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Categoría: Maduras

Esperanza, mi historia.- 8

Como recordaran dejamos el relato anterior, cuando Matías y yo nos habíamos despertados y volvimos hacer el amor y antes de ducharnos Matías me hizo ir a por una taza, me la colocó en mi coñito y recogió en ella todos mis jugos y restos de su semen que salían de mi vagina, luego nos volvimos a duchar juntos besándonos, abrazándonos, amándonos. Ahora que les he puesto en situación continúo con la historia:

 

Tras salir del cuarto de baño y secarnos, antes de desayunar me dijo Matías:

“Túmbate en la cama boca arriba y pon tu culo y coño en pompa (para arriba) con las piernas abiertas y hacía arriba”

Yo hice lo que él decía, y él entonces se acerco a una de las bolsas donde habíamos metido todo lo que compramos el día anterior y cogiendo unas bolas chinas me las fue introduciendo en mi vagina, luego cogiendo las bragas de látex con los dos consoladores o penes artificiales en su interior dándomelas me dijo:

“Ahora ponte estas bragas, las llevarás hoy todo el día, menos si tienes que trabajar que te las quitarás esas horas para ponerte las que quieras para realizar tu trabajo de puta. Ahora no te pongas más ropa encima,  vamos a desayunar y después elegiremos la ropa que te pondrás hoy, quiero que vayas llamando la atención y que los hombres deseen poseerte, quiero que te exhibas como la puta que eres y llevas dentro”

Nos acercamos a la cocina y le pregunte:

“¿Qué quieres para tomar? Leche, café, cola cao, yo me haré un cola-cao”

Él me contesta:

“Yo un café solo, la leche ya la echaré yo y tú cola-cao espera que te traiga tu taza”

Salió de la cocina y se dirigió de nuevo al dormitorio mío de matrimonio. Cuando volvió, traía en una mano la taza donde había recogido los restos de mis flujos y su semen que había echado mi coño tras nuestra follada de la mañana. Y en la otra traía la máquina mecánica de extracción de leche. Se acercó a mí y me colocó la campana en uno de mis pechos y conectó la máquina, comenzando esta a ordeñarme. Luego se agarró su polla con la mano que le quedaba libre y la acerco al borde de la taza que sostenía en la otra mano y comenzó a orinar en ella hasta que la llenó quedando menos de un dedo para llegar al borde, como no podía parar porque seguía con ganas de orinar dirigió su chorro hacía mi cuerpo llenándome toda mi barriga y piernas con él, entonces acercándome la taza me dijo:

“Toma caliéntalo, si te gusta caliente y después echa la cantidad de cola-cao que te apetezcas, hoy desayunaras cola-cao disuelto en nuestros orines, y eflujos”

Yo cogí la taza y sin protestar la lleve al microondas y la puse a calentar. Luego cogí la cafetera y le hice un café solo largo y se lo serví en otra taza y se la puse encima de la encimera de la cocina. Entonces él paró la máquina de extracción de leche y quitando la campana del envase recolector vació este en la taza que contenía el café y luego me dijo:

“Ven por favor, se ha quedado un poco corto de leche”

Yo me acerqué a él y entonces colocándome lo más cerca que pudo de su taza, cogió con sus manos la teta de donde la máquina me había ordeñado y apretando mi aureola y pezón comenzó a ordeñarme él sacando la leche y dirigiendo el chorro hacía la taza, así hasta que consiguió llenar un poco más la taza. Luego saque mi taza del microondas y al verla me dijo:

“Esperanza, para que ese manjar que te vas a beber sea completo le falta un poquito de leche, ven acércate que se la echemos”

Volviendo a coger mi teta volvió a ordeñarme sacándome varios chorros de mi leche y dirigiéndolos hacía mi taza, luego cogió una cuchara y dándomela me dijo:

“Échate las cucharadas de cola-cao que quieras y muévelo, veras como te gusta mi amor”

Cogí y me eché dos cucharadas pequeñas de cola-cao, lo moví y fui a por unas pastas para con el café y el “exquisito cola-cao”, las puse sobre la mesa y sentándonos los dos comenzamos a comer. Yo era rehacía a mojar las pastas en el “cola-cao” pero él dándose cuenta cogió una pasta de la bandeja la mojo en el contenido de mi taza y acercándomela a la boca me dijo:

“Toma querida, come, verás cómo te gusta”

