Yessenia otra vez subiéndose como aceptando desinteresadamente la invitación siempre de los tres estudiantes de la licenciatura en derecho que viajan en una vagoneta subiéndose al cerrar la portezuela y marchándose uno de los estudiantes tiene toda la pinga afuera en que se la está agitándose hasta moviéndosela por obra y magia hasta sobándosela con una picardía hasta traviesamente quedándose mirándola detenidamente con una sonrisa enigmática la misma Yessenia con sus ojazos brillantes de buitre a la acecho en que está con sus manos inquietas al no poder soportar y resistirse ni tampoco controlarse ante sus impulsos de mujerzuela como prostituta hasta de putisima.

Arrebatándose al subirse a la cintura la falda azul oscura entallada como ajustada y ceñida de su uniforme de ejecutiva universitaria al zacearse con el panorama que está presenciando y viendo al tener la lengua lamiéndose todos los labios al abalanzarse y echarse encima de este al agarrarle como mamarle hasta comerle igualmente chuparle la pinga por lo hambrienta y deleitosa que la pusieron la calentura que lleva encima.

Al sentarse encima de la pinga de este aferrada como sujetada y agarrada como fuera un candado a la nuca del estudiante dándose una propinada folladera de los mil carajos y de los mil diablos eufórica gritando en forma de jadeos y gemidos al tener moviéndose por dentro de su conducto vaginal la pinga de este mientras es mamada por los senos puntiagudos, voluminosos, fructíferos como jugosos a pedir de boca, a manos llenas en vivo y a todo color esa carne buenísima que es la riquísima Yessenia en persona.

Cogida por el segundo estudiante de derecho dobladisima con lo engrosado de sus muslos y nalgas que por todas las madres al mismo tiempo le pasa la lengua pervertida en los meros testículos y las ingles del primero subiendo por el glande de la pinga toda una desquiciada que grita fuerte entre jadeos y gemidos al venirse los tres en que están rejados en el mismo suelo de la vagoneta en que los limpia con toda la lengua tragándose sin reproche ni quejándose ni tampoco poniendo alguna objeción al punto abrazados al besarse se visten al acomodarse el peinado como la ropa a bajarse justamente en el parqueadero de las chivas que van hacia la barreada despidiéndose Yessenia muchas gracias nuevamente por darme el aventón hasta aquí con ustedes la paso entretenida y divertida inclusive no me aburro nada de la monotonía de mi vida simple desde el trabajo hacia la casa………………