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Estrategia en la oficina

~~Se puso de pie, mientras
 él ya colgaba su llamada con su esposa y comenzaba a vestirse.

 ¿Me llevas al hotel?, estoy cansado
 Si claro contestó Sarah disimulando la molestia que le había
 provocado que le callara e inmediatamente se viera meloso con su esposa
 por teléfono.
 Quedaban un par de días más de la estancia de Eduardo
 en la ciudad del corporativo, y Sarah se había propuesto provocarlo
 y hacer que suplicara.
 El día siguiente de su primer encuentro fingió amnesia,
 ante los constantes coqueteos e insinuaciones de Eduardo sobre la noche
 anterior, simplemente contestaba que no sabía de que hablaba.
 En cambio, comenzó a coquetear con Alejandro, un compañero
 del área comercial, todo frente a las narices de Eduardo, se
 acercaba a él más de lo normal, se inclinaba al lado de
 su cabeza dejando a esa altura sus enormes pechos que saltaban por encima
 del escote que vestía ese día, Alex babeaba absorto ante
 aquello, nunca antes Sarah se había acercado tanto a él,
 ni había insinuado nada, Eduardo la perseguía con la mirada
 por los vitrales que dividían las oficinas, y apenas se pudo
 acercar a ella escucho una conversación teléfonica con
 Alex, Sarah le decía:
 Alex, tú y yo hemos sido buenos amigos ¿o no? . .
 Si te pido un favor, no me lo negarías ¿verdad?, porque
 me siento particularmente caliente hoy, y me gustaría que me
 ayudaras con eso, se me antoja sentir tus manazas sobre mis tetas, y
 sentirte penetrarme lo que quieras, montarte, darte una buena mamada,
 te aseguro que soy buena haciéndolo, ¿cómo ves?
 traete unas cervezas a la salida y hagamos algo, ¿sale? te espero. .
 Sabía que Eduardo le había escuchado, y sabía que
 la buscaría a la salida, al igual que Alex.
 Llegada la hora, salieron todos, excepto Alex y Sarah, mientras Eduardo
 permanecía con el Director.
 Alex llegó con Sarah, no creía lo que había escuchado
 antes, pero, por si las dudas, llegaba a preguntar
 Licenciada, entonces, ¿me traigo las cervezas? Sarah se puso
 de pie, y llevó sus manos a la zona de su miembro y recibió
 un simple, "cógeme" Sin tardar ni un segundo, Alex
 metió su mano izquierda en el escote y la otra sobre su trasero,
 empujándola hacia él, Sarah notaba que su miembro estaba
 ya erecto, él comenzó a subir el vestido y a tocar sus
 nalgas descubiertas por la tanga minúscula que llevaba, ella
 desabrochó su pantalón y sacó su verga, saltaron
 sus ojos, era un vergón tremendo, muy ancho, quizá un
 poco menos largo que el de Eduardo, pero de ancho debía medir
 unos 6 cm, se engolosinó
 Vaya Alex, que escondido te tenías esto
 ¿Te gusta licenciada?, dame mi mamada, me dijiste que eras
 buena, quiero ver si es cierto, así que y tomó su cabeza
 empujándola con fuerza hacia abajo ¡mamame ahora!
 jajaja, claro, te la mamo porque quiero y no porque me lo ordenes,
 que quede claro Y comenzó, Alex se sentó para tener un
 buen angulo de vista, mientras Sarah de rodillas y con su falda en la
 espalda dejando ver sus nalgas, mamaba con ansia aquel miembro grande,
 lo fue metiendo poco a poco a su boca, lo sacaba, pasaba su lengua a
 todo lo largo, a todo lo ancho, se ayudaba con sus manos masturbándolo
 mientras se metía un testículo en la boca. Aaaaaghhh
 sigue licenciada Sarah siguió lamiendo y succionando el enorme
 pene, apretando de vez en vez los testículos, Alex era muy ruidoso
 en sus expresiones de satisfacción, especialmente cuando Sarah
 se apoyaba en sus nalgas para poder meterse esa herramienta hasta la
 garganta, a pesar de las arcadas, le gustaba, pero quería más,
 así que separó su boca, y jalándo con sus manos
 el pene de Alejandro, le dijo que la cogiera.
 Alex no perdió tiempo, le bajó el escote hasta dejar fuera
 sus tetazas, y subió su falda lo suficiente para dejar su culo
 al aire, la puso contra el escritorio, se veía la tanguita negra
 incrustada entre las nalgas de Sarah, la jaló por uno de los
 lados y la rompió
 Esta es para mí Pasó reciamente su mano por la vagina,
 como tanteando el terreno y se topó con la mano de ella que se
 tocaba frenéticamente el clítoris en un territorio completamente
 mojado
 vaya vieja caliente que eres Licenciada, esto te va a gustar. . y
 sin más aviso, le metió toda la verga de un golpe mientras
 la atraía más a chocar contra su cuerpo apoyandose y apretándole
 los senos
 Aaaaaaahhhh, que rico eres Alex, tienes una verga muy rica, metela
 fuerte, bien dentro aaaaaaaaaaaggggghhh, sssiiiii, siiiigue, dame más
 Alex arremetia fuerte contra ella, y lo disfrutaba tremendamente
 Quiero más, quiero másssss Alex No podía creer
 que le hubiera dejado tanto tiempo sin tenerle, mientras tanto, pasaba
 por su mente Eduardo, debía sostener a Alejandro cogiéndola
 hasta que éste viniera a buscarla, debía verla así.
 Alex seguía penetrándola, amasando al mismo tiempo sus
 pechos, jalándo sus pezones, cosa que la enloquecía. No
 había existido ningún beso entre ellos, simplemente se
 había puesto a coger con este hombre. . eso la hacía
 pensar, sabía que ella era caliente, que le gustaba el sexo,
 pero esto era más, en realidad era una zorra. Me encanta tu
 trasero Sarah, siempre me ha gustado, como a todos aquí, deja
 lo disfruto
 Aaaaghhh, me vas a mataar. entre jadeos de placer por la cogida
 que estaba resistiendo sabía que meterse eso por el ano la desgarraría

