Teníamos casi seis meses de tener relaciones sexuales con María José, ya lo disfrutaba al máximo pues ya no tenía problemas de dolor ni ardor, se había acostumbrado su vagina a mis 8 pulgadas, y era una máquina para producirse orgasmos. Un día sábado fuí a visitarla a su casa de la Antigua Guatemala,a sabiendas que sus padres regresarían el lunes por la noche. Tenía visitas, estaban sus amigas con las que veía películas porno, y como recordarán en mi relato "La primera vez de María José", siendo virgen me pegó una estupenda mamada, de tanto ver las películas había aprendido muy bién y no digamos sus amigas, Fabiola y Jéssica. Ese día mientras veíamos la película estaban ellas sentadas sobre la alfombra y María José y yo, en el sofá atrás de ellas, en escena estaba un negro con una tremenda polla, y ellas comentaban que era grandísima, a todo esto María José había sacado mi pene y lo estaba mamando, por lo que al salir ese tipo ella les dijo: ésta que yo estoy mamando es igual o más grande que esa, si la quieren probar se las presto. Ellas estaban asombradas de ver mi pene, era obvio que nunca habían mamado una, por lo que Jéssica la chica de 14 años, la tomo por el tronco, y empezó a lamer la cabeza, luego me chupó los testículos, y el tronco, para meterse la cabeza y parte de este en la boca, sentí lo tibio de su boca y de su lengua, era estupendo, así estuvo por unos minutos, luego fué fabiola, que mamada tan rica la que me estaban dando las dos, empezé a convulsionar y les dije que ya me iba, el primer chorro lo recibió en su boca Jéssica, luego recibió semen Fabiola y María José termino de sacarme la hasta la última gota. Poco después María José les dijo que nos íbamos a la habitación porque estaba ansiosa de que le metiera mi verga al fondo, y que no las invitaba ya que eran vírgenes y que mejor se masrurbaran. María José estaba super excitada por haber compartido mi polla con las bocas de sus amigas, estaba super empapada, con mi lengua limpié sus líquidos viscosas agridulces, y lamí su clítoris erecto, para luego penetrarla al fondo, casi al instante de penetrarla se vino en un orgasmo fabuloso. Una hora después fuí a la cocina y las chiucas ya se habían marchado.

El lunes como a las siete de la mañana, en el piso del asiento del copiloto, estaba una nota que habían deslizado por la abertura del vidrio que decía: El lunes por favor llamar entre las 5:00 y 5:10 a tal teléfono, es la única hora que puedo contestar. Llamé a esa hora y me contestó una chica, le dije que llamaba por una nota y me dijo por favor espere, Habló Fabiola, y se identificó, y me dijo que si podiamos vernos el martes al mediodía en un lugar x se un pueblo llamado San Lucas. Efectivamente, allí estaba, realmente maravillosa. Fabiola tenía entre 17 y 18 años, alta, morena, de cabello ondulado, ojos negros, boca sensual, delgada, tenía puesta un t-shirt ajustada al cuerpo, se le marcaban unos pechos medianos redondos duros, un short corto de mezclilla, ajustadísimo al cuerpo, se le marcaban unas nalgas redondas, paradas y sus piernas largas torneadas, morenas, cualquiera que la viera caminar inmediatamente se le pararía la pija, cosa que a mi me sucedió. Tomamos un café, y me dijo que estaba impresionada de mi pene, que le había encantado estrenarse en lo oral conmigo, y que quería repetirlo pero ella sóla. Nos fuimos a un auto hotel, nos desvestimos completamente,empezé a besarla y chuparle sus pèzones oscuros, deliciosos, sentí como se endurecieron como piedras en mi boca, besé su vagina, deliciosa. labios gruesos y clítoris deliciosos, en un 69 nos corrimos los dos. Luego me dijo que la penetrara, que había tenido tres veces relaciones con un novio que tuvo, pero ellaq quería un pene grande. Lentamente la fuí penetrando, con mucha dificultad se lsa metí, ella se quejó de dolor, pero poco a poco se fué acostumbrando, ya su vagina delitada, mojada y estrecha, me puso al máximo, antes de irse ella me fuí yo,´sentí como salían mis choros de semen , pero no paré seguí bombeandola mi pene seguía durísimo la envestúia al fondo, gemía de placer, su cuerpo empezó a temblar, me apretó la cintura con sus muslos y gritó de lujurúa sentí convulsionarse gimió nuevamente y se vino en un delicioso orgasmo, saqué mi polla, y la puse en cuatro, y le rompí su ano. que delicia sentir mi pene deslizando en su hoyito estrecho, la bonbié al fondo y me volví a correr dentro de sus entrañas. Cuando la fuí a dejar me comentó que sus amigas no sabían que ya no era virgen, por lo que me pidió discreción. En otro relato les contaré la experiencia con Jéssica.