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Esposos calientes -3

Ultima parte, continuando con la experiencia que tuvimos, ya en la casa, empezamos a platicar los compañeros del trabajo, todos, tomando, riéndonos, y el, Francisco, siempre echándome miradas cautivadoras, miradas de complicidad, me agradaba mucho que me sintiera que otro hombre que no fuera mi esposo me deseara, ya entrando la madrugada, quizás dos de la mañana, poco a poco se fueron retirándose todos, al final quedamos solo los tres, mi esposo Marcos, mi amigo Francisco y yo. Entre mi esposo y yo, ya había la complicidad de que quizás sucediera algo, él no lo sabía, el seguía a escondidas, seguía con caricias, furtivas, de contrabando, hacia mí, yo ya me encontraba caliente, excitada, un poco mojada, pensando hasta donde podríamos llegar. Marcos mi esposo, salía de la casa y duraba mucho tiempo afuera, fumando, dejando sola con él en la sala, estábamos sentados en el sillón, y yo miraba a mi esposo desde la ventana, que se encontraba afuera, y el, me acariciaba, las piernas, los pechos, el vientre mientras mi esposo era cómplice de ello, le toque su pene, sobre el pantalos, ya estaba erecto, parado, muy duro, me gustó mucho, cuando mi esposo entraba él se retiraba, con ganas de decirle, que no había problemas con él, él estaba de acuerdo.

Mi esposo, desde lejos me hacía señas, que le enseñara los pechos, pero, ya se los había enseñado, jajaj, ya tenía el permiso, que toda mujer casada lo quisiera tener y yo ya lo tenía, ya no aguantaba más, me le acerque, lo beses, él se alejó, tenía miedo que nos viera mi esposo, le dije, bésame, empezamos a besarnos, me gustaron mucho sus labios húmedos, tocándome mis labios, que esos labios le pertenecían solo a Marcos, pero esa noche, ya no, le pertenecían a otro hombre, me tocaba, de repente entro mi esposo, y exclamo !Que está pasando Vero...!, el asustado se empezó a disculparse, y yo sonriéndome, le tome las manos, le dije, tranquilo, no pasa nada, Marcos, se sonrió, dijo, no pasa nada wey, mi esposo lo quiere, lo desea, pues adelante, el comprendió entonces, que había común acuerdo.

Me desabroche mi pantalón, que hasta ese momento, solo lo desabrochaba para Marcos, ahora, lo hacía para otro hombre, mi esposo se preparó un trago, y se sentó en un sillón retirado, mirándonos, tocándose su pene, excitándose, yo, sentada junto a Francisco, muy juntos, nos abrazamos, nos besamos, me acaricio, yo le desabroche, el pantalón, quería conocer otro pene diferente, que no fuera el de mi esposo, total ya tenía el permiso, es lo que deseaba, cuando se bajó el pantalón, cuál fue mi sorpresa, mire un pene o como dicen, una verga, grande, gorda, muy diferente a la de mi esposo, le dije, estas vergas son las que me gusta, yo pensando, que una así, era la que me cogía en mi juventud, antes de casarme, la de mi esposo es delgada, no chica, pero tampoco grande, y la de Francisco, era más gorda, más grande, mis rica, se la acaricie, la tome entre mis manos, le tocaba los testículos, el cerraba los ojos, mi esposo, me decía, ¡Te gusta esa, dime, te gusta...!, yo le respondía, sí, me encanta.

Le bese otra vez, nos besamos, me acariciaba las piernas, ya sin mis pantalones, ya me los había quitado, solo traía un calzón, negro, tipo tanga, me metió sus manos dentro de mis pantaletas, me acaricio mis vellos, mi clítoris, mi muerte, mi punto débil, le dije espera, ahorita vengo, Marcos me dijo, adonde vas, le conteste.

- Voy al baño, no tardo, iba a bañarme, a refrescarme, a quitarme lo sudada, a estar limpia, agradable, perfumada.

