Percibo ya el olor de tu coño y me ilusiono con lo que promete sentirse dentro. Estoy con la lengua entre tus nalgas saboreándolas y siento su sabor que se mezcla con los de tu orgasmo y me anima seguir allí. Si... Me encanta... Estoy a mil... Te doy la vuelta y me coloco entre tus piernas: tu vagina me ofrece sus jugos y su olor a orgasmo reciente... Te doy una pequeña lamida en las piernas y tu clítoris quiere participar en la acción. Me entrego a él primero con mis labios luego con mi lengua, mis dientes... Mi boca quiere recibir todos tus jugos de una sola vez, siento tus manos en mi cabeza apretándome contra tu sexo, no queriendo que me separe. Estamos muy cachondos...
Me levanto de improviso y te penetro sin miramientos. Tu sexo mojado a más no poder se come mi polla con una avidez impresionante... Tu vientre me atrapa y no me suelta, nos movemos rítmicamente, sin ningún reparo... Siento mi polla tocar el fondo de ti... Paro y te doy la vuelta. Dándote la vuelta rápidamente me ofreces tu trasero a cuatro patas; yo me coloco detrás y te meto la polla en tu vagina, siento tu olor más fuerte, tu excitación más grande, me encanta tenerte a cuatro patas, tu trasero entregado a mi y yo ¡follándote! Te llega un nuevo orgasmo, siento como te corres, tu vagina eliminando más jugos y tu voz diciendo cosas ininteligibles... elevándose y a la vez ahogándose... Trato de entender pero sólo percibo gemidos, que me lo dicen todo.