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Experiencia en videocabina

~Tengo 26 años actualmente, desde hace varios años que me interesó experimentar la sensación que puede tener una mujer al se penetrada, pero bueno, era solo curiosidad, poco a poco me atreví a curiosear por mi orificio anal y comencé a agarrarle el gusto aunque al principio sentía vergüenza, siempre lo hacía solo pero sentía vergüenza, hasta que la fui perdiendo.

Así poco a poco iba aumentando el tamaño de los objetos que me introducía, hasta que decidí incursionar en Internet y entraba a Chats y no conseguía nada, hasta que encontré una página de anuncios y por ahí alguien me ligó, lo agregué y nos encontramos en línea,. No lo podía creer el estaba en el mismo distrito que yo, nos separaban unos 2 minutos, estábamos en la misma cuadra en dos cabinas de internet diferentes.

Entonces por el Messenger le dije cosas que en su cara no le diría por vergüenza como, quiero que me hagas sentir una hembra pero quiero que lo hagas despacio porque soy nuevo.

Parece que eso le agradó mal, nos encontramos en un parque y me llevó a una video-cabina, siempre había pasado por ahí pero jamás me imaginé que se podían usar para eso, alquilamos un video indefenso y ni bien llegamos, yo fui al baño y me lave un poco, luego fue el, cuando el entro, se sentó a i lado en el sofá de la cabina y me dijo que comience, yo hice lo primero que se me vino a la mente, puse mi mano en su pene, sobre su pantalón y comencé a acariciarlo y esa sensación que había soñado tener se iba haciendo realidad, luego abrí su cierre y el colaboraba conmigo, le bajé el pantalón y emergió un lindo pene, no era tan grande ni tan grueso, era normal pero era lindo, tibio, durito, más que duro, una dureza de esas que parecen a punto de estallar, era firme y bien erguido, el se terminó de quitar el pantalón y yo me fui de boca, comencé a mamar ese pene, una sensación que había querido tener, suavecito, se desliza fácilmente en la boca, y es suavecito, me lo metía en la boca, lo chupaba, lo lamía, me lo pasaba por las mejillas, qué rico, quería seguir pero por otro lado quería sentirme poseído.

Entonces me paré y algo desafiante le dije “te toca” y el se termino de desvestir, yo me saqué el pantalón y el me sacó el polo, eso me encantó, sentir sus manos deslizándose por mi cuerpo, me comenzó a acariciar, me abrazó y chocamos pene con pene, qué rico, comenzó a besarme el cuello y yo cerraba los ojos y acariciaba su espalda.

Luego guié su cabeza, de mi cuello a mis tetillas y comenzó a chuparlas, ahhhh qué placer, sentir su boca tibia en mi pecho, pasándome la lengua de tetilla a tetilla, mientras me acariciaba con cierta presión la cintura hacia arriba y hacia abajo, luego me cogió de las nalgas y me pegaba a su cuerpo, yo era “suya” en tofo ese momento.

Entonces, lo guiñe hacia el sofá, el se sentó y yo le di la espalda, le junté las piernas y yo abrí las mías, así de espaldas, y sus piernas terminaron entre las mías, siempre de espaldas, y comencé a agacharme y comencé a sentir su pene entre mis piernas, ahhh, luego lo agarré y comencé a guiarlo a mi virginal orificio, me dolió un poco al comienzo, en realidad bastante pero fue rápido porque luego comenzó a entrar por sí solo sin dolor pero con algo de esfuerzo, pues yo era quien controlaba cuanto entraba, y así poco a poco ya lo tenía todo adentro, uffffff me movía con desenfreno, tenía toda esa porción de carne tibiecita adentro el me tomaba de la cintura y luego me acariciaba entre las piernas... mmmmmmm subía sus manos por mi pecho, qué genial, quería que dure para siempre, luego me paró, sin separarse de mí y me arrimó a la mesita donde estaba la tele y me dobló sobre la mesa, yo estaba ahí con el culo parado y el seguía, ahhh, hayyyy qué delicia, qué delicia, el seguía y cada vez lo hacía con más fuerza y más velocidad y eso me enloquecía de placer, luego lo que más me gustó, me paró y me volteó con cierta violencia, me echó con la espalda en el mueble y de la cintura para abajo en el aire, luego puso mis dos piernas en sus hombros y comenzó a penetrarme, su péne estaba más grande y más grueso, pero se deslizaba con facilidad pero con la fricción necesaria para proporcionarnos placer, el seguía, mi pene no estaba erecto pero sentía un placer indescriptible, luego logré liberar una de mis manos y comencé a agarrarlo de las nalgas a arrimarlo con más fuerza hacia mí, eso era genial, magnífico, sin par, mmmm, ahhh, sigue, sigue, le decía con los ojos blanqueándose de placer, sigue, sigue, luego con la otra mano logré agarrar mi pene y comencé a masturbarme con esa mano, con la otra lo arrimaba hacia mí, mientras el me tenía con las piernas sobre sus hombros penetrándome como un animal, ahhhh, hayyyy sigue papasssito le decía, sigue rico, rico, y entonces mis latidos estaban más rápidos, comencé a ver chispas brillantes, mis músculos se tensaban, ahhh, gemía, gemía desde lo más profundo, y comencé a correrme, ahhhhhhh, cuanto semen que caía en mi propio pecho y luego entre mis piernas, caliente, ahhhh y el no dejaba de moverse también gimiéndome, para esto ya nos estábamos besando con la lengua, qué riquísimo, y el comenzó a correrse a la mitad de la mía, ahh adentro, el se movía con más fuerza y yo estaba rendido de placer, luego me soltó y quedé tendido entre el sofá y el suelo y el se puso en la misma posición mientras yo le seguía tocando el pene, ahhh qué rico, estaba bañado en mi propio semen, completamente satisfecho.

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