Todos los sucesos de los relatos suceden dentro del mismo universo ficticio.
Mi nombre es Fabiola, tengo 32 años soy una mujer de baja estatura, tetona, nalgona y con piernas carnosas.
Mi mamá se llama Raquel, tiene 50 años y a pesar de su edad tiene aun un cuerpo que cualquier hombre quisiera poseer, es una mujer tetona, nalgona y de piernas carnosas igual que yo.
Ya había pasado una semana desde que mi tío Andrés me había violado, yo no sé lo dije a nadie por temor a que creyeran que yo me le insinúe.
Mi mamá y yo fuimos a hacer algunas compras al mercado, ese día yo traía puesto un pantalón de mezclilla entallado y una blusa roja con escote pronunciado, mi mamá traía puesto un short negro pegadito y una blusa blanca de tirantes.
Regresamos a la casa y estábamos preparando la comida, cuando de pronto entró mi tío Andrés, al vernos dijo "ahora si me llevé a las dos culonas" entró y cerró la puerta de la casa, nos agarró a mi mamá y a mi del cabello y nos llevó a nuestra habitación (dormimos juntas) ahí nos incó y me dijo "lamele las tetas a tu mamá" sin más remedio lo hice, luego nos dijo a ambas "abran la boca vacas tetonas" la abrimos y nos metía su pene en nuestras bocas, primero a la mía y luego a la de mi mamá, comenzó a tocarnos las tetas mientras mi mamá tenías su pene en su boca y yo sus testículos en mi boca.
Después de chuparsela y que el nos manoseada por media hora nos volteo y me bajo a mi mi pantalón y a mi mamá su short, después comenzó a olfatear nuestros culos, luego comenzó a besarnos las nalgas y me metió su pene en mi culo, lo estaba haciendo tan rápido que de alguna manera mi culo no aguantó y soltó un pedo, yo creia que eso lo iba a desanimar y nos dejaría en paz, pero al parecer lo exitó más lo cual provocó que me cojiera más fuerte por el culo, despues de un rato sacó su verga de mi ano y comenzó a cojerse a mi mamá yo estaba recostada a un lado de ella viendo como se la cojian y ella sólo mordía el colchón mientras lloraba, luego mi tío Andrés se acostó en nuestra cama y nos obligó a hacerle una rusa entre mi mamá y yo, ahí estábamos las dos indefensas con su verga entre nuestras tetas, después me obligó a marturbarle el pene con mi mano mientras besaba a mi mamá y le tocabas sus tetas, el roció toda su leche sobre mi y obligó a mi mamá a que la chupara de mis tetas, después se vistió y se fue.
No quisimos decir nada porque sabíamos que nadie nos creería y que dirían que nosotros no insinuamos a el, así que nunca dijimos nada.