El amigo que anda de paseo entra a un almacén de venta de ropa tanto de hombre como de mujer, mira hacia un mueble unas faldas campanas con cinturones incorporados, acercándose al mirarlas más de cerca las ve de cuatro colores que son negro, verde espinaca, chocolate claro finalizando guineo. Las agarra al sacarla del perchero buscando la talla 5-6 o Small que viste y usa Brooke, entran al instante como recreando hasta imaginando fértilmente en que está en persona como en vivo y a todo color Brooke modelándola incluso probándola también puesta, sonriéndole parada con las botas negras cruzadas una delante de la otra y apoyada propiamente de un brazo en el mismo mueble con una mano puesta en su cadera que se pasa acariciándoselo como tocándoselo igualmente rozándoselo propiamente con mucho deseo hasta mucho deleite especialmente mucha atracción sobretodo mucha fascinación adicionalmente muy coqueta efectivamente zaceada finalizando le tira muchos besos constantes y continuos a más no poder a manos llenas y a pedir de boca hacia el rostro de su amigo, quién vive y es espectador caliente como candente hasta ardiente además hambriento por la figura de la silueta y del perfil que está asumiendo ahorita con la falda de campana. Acercándosele al pegársele de un lado en que la rodea con las mano traviesas, sinvergüenzas, lisas, depravada, erótico, lujurioso, morboso, emocionado asimismo deleitado en que le habla al oído bajito que solo puede escuchar Brooke, le dice estás muy buena, muy deliciosa, muy sabrosa, muy rica, muy colosal, muy poderosa, muy revolucionaria, muy incitada, muy arrecha. Por detrás le entra a follarle la pinga erecta como gigantesca hasta enorme como dura por toda la parte de atrás de la misma falda de campana en una de las nalgas de Brooke quién gime igualmente jadea con tal fuerzas, ganas, ánimos, excitada, sexy, apasionada, consentida, vigorosa finalizando la tiene como la tiene exaltada a tutiplén por doquier de muchos placeres desbordantes como desencadenados hasta desatándosele como fuera pólvora encendida para disparar un cañón que la tiene retorciéndose como inundada de muchos clímax y orgasmos por todos los reverendísimos coños por todo su natural y divino cuerpo de mujer madura a cuerpo de reina.

Por bulla que entra desde la calle y estacionamiento despierta así vuelve a su realidad cotidiana y monótona el amigo al partir del almacén de ropa de hombre como de mujer esa tarde de jueves que anda de paseo y disfrutando de la tarde de sol como fresco por brisas acontecidos por lluvia caída en la madrugada de ese jueves.