Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Varios

Extraños en el autobús

~Extraños en el autobús


Siempre que subía al autobús allí estaba el, un hombre delgado, alto, moreno, atractivo, de los hombres que una mujer no puede evitar girarse a mirarle
Notaba siempre su mirada clavada en mi, no dejaba de mirarme hasta que me bajaba en mi destino, un día empezó a acercarse, cada vez que subía al bus el se acercaba y se colocaba mas cerca de mi, cada día se acercaba un poco mas, hasta que un día quedo a mi lado, notaba su mirada penetrante en mi.

Al día siguiente ahí estaba el, entre y como cada día el autobús al ser hora punta iba repleto de gente, eso hizo que fuese yo la que ese día cayo justo a su lado y tuviese que sujetarme justo donde mismo el estaba, notaba su respiración cerca de mi cuello, se me acelero el pulso, estaba nerviosa, inquieta, cuando llegue a mi parada y baje, mire hacia el autobús y el me seguía con su mirada.

Era martes y como cada día subí a ese autobús, no le vi., porque como siempre el bus iba lleno, pero de pronto note una respiración en mi cuello, gire la cabeza y me encontré con una sonrisa preciosa, gire mi cabeza otra vez avergonzada, y sentía su respiración en mi cuello, pero... también sentí una mano en mi cintura, una mano calida que me acariciaba la cintura, mi corazón empezó a latir a mil por hora, el rozaba su boca en mi pelo, y su mano en mi cintura paso a ser un brazo que me atraía hacia el, note su excitación al mismo tiempo que yo la mía, llegue a mi parada, me baje y volví a hacer lo mismo que el día anterior, mire hacia atrás y ahí estaba el mirándome.

El miércoles, entre y fui yo quien le busco y me acerque a el, esta vez iban dos asientos libres, le mire y me fui hacia esos asientos, el me siguió y se sentó a mi lado, como siempre en silencio, sin decirnos ni una sola palabra, al sentarme, el puso una mano en mi muslo y lo acariciaba sin dejar de mirarme, su mano cada vez se iba acercando mas a mi sexo, lo rozaba y yo notaba como me excitaba cada vez mas, esta vez no pude evitar pasarme de mi parada, me daba igual llegar tarde a trabajar, quería mas, al menos un poco mas, y lo obtuve…

Mi mente no pensaba, era mi cuerpo el que reaccionaba por mi, separe mis piernas al sentir su mano ya tocando mi ropa interior, había gente que nos miraba de reojo intuyendo lo que estaba pasando en ese asiento, pero poco me importaba a esas alturas, y mientras yo separaba mis piernas el separo mi tanga de mi piel, la hizo a un lado y toco la entrada de mi vagina con sus dedos, me sentí explotar de excitación tan solo con ese roce, no duro mucho masturbándome porque no pude mas y termine teniendo un ahogado pero enorme orgasmo que me hizo acabar en su mano, me baje dos paradas mas adelante de la mía, iba con el pulso acelerado, llena de morbo, satisfacción y súper mojada, al bajarme me gire y el me sonreía llevándose los dedos a sus labios.

Estuve todo ese día como los días anteriores con el en mi cabeza, no podía sacarle de mis pensamientos, y tan solo recordar lo que había sucedido en ese autobús hacia que estuviese lo que estuviese haciendo, tenia que interrumpirlo para acariciarme y calmar mis deseos hacia ese desconocido que tanto me excitaba y que me había regalado ese orgasmo tan poderoso, me tocaba y me masturbaba teniendo unas corridas monumentales.

Era Jueves y tocaba subir a ese autobús, estaba ansiosa, deseosa de que llegase el momento de volver a verle y por fin saber que me esperaba ese día, dar un paso mas allá de lo ocurrido el día anterior, porque quería avanzar, quería poseerle, le deseaba como loca.

subí y me dirigí a el, me sujete a su lado, ya no disimulaba, ni el ni yo, directamente me abrazo, me beso en la mejilla, un beso calido, y otro beso menos calido en mi cuello, y otro directo a mi boca, la gente nos miraba , pero de pronto fue como si el autobús fuese vacío, solo íbamos el y yo, de locura, me abrazaba y me besaba y me besaba, esta vez el toco parada antes de llegar a la mía, me agarro de la mano y nos bajamos, por primera vez escuche su voz, una voz preciosa, grave y fuerte que me dijo un simple “ven conmigo”, yo le seguí, me llevo a un hotelito pequeño, dimos nuestros documentos y mientras nos tomaban los datos esperábamos nerviosos, pero nunca dejamos de estar abrazados y besarnos.