 Anda, dejame, me encantan estas nalgas y quiero estar entre ellas
 decía mientras soltaba los senos y magraba el trasero de Sarah
 lo haré despacio, procuraré que no te duela Sarah sabía
 que le dolería, pero dijo sssí, vamos, pero hazlo despacio
 con suerte y se correría antes de que la penetrara. Eduardo
 salió de su reunión y fue hacia la oficina de Sarah, no
 creía que se encontraría con eso, suponía que era
 solo un ardid de ella para provocarle.
 Alex pasó una buena cantidad de los jugos de Sarah por su ano,
 para lubricarlo, ella abrió sus nalgas con sus manos y colocó
 entonces la cabeza rojísima e inchada en la entrada, comenzó
 a presionar, ella comenzaba a sentir el miedo de la tremenda penetración
 que recibiría. .Eduardo entró justo en el momento que
 Alex empujaba la primera arremetida contra Sarah que volvía los
 ojos en blanco en mezcla de placer y dolor, el ruido de la puerta al
 abrir hizo voltear a los dos, Eduardo fijó su mirada en el miembro
 de Alex penetrando a Sarah, quien inmediatamente al verlo, se echó
 hacia atrás, clavándose ella misma el enorme miembro y
 gritando desesperadamente, "cógeme, cógeme Alex".
 Alex embistió frenéticamente, cada vez más según
 aumentaban los gemidos de Sarah, mezcla del placer de estar siendo cogida,
 de estar siendo vista, de estar provocando a dos hombres en distintas
 formas. Eduardo se apuntó al juego, y se puso a un lado de Sarah,
 sacando su pene erecto de sus pantalones, intentó acercarlo a
 su boca para que le mamara, pero Sarah no respondió de esa forma

 Si quieres venirte hoy, te tocará pajearte, Alex es mi invitado
 esta noche, tu solo eres espectador. ve, y aprende como me tienen
 que coger Alex enloqueció con las palabras y empotró su
 ancho miembro con aún más fuerza, provocando el primer
 orgasmo de Sarah,
 aaaahhhhhgggg, que delicia de verga me estás dando Alex, pero
 quiero más. tirate al suelo Alex se acostó en la alfombra
 mientras Eduardo seguía pasivamente viendo la escena, masturbandose
 con ambas manos. Sarah se le acercó. y tomándole por
 los testículos, le susurró Ahora verás lo que
 te estás perdiendo.. regresó a Alex, quien yacía
 en el suelo, se puso sobre él, de frente hacia Eduardo, y con
 un cadencioso baile sin música, comenzó a acariciarse,
 primero los senos, jalándose los pezones, sobándose el
 vientre, las nalgas que contoneaba presuntuosa, pasaba sus manos por
 su vagina, al ritmo que iba bajando hacia el falo en vertical de Alex,
 hasta que le montó, y empezó a subir, y a bajar con la
 misma cadencia, echándose atrás, pegando su espalda al
 torso de Alex y masajéandose el clítoris, Eduardo se masturbaba
 con fuerza, Alex sacaba de su boca sonidos roncos de placer cuando ella
 contraía los músculos de su vagina y se clavaba en la
 verga. no pudo más, Eduardo se acercó a ella y suplicó:

 Mámamela mami, quiero darte mi lechita Sarah le dió
 la espalda, girándose si sacar la verga que tenía dentro
 ahora hacia Alex quien anunciaba
 Me vengooooo, Saraah, ricura, me voy a veniiir, sigueee, no te detengas
 Sarah sentía su nuevo orgasmo, el desairar a Eduardo le excitaba,
 y arreció su cabalgata hasta que Alex soltó un gritó

 AAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagggggggggggggggghhhhhhhhh Terminó en
 sus entrañas, escurría su semen junto al flujo de Sarah
 por su palo, mientras ella le decía a Eduardo
 Y ahora tú, deja de pajearte, y guardate eso que nosotros nos
 vamos.
 Se puso de pie, se acomodó el vestido y pasó a Alex sus
 ropas. Sarah, no me dejes así
 Lo siento Eddie, quizá mañana, hoy, ha sido un día
 largo y estoy cansada. Alex, ¿te gustó mi mamada?

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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