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Categoría: Zoofilia

Experiencia con mi perro

~Hay muchas veces que la calentura no deja lugar a la búsqueda de lo conocido. Siempre se puede recurrir a una buena masturbacion o a algun servicio pago. Pero eso tiene poca gracia, especialmente cuando el dinero no abunda. Hoy quiero contarles como termine liándome con mi perro, al que ya no tengo más y al que imagino corriendo por algun paraiso perruno.
Cierta tarde en que me quede solo, decidi poner una pelicula porno en la que en su primera parte la rubia era reiteradamente penetrada por todos lados por cuatro bien dotados hombres negros que llenaban todos y cada uno de sus orificios con un semen espeso. Y mas de una vez cada uno. Al final del episodio, la linda Heather quedaba abierta de par en par, con su hoyito rezumando leche, su conchita goteando semen, su boca blanquecina y chorreada y su trasero bien rojo de tanto chirlo que le propinaban los morochos.
En la siguiente historia, Heather iba a visitar a su empleador, que acompañado por Bianca, le pedia a Heather que le mostrara su baile a esta ultima. De mas esta decir que se fue el patron y se quedaron las dos chicas, una de ellas un poquito más madurita y exquisita, y se dieron con todas sus armas, y hasta creo que en algun momento hubo un orgasmo real de la veteranita porque se le aflojaron las piernas. Pero igual, se hicieron mil cosas que me dejaron a mil, caliente sin remedio.
Mi buen perrito, debe haber percibido que mis feromonas inundaban el ambiente porque comenzo a pasearse nervioso cerca mio. Verlo y tener ganas de probar fue una sola cosa. Lo llame y lo empece a acariciar en el lomo, luego en el pecho, y lentamente fui yendo más hacia atras hasta que toque dentro de su peluda vaina su endurecido pene. Se la fui corriendo hasta dejar aparecer su puntiagudo capullo y con un suave movimiento lo pajee hasta que en pocos instantes comenzo a largar un semen transparente y de fuerte aroma que volvio a excitarme como antes lo habia hecho la pelicula. La mirada agradecida de mi perro fue elocuente. Le habia gustado.
Alli decidi que iba a hacer mis primeras armas en la zoofilia con el. Como un ensayo más de las posibilidades de placer. A la siguiente vez unos dias mas tarde, decidi ir un poco más lejos y despues de repetir la pelicula porno, que siempre me excita mucho, me saque el pantalon y el calzoncillo y distraidamente puse mi cola apuntando al borde de la cama, como para que pudiera ir y olerme mi ano. Al instante senti el frio de su nariz rozando mis nalgas y hurgando entre mis muslos. Supe que habia dado en el blanco y de a poco, me le fui ofreciendo más, avanzando la cadera para que se separaran mis nalgas un poco y tuviera mejor acceso a mi hoyito que empezaba a pedir accion. En cuanto pudo llegar a mi ano, comenzo a lenguetearlo con avidez, haciendome recorrer el cuerpo entero con escalofrios de placer. Cambiaba de posicion y en cuanto le deje acceder a mi pene, que ya rezumaba sus liquidos, la emprendio con entusiasmo con largos lenguetazos que a veces me abarcaban el pene y otras el ano. Baje mis rodillas al piso para quedar apoyado en la cama y separe bien las piernas para que llegara a tener todo a su disposicion. Mi pene colgaba y se balanceaba con sus lamidas mientras que mi agujerito se abria y cerraba para darle paso a tan activa lengua. Pronto senti que lograba meterse de a poco dentro de mi y lo deje hacer, para que le tomara gusto a lo que estaba haciendo. Cuando ya estabamos los dos bien excitados, intente que me montara pero no podia, teniamos mucha diferencia y pese a todo lo que me bajaba, no lograba apuntarlo bien. Además el pobre tenia su orgasmo muy rápido, no pensaba como yo en el placer. Por fin logre encontrar la solucion. Tome una almohadilla que tenia y lentamente lo fui poniendo panza arriba, con mucho cuidado para que no reaccionara mal, y cuando lo tuve asi, le coloque la almohadilla bajo sus patas traseras. Asi le levante su vientre y entonces con una mano podia acariciarlo y con la otra pude correrle la funda y sacarle la pija afuera. En un solo movimiento la hice rozar contra mis nalgas hasta ubicarla en la entrada de mi hoyito y en cuanto la senti, la empece a meter sentándome despacio sobre mi perrito. Su pene puntiagudo se sentia rugoso y muy caliente cosa que me excito más aun. Lo meti más y mas hasta que choco con la bola. Yo hubiera querido que la bola se me hiciera adentro para abotonarme con el, pero no llegue a tiempo. Por fin, los chorros de semen me rociaron por dentro y lo deje asi hasta que se aquieto y salio naturalmente de dentro de mi. Aun asi, me quedaba la ultima prueba. Unos dias mas tarde, repeti toda la escena, aunque ahora gozando mucho mas de esa lengua amiga que no trepidaba en recorrerme integro. Solo que al llegar al momento de la penetracion, me apuré a hacerlo entrar bien hasta el fondo hasta sentir que se comenzaba a formar la bola. Entonces si empece a sentir que mi ano se comenzaba a dilatar junto con su pene y empece a sentir la delicia de comenzar a recibir sus chorros dentro de mi cuerpo mientras se arqueaba en esa pose tan tipica. Alli si me quede un rato con todo su pene y su bola dentro mio hasta que fue aflojando de a poco y luego salio naturalmente. En un gesto de cariño, le di un suave besito en su pijita, se la limpie bien y asi quedo consumada mi experiencia zoofila. Lamentablemente, ya era grande y no mucho tiempo despues comenzo a decaer y finalmente se me fue de mi lado. Pero donde este, siempre sabra que el me hizo sentir el placer de un pene dentro mio por primera vez.

Datos del Relato
  • Categoría: Zoofilia
  • Media: 7.5
  • Votos: 2
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