Cuando nos dieron la llave de la habitación nos dirigimos a el ascensor, entramos y según cerro la puerta y presionamos el botón de la planta donde íbamos empezó a besarme de un modo muy pasional, deseoso, notaba su excitación, su pantalón estaba a punto de reventar, me apoyo contra la pared, me tocaba por todas partes, me besaba y me decía que me deseaba como loco, que hacia mucho tiempo que solo verme le producía que su sexo se pusiese muy duro, su polla estaba súper dura, mi mano lo comprobaba, metí mi mano en su pantalón y comprobé que era enorme, estaba gorda y durísima, no podía esperar mucho mas, si el ascensor tardaba mas en llegar yo ahí mismo le bajaba el pantalón y me la comía al momento, pero no, justo paro y salimos deprisa, besándonos torpemente mientras caminábamos, así que el me cogio en brazos y yo rodee su cintura con mis piernas, con dificultad el abrió la puerta de la habitación.

Entramos así, besándonos y ya desnudándonos, cayo mi camisa según entramos, la suya igual, me puso en la cama y me quito mi vaquero, yo me senté y le baje el suyo, y quede frente a su sexo, baje sus boxers, y quedo libre su polla, estaba durísima, mi mano la agarro y mi boca fue directa, mi lengua la lamió y saboreo, la metí enorme dura y deliciosa en mi boca, me la comí entera, dejaba que entrara hasta mi garganta, le daba pequeños mordisquitos, la lamia y chupaba, jugué con su polla un buen rato, hasta que el me aparto, me volvió a acostar en la cama y se fue directo a mi coño.

Su lengua jugaba con mi clítoris, ufffff me tenia súper excitada ya de por si, así que apenas me dio dos lamidas y llego mi primer orgasmo, jadee y grite como loca, eso hizo que el se excitara aun mas, me cogio de las manos y me levanto de la cama, me abrazo y me pregunto ¿sabes el tiempo que te deseo? ¿sabes cuanto me gustas? ni lo imaginas, te deseo y ahora te lo voy a demostrar.

Se sentó en la cama y me senté frente a el, me agarre a su cuello y note como su polla iba entrando en mi coño, me llenaba, nos acoplamos perfectamente, primero nos movíamos despacio, nos gozábamos, nos comíamos vivos, le besaba como loca, y el a mi igual, me encantaba su olor, un olor a perfume suave y calido, unido a su olor corporal que era dulce, me embriagaba.

Santo cielo!! cuanto me gustaba, me tenia tocando el cielo con la punta de mis dedos, me follaba como jamás me había follado nadie, me tenia a ratos suave y despacito, a ratos fuerte y duro, me hacia gemir y gritar una y otra vez, consiguió que tuviese varios orgasmos, pero orgasmos inmensos y deliciosos, me agoto y el aun no se había corrido una sola vez, tenia un aguante increíble, su polla permanecía enorme y durísima, hasta que ya por ultimo me puso de pie, me giro y me puso con las manos en la pared, me penetro desde atrás, su aparato entro en mi hasta el fondo.

Empezó a follarme suave, y poco a poco empezó a acelerar sus movimientos, su polla entraba y salía de mi una y otra vez, empapada por mis jugos que ya me chorreaban por mis muslos, hasta que empezó a gemir muy acelerado y gritar como loco mientras me llenaba con su esperma, me sentí llena, deliciosamente llena, se abrazo a mi espalda, apoyo su cabeza junto a la mía, después me giro y me abrazo y me beso muy fuerte.

Estuvimos acostados en la cama abrazados y hablando, haciéndonos caricias mientras nos dábamos cuenta que teníamos muchas cosas en común, nos reíamos, y no podíamos dejar de mirarnos, propuse una ducha y nos bañamos juntos aprovechando esa ducha para follar otra vez, fue delicioso, cuando acabamos nos vestimos y salimos de la habitación, bajamos abrazados en el ascensor, nos besábamos, nos acariciábamos, salimos de allí y nos despedimos con un gran beso, cada uno siguió su camino.

Mientras caminaba me di cuenta que ni el me pregunto mi nombre ni yo el suyo, pero pensé, “ya se lo preguntare mañana”, al día siguiente ahí estaba el, en ese autobús que tomábamos cada día, entre y el vino hacia mi, me abrazo, me beso, hablamos y quedamos en que los viernes seria nuestro día para visitar ese hotelito, ¿pero saben? nunca nos dijimos nuestros nombres, follo cada viernes con el y no se ni como se llama.

 

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1115
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.223.213.76

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.467
»Autores Activos: 2.273
»Total Comentarios: 11.905
»Total Votos: 512.063
»Total Envios 21.926
»Total Lecturas 105.323.149