Nelson ha llegado. El olor del cigarrillo me lo dice. Me saluda y va derecho hacia su lugar "sagrado" como lo llamo yo. Sé que no le gusta que le hablen cuando está encerrado en su estudio. Él cree que no sé de sus "juegos" en el Msn, con paginas pornográficas con chicas haciendo sexo oral, o cuando las mujeres le muestran por cámara sus partes intimas y como el se toca cuando las ve acariciarse sus genitales. Ya me imagino su cara de excitación.
En realidad, no me interesan. Que tengan ellas sus palabras. Yo lo tengo a él en carne y hueso. Lo hago mío cuando quiero, y el me recorre de pies a cabeza y me hace el amor como un salvaje, las veces que se le antoje. Nos encanta hacer el amor y los dos juntos somos una bamba en la cama.
Estoy Preparando su receta preferida mientras nuestro hijo se entretiene con sus juguetes. Debo apresurarme, ya son las once y Nelson tiene que irse a las 1.

Las once y media. Tengo tiempo de revisar mi correo antes de almuerzo. Hoy me escribieron muchos amigos, pero "ella" no lo hizo. Leo algunos mensajes y mi mujer entra sin avisar. La presiento antes de verla, menos mal que estoy contestando el e-mail de un amigo, no necesito cerrarlo. Ella se pone detrás de mí, me hace un masaje suave y muy rico en los hombros, mientras me dice que el almuerzo esta listo. Sé que ella lee el texto en el monitor. Dejo que lo haga sin ningún apuro y lo envío. Vamos al comedor donde juego con nuestro hijito, mientras ella prepara la mesa con una sonrisa misteriosa en los labios.

No le pediré a Nelson el dinero que voy a necesitar en la tarde, para tener una excusa e ir a su oficina. ¿Qué quién está en su oficina? Su nueva secretaria. Bueno, no tan nueva. Hace dos meses que la contrató. ¡Qué coincidencia! Justo el tiempo que ya casi ni nos hacemos el amor. Yo no pensaba mal, pero escuche una conversación telefónica "sin querer" entre mi marido y su amigo. Hablaban con gran entusiasmo sobre "los grandes atributos" de la nueva secretaria. Me imaginé de que se trataba. Así que dejare al niño en el Jardín y me doy una vuelta por la oficina.
. Es bonita, no hay dudas de ello. También es joven y parece inteligente. Cuando supo que era la esposa de Nelson su mirada se volvió diferente, como midiéndome y en la comparación se dio varios puntos de ventaja. Nelson no está y trato de impedirme entrar a su oficina. Nos hablamos con cortesía, pero las dos sabíamos que mentíamos. Note que puede ser un enemigo peligroso al cual hay que eliminar cuanto antes.

Son las doce de la noche. Mi esposa duerme. Muy despacito me levanto de la cama para no despertarla voy al Pc y busco el mensaje que estaba esperando. Ya me imaginaba lo que decía, ella y sus relatos, diciéndome todas las maneras las cuales me haría el amor, describiéndome paso a paso la sensación de excitación que me haría sentir a través de sus palabras. Sí!, al fin me llego. Lo abro y me llevo la sorpresa de mi vida. "Ella" me dice que no vuelva a escribirle nunca más. No soporta la mentira, bueno, tal vez alguna pequeña, pero eso de "soltero" que resulta "casado" le pareció lo peor ¡Ah, y que no vuelva a buscarla, porque ya cambió su mail. Pero.¿quién pudo descubrirme? ¿Cómo leyeron mis correos? ¿Y como supieron mi contraseña?
Mis seis "amigas” mas sexys me dejaron mensajes parecidos, con pequeñas variantes en lo que se refiere a algún insulto más fuerte o más grosero. Ya no habian palabras de sexo ni invitaciones a hacer locuras o tener sexo en el auto!! Maldición! ¡En un sólo día perdí a mis seis mujeres preferidas! Solo me queda Ximena, la única que sabe todo de mí. La llamo por teléfono y me dice que ella también recibió el mensaje. Y no se enojó, porque me conoce y aguanta eso. Entre risas me cuenta que el correo que recibió le advertía "que era casado" y que no era "la única amiga informática". Y dejaba los correos de las demás. Qué pasó Nelson? ¿Una amante despechada tuvo acceso a tu computador? Me dijo, Yo le jure y rejure que no tenia amante, que ella es la única, (por lo menos que me quede con una) y le prometí que volveríamos a vernos donde siempre.

Estoy muy enojado, en primer lugar, sentía un afecto especial por todas "mis mujeres" a las que perdí así tan rápido, en cosa de segundos, porque invadieron mi privacidad!! Leer mis correos fue un atentado a mi intimidad!! ¿Cómo lo hicieron? ¿Quién pudo hacerme esto? Debe ser alguien cercano. Y que sabe de computación. Mi mujer es un cero a la izquierda en informática, así que sólo me queda: Mi secretaria!

Estoy seguro que es ella. Tiene acceso a mi correo, ya que le dicto en la oficina y nos quedamos a "trabajar" siempre hasta muy tarde, me fascina como me lame el miembro esa chica, es lejos la mejor, hace lo que le pida, y se desnuda antes que yo le diga algo. Pero sé que es muy celosa y últimamente comenzó a hablar de lo lindo que sería vivir juntos.
Así que tomare una decisión: Cambiare mi contraseña para entrar al Msn y por supuesto, cambiar también la secretaria. Que se ha creído, por muy caliente que sea, no se lo puedo permitir!!

Nelson está muy cariñoso hoy. ¡Hace tiempo no está así conmigo! Me tocaba por debajo de la falda, toca con sus dedos mi clítoris, me hace jadear de pasión, Sus ojos me miran nuevamente con ese brillo que tenía cuando éramos tan unidos y que extrañaba tanto últimamente.

Elige una música suave y me invita a bailar. Mi cuerpo se estremece de placer cuando me besa. Trate de preguntarle porque había despedido a su secretaria, Me responde que ahora eso no tiene importancia, que tenemos cosas más importantes que hacer.
Como hacer el amor por ejemplo, recuperar todo el tiempo perdido, me pide disculpas y me dice que nunca lo deje. Y saben que? Tiene razón.
Bueno, tampoco le contare que en estos meses me volví una experta en computación y que sólo un tonto pondría la fecha de nacimiento como contraseña para abrir el correo. En vez de eso, respondo a sus besos apasionadamente, juego con su miembro y lo llevo a nuestra cama donde haremos el amor una y mil veces, haciéndonos de todo, sintiendo nuestros cuerpos tan apasionados como siempre. Y Cuidándome mucho de no reír a exageradamente a carcajadas.