Ando de vidajena en la tarde de hoy por el Mall donde siempre voy yo. Inocentemente entro cómo visito un almacén de ropa de marca famosisima y conocidisima hoy día; qué tiro mis ojos directamente hacia dos faldas cuerina negras tanto larga cómo corta; mé da la bienvenida una vendedora muy amable, simpatica, hermosa, primorosa, fabulosa, fascinante, entre muchas otras cosas a mi haber.

Yo le pregunto la primera es para trabajar entonces la vendedora me informa sí por supuesto, la tomo del perchero en que le habla qué talla es usted me dice soy chica en que se la sobrepone al mostrarme directamente por la estatura donde le quedaría la misma falda a ella; bueno haciendome el interesado le pidó si fuese tan amable de probarselas, en qué sé que las vendedoras tienen prohibido rotundamente probarse la ropa. La vendedora no se molesta, ni se incomoda, ni se perturba en qué va a buscar detrás del mostrador a su compañera que también es de la misma talla y estatura que ella, en que tomo la otra falda larga tipo cvremallera con botones én qué la vendedora amablemente accede a llevarsela para que también se la ponga como pruebe para mí toma unos zapatos para ponerselo y mostrarmelo cómo le va otros colores.

No trascurre más del momento en que sale la vendedora con la falda corta en que me acerco y camino hacia ella, observando por mis propios ojos que le queda de pelicula en que esculpe no mucho ni marca mucho el culo en que me pongo por detrás al tocarle el muslo como el mismo culo donde ella manteniendo la sonrisa se aparta un poco de mí que me dice no me toque en que se ve estupenda como divina hasta espectacular de ahí sensacional puesta la falda corta de cuerina negra.

Entrando al probador ahora para ponerse la falda larga de cremallera con botones a la cintura en que tampoco se tarde ni un momento en que me la luce al verse diferente en que no la entalla ni la ciñe tanto ni tampoco la ajusta a la propia vendedora. En que le echo una mirada por detrás en que tampoco le marca el culo ni el muslo; en que le pido que se siente y cruce las piernas viendose excitadisima y buenisima ante mis ojos, finalmente tenemos de pie le pido que se agache no marca para nada los contornos de sus muslos y se le ve levemente las nalgas y el gluteo en que le agradezco en persona como en vivo y a todo color a la vendedora por su ayuda antes de entrar al probador me disculpo con ella por tocarla y ser algo atrevido ante sus propias narices me dice no se preocupe buen hombre yo entiendo que soy una belleza de mujer que cualquiera tiene el atrevimiento de hacermelo al sonreirse siempre al marcharme yo del mismo almacén.