Baje rápido, ahí estaba el, sentado, mi esposo había salido a fumar, salí en bata, corta, enseñando la mitad de las nalgas, sin calzones, perfumada, limpia, me acerque, le dije -en que nos quedamos, jajjja solté la sonrisa, jajaj.

Me tomo, me beso, le correspondí, ya lo deseaba, quería sentir otra verga diferente, yo no llegue virgen al matrimonio, tenía una vida sexual muy activa, pero ya tenía más de 15 años, con mi esposo, nunca había hecho eso, ya lo deseaba hacer, probar algo nuevo. Nos abrazamos, nos besamos, me acaricio, me beso mis pechos, yo le tocaba esa verga grande, gorda, más rica que la de mi esposo, pensaba, que iba a sentir yo con eso adentro de mí, ya lo deseaba, Le estaba haciendo el sexo oral, mi esposo entro, y callado, sin decir nada, se fue a su lugar, sin decir ninguna palabra, ya sabía su rol, solo se levantaba a preparase sus bebidas y se sentaba, y se desnudaba, se acariciaba, se la jalaba, y yo con él, con esa verga, muy rica, me gustó mucho, más dura, le hice el sexo oral, probando otra piel, otros olores, la verdad, soy buena para hacer eso, el quedo encantado, me decía, que rico lo haces ya desnudos completamente el, yo solo con mi camisón, nos pusimos en la posición del 69, me hizo el sexo oral mientras yo igual, se lo hacía a él, y mi esposo se la jalaba.

Después de 5 min, estándonos tocándonos, besándonos, haciendo el sexo oral, tuve mi primera eyaculación con él, me vine, me encanta sentir eso, esa sensación, es indescriptible, creo que a toda mujer, le fascina eso, y yo, soy muy caliente, muy cachonda, me encanta las caricias, los besos, a mi esposo igual, es igual a mí, por eso, esa noche, nos encontrábamos ahí, me vine muy rico, ahora quería otra cosa, quería sentir su pene dentro de mí, de repente mi esposo se levantó, saco de su bolsa un paquete, y era un condón, dijo

- Vero, con condón, sin condón no

El, extendió el brazo, yo diciéndole, póntelo, yaaaa, se lo puso y mi esposo se fue a su lugar de nuevo, con una bebida, estábamos en el sillón, yo, abajo, le abrí las piernas, deje a la vista todo mi vientre, mis vellos, él lo acaricio, se colocó arriba de mí, y empezó a introducirla, ohhh, sorpresa, muy rico, me fascinó, sentir ese verga dura, más gorda y más grande que la de mi esposo, sentí diferente, una sensación muy diferente, más rica, muy rápido m puso a punto, muy excitada, quejando mucho, tocándome el punto G muy rápido me lo toco. La verdad, a veces mi esposo no me lo toca con su pene, o tarda en tocármelo, pero el, muy rápido supo encontrar ese punto, será por la diferencia de pene, será por estar con otro hombre después de más de 15 años, no lo sé, pero fue rápido, me cogió muy rico, yo estando acostada boca arriba, y el arriba de mí, bombeando despacio, fuerte, yo cerré los ojos, y me olvide de mi esposo, ya no pensé en el, solo en el momento de estar con otro hombre,

A mí me gusta mucho la posición de "perrito", me salí de él, le dije, cojee ahora así, me puse de "perrito", el la introdujo, y yo fascinada, quejándome mucho, le dije a mi esposo, así se coge... míralo como me coge..., el solo sonriendo, no sé si ya se había venido o no, pero se estaba tocando todavía.

Esa noche, me vio venirme como dos o tres veces, esa noche, fue muy rica, fue una sensación, deliciosa, diferente. Eso paso hace como 4 meses, fue en diciembre 2016, al día de hoy, la intimidad con mi esposo es muy buena, lo hacemos, y platicamos siempre de lo que paso, pero, lo que sentí yo en aquel momento, no se ha igualado con mi esposo.

A él lo sigo viendo, puesto que trabajamos en el mismo lugar, pero hay más historias, jaja, esta historia fue la primera vez de estar con él.

Esta es la última parte, hay dos partes iniciales, los antecedentes de esa noche.

***Vero y Marcos***

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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