Tengo las testosteronas desencadenadas, desatadas, a mil revoluciones por segundos, gozando del frenesí, disfrutando a granel de estar juntito a ella, deleitado por la capacidad igualmente la tolerancia siendo adictos plenamente al sexo entre un hombre y una mujer que nos queremos a toda costa y nadie se interpone inclusive amándonos con una libertad inherente sin comprometernos ni complicarnos ni tampoco con consecuencias que lamentar ni ocultar ni siquiera negarlas finalmente entendiéndonos y compartiendo una relación que va más allá de ser colegas administrativos universitarios como los mejores amigos del mundo que somos actualmente finalizando que tenemos una relación fortaleciéndonos en seguridad, confianza, cariño y respeto mutuamente uno por el otro y viceversa.
Yo y la asistente administrativa de la sala de profesores estamos en la cama dedicándonos en cuerpo y alma, entregados al fusionarnos en una sola alma follandola también mamándole con todos los privilegios permitidos como autorizados completamente por la sonrisa igualmente los ojos iluminados al natural de la misma asistente administrativa de profesores, jadeándome como gimiéndome a todo galope sobre todo con las hartas ganas especialmente con todas sus fuerzas efectivamente con la intensidad que nos damos; la cojo taquilleramente al bombearle evidente y reverencialmente la pin gota mía en toda su rajita y culito al tenerla muy sujetada y agarrada como firmemente apoyada para que no se me escape ni salga disparada por la velocidad en que la llevo hasta la tengo calentona y por supuesto placentera, atraída, endemoniada, enloquecida, desquiciada parecida a una enferma mental siquiátrica de alta peligrosidad como de gravidez evidente pero que me la hurgo fascinada y excitantemente a pedir de boca en vivo y a todo color, saliéndosele todos los jugos vaginales al venirse en múltiples orgasmos que desembocan en un clímax que está inundándola como desbordándola interna a plenitud también deleitosa además deseada inclusive muy zaceada por mis encantos elevados a la decima potencia de mucho coño y encabronadísima por mí desde que llegue de trabajar de la misma universidad siendo oficial del departamento de registro en la misma sede universitaria cargando y llevando puesto hasta vistiendo como luciéndome de cabeza hacia los pies tanto su atuendo de ejecutiva universitaria enfaldada con sus botas italianas de punta de tacón bajo en todas las posiciones y posturas imaginadas como practicadas hasta conocidas sexualmente por los dos hoy día………………