eso?- me dijo mientras comenzó a menear las caderas y apretar las sabanas con las manos-¡hayyy... hayyyy! que rico!-, -cometelá nene, cómetela toda, bébete el juguito de esta concha rica – Mónica, me cariciaba la cabeza y se dejo caer en la cama con las piernas fuera del colchón, mientras que yo arrodillado entre sus muslos le lamía con furia cada centímetro de su rica raja, al poco tiempo ella comienza a moverse bruscamente...



-¡HAYYY NENE ME VOY A VENIR. ME VOY A VENIR!-grito desesperadamente, sentí como la lubricación de su concha y el olor aumentaba mientras Mónica, solo gemía una y otra vez. mientras yo le lamía el sexo a Mónica, con una mano me había desabrochado el pantalón y me masturbaba, cuando Mónica, acabo yo me incorpore y le agarre una mano llevándosela hacia mi verga que estaba roja e hinchada por la excitación ella me miro con picardía -ven nene te voy a hacer algo para que también te sientas mejor-, escupió saliva en la palma de una de sus manos y después me agarro la verga masturbándomela y posteriormente me la comenzó a chupar se la tragaba y la botaba toda y hay que ver que yo tengo la pija un poco larga y gruesa, Mónica, me chupaba con ganas y yo le empujaba el pene con fuerza se la saco de la boca y me dijo:



-siento que se me va a ir por la garganta-. después comenzó a lamerme los huevos y después otra ves la verga, especialmente el glande



-¡hay Mónica, siento que yo también me voy a venir ¡-al decirle esto comenzó a chuparme con mayor rapidez, yo simplemente no estaba dando crédito a todo lo que estaba viviendo. Cuando eyacule ella se saco rápidamente mi pene de su boca y echo la leche en sus tetas.nos abrazamos y nos besamos. Inmediatamente ella sintió mi pene erecto de nuevo y me dijo: -esa es la diferencia entre un muchacho joven como tu y un hombre cincuentón como Carlos mi marido, después del primer polvo a el se le muere y tengo que chupársela y masturbársela bastante y dejar que me haga todo tipo de maldades para que se le pare y podamos echar el segundo polvo, y así son todos los hombres maduros... en cambio tu no has acabado de eyacular cuando ya la tienes parada otra vez. Tome a Mónica, la termine de desnudar y yo también me quite la ropa.-ven – me dijo.- quiero que me culees sentada en el tocador – me senté de frente al tocador y ella se sentó encima de mi. Mi verga entro con facilidad por su raja arancandole un pequeño gemido, Mónica, se sentaba y se paraba sobre mi permitiendo que mi verga le entrara y se le saliera una y otra vez como si tuviera resortes en las piernas.-¡hayy, hayy,... que pija tan rica!, hay nene cómeme, cómeme, la conchita se me va a partir del placer, hayyy me voy a venir otra vez!-yo me vine con ella mi leche baño su concha y después nos dejamos caer exhaustos en su cama.



Después de esto Mónica, y yo como era de esperar decidimos mantener ese encuentro casual en secreto y si se daba la oportunidad volver a repetirlo. Sin embargo esa oportunidad nunca llego y al poco tiempo Olga se marcho con sus dos hijas dejándome con una de las mejores experiencias.



 


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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