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Categoría: Varios

EXISTE UNA ESPERANZA

Bogotá rodeada por los pulmones más grandes entre ellos  Monserrate, Guadalupe y un hermoso Jardín Botánico,  donde existe variedad de culturas, razas. Donde  llegan a diario desplazados, desmovilizados, desempleados, marginados, es aquí donde nace la historia de una familia humilde campesina, integrado su núcleo familiar el padre Don José , madre Sra. María y sus dos hijos Ángel  y Angelita.

José trabajador en una empresa de vigilancia, sus años completan medio siglo, canoso, desentejado, presta sus servicios a una reconocida multinacional  de esas que se instalan fácilmente  en Colombia,  su horario de trabajo más de ocho horas diarias  sábados, domingos y festivos, muchas veces sin dormir y mal alimentado, habitante de una de las zonas más críticas, inseguras, donde ni la naturaleza se apiada de su poder,  creando inundaciones, deslizamientos, etc.

 Donde es escaso  el transporte público  y su recorrido al trabajo es más de dos horas, con transbordo de un transporte a  otro, atestado de gente, cualquier parecido con un galpón de pollos, su salario como el de muchos de sus compatriotas un mínimo que tiene que estirar.

María  su esposa  aseadora lo mismo de una  empresa Multinacional, pero con la diferencia de que ella no está vinculada directamente,  sino con contrato en una empresa temporal,    donde éstas muchas veces abusan  de las necesidades y desesperación de tantos colombianos sin trabajo.

María tiene un horario de lunes a sábado, su edad aproximadamente medio siglo, su contextura débil, desnutrida, deprimida y  angustiada con los duros problemas que tiene a diario que vivir.

De repente la salud de María se ve alterada, menos mal que están afiliados a una EPS donde las citas las agenda una cada mes y las colas no son largas, porque ya los puestos están vendidos desde hace una semana .

“Empieza Cristo a padecer”  es lema de José en su hogar, ahora a negociar la cita de su esposa y esperar que no sea un  mal que lamentar, ya que él sabe la tramitologia, permisos,  idas, regresos, bonos que pagar  y como es costumbre ya los mismos medicamentos que no le dan el alivio a su enfermedad.

María  siente nauseas  mientras espera su diagnostico, eso sí muy preocupada porque su día se lo van a descontar,  sus jefes bravos por la ausencia  y  pensando porque no se enferma un día que no le toque trabajar.

Por fin el resultado del examen un cáncer terminal, María y José salen tristes  por la noticia que les acaban de dar, nuevamente  a regresar a su hogar coger el bus atestado de gente,  mientras , su dolor se agudiza más.

María en el transcurso del recorrido va pensando, mis hijos todavía  su  bachillerato no han culminado,  mi trabajo de aseadora  siempre tan ingrato, donde recogía la basura que otros sin escrúpulo botaban, sabiendo que ella muy amablemente recogía,  sin murmurar.

Terminan su recorrido y salen sus hijos a recibirlos esperar la noticia de la enfermedad de mamá,  pero ellos muy callados  piensan muy adentro  es otra cosa más que les tienen que ocultar, ya que este problema ni Dios ni Santa Martha  se lo curan de verdad.

Llega la noche y acostar los cuatro después de rezar su rosario a descansar se van, transcurrido un tiempo el dolor de María se agudiza más y José de pie al instante se pone  y le dice ya la llevo al hospital.

De nuevo la rutina el transporte, el bono, urgencias , la Eps,  y esperar que dice el médico , que atiende paciente  por  taxímetro a gran velocidad sino es así su troncal atiborrada se verá.

Oh sorpresa para José esta vez María si se tiene que quedar, que dirá a sus hijos su secreto que ha tenido que callar, su esposa ya muy enferma y grave ahora sí parece que los va a dejar.

José regresa a casa y esta vez la verdad a los hijos les dirá, los reúne y junto  a su  familia,  comienza a describir su madre una santa, trabajadora,  nunca se quejo,  solo quiere que sean ciudadanos de bien, que estudien, compartan sus conocimientos y colaboren siempre ayudando a los demás, que los valores no los pierdan y los hagan siempre resaltar.

Esta historia aquí termina y es donde cada uno que la lea haga su reflexión y empiece por cambiar, que todos somos humanos y la vida la debemos disfrutar, sin odios, ni rencores, envidas, ni atropellos, donde el trabajo sea más humano, el patrón respete a su empleado, el gobierno se acuerde que Bogotá es sin indiferencia desde el sur al norte, del oriente a occidente, desde abajo hacia arriba y todos como hermanos adelante nuestro país vamos a sacar.

Autor : León Aguilar Zorro

Alejandro Eduardo Chaparro Aguilar   

 

Datos del Relato
  • Autor: ALEJANDRO
  • Código: 27862
  • Fecha: 10-08-2013
  • Categoría: Varios
  • Media: 8.8
  • Votos: 5
  • Envios: 0
  • Lecturas: 5069
  • Valoración:
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