Yo abrí la boca y él empujo un poquito hasta que la tuvo dentro de ella y no me quedó más remedio que cerrar la boca y tragármela. En principio me dio nauseas y creía que no me lo podría tragar, pero luego mirándole hice un esfuerzo y me lo trague. Entonces él volvió a mojar otra pasta y haciendo la misma operación me dijo:

“Esperanza, ¿te gusta?, es que he visto que te han dado arcadas. Comete esta verás como la segunda te entra mejor, no todas las putas pueden comer y saborear tan gran manjar”

Yo entonces comiéndome la segunda pasta sin hacer gestos de ascos y sin arcadas  y sabiendo que me estaba poniendo a prueba (y que quería hacerme todo aquello) para cuando le dijera, el domingo,  que sí aceptaba estar con él y que era totalmente suya y que podía hacer conmigo y con mi cuerpo todo lo que él quisiera, estuviera segura de lo que decía y aceptaba. No quería que luego  pudiera  (si me arrepentía) decir que no sabía lo que me esperaba. Yo tras tragármelo le dije:

“Si querido, está riquísimo, cuantas quisieran poder comerlo y saborear tal manjar”

Él entonces cogió otra pasta y comenzó a untarla en su café mezclado con la leche de mis pechos, comiéndosela con un placer inmenso como podía ver por la cara de felicidad que mostraba al hacerlo. Entonces yo cogí otra pasta y esta vez fui yo la que lo unte en mi taza y me lo lleve a mi boca tragándomela. Luego cogí otra la volví a untar y se la acerque a su boca para que se la comiera. Él me miró y con una sonrisa, abrió su boca y se la comió también sin decir nada. Después él cogió otra pasta la unto en su café y me la ofreció para que me la comiera. Así estuvimos hasta que terminamos el platito de pastas que había puesto en la mesa.

Tras desayunar recogí las tazas, que habían quedado completamente vacías y cogiendo una fregona recogí el resto de orín de Matías que había caído al suelo al orinar sobre mi cuerpo.

Tras esto me fui al cuarto de baño y me limpie con una esponja las partes de mi cuerpo por donde me había caído el orín de Matías. Cuando salí del cuarto de baño él ya me esperaba en mi dormitorio. Entonces se dirigió a mi cómoda abriendo el cajón donde guardo mi ropa interior, comenzó a elegir un sujetador, no viendo ninguno que le gustara fue hacía una de las bolsas que contenían la ropa interior que habíamos comprado el día anterior y sacando uno de látex de tiras me le dio para que me le pusiera, diciéndome:

“Ponte este, en tu cajón no encuentro ninguno apropiado para hoy. Vamos a ver qué ropa tienes”

Fuimos al armario  y abriéndole, sacó el vestido pre mamá más corto que vio. Era muy corto de la parte de abajo, me quedaba como a tres o cuatro dedos por debajo de donde acababan mis bragas, y por la parte de arriba era todo abotonado hasta la cintura. Entonces me dijo:

“Póntele y no te abroches los botones, quiero que se te vean bien esos pechos que tienes”

Le hice caso y en efecto, de lo corto que era, cualquier movimiento que hiciera provocaba enseñar mi culo o por delante todas mis bragas. Y como me dijo que no me abrochara los botones, no solo enseñaba mis pechos sino toda mi barriga de preñada, al ver cómo me quedaba  le dije:

“Matías, no puedo llevar todos los botones desabrochados, voy enseñando toda mi barriga de embarazada, y en vez de provocar y excitar, lo que voy haciendo es dar asco. Yo creo que es mejor que me abroche por lo menos los botones hasta que comienza la barriga, de esta forma enseño gran parte de mis pechos y con cualquier movimiento que haga (por pequeño que sea) tanto al agacharme como al gírame se verán mis pechos, ¿te parece?”

Él con una sonrisa en sus labios y agarrándose la barbilla como pensativo me dijo:

“Si cariño, tienes razón, así estas mejor, ahora ponte un liguero y unas medias transparentes negras, no te las pongas de malla (esas son las que usan las putas) quiero que excites pero no que parezcas una puta”

Busque en mi cajón de ropa interior y me puse un liguero de encaje negro y las medias como él me decía negras de cristal con una blonda o elástico en la parte superior de encaje. Luego me calcé unos zapatos también negros con un poquito de tacón (unos 3 centímetros). Me miré al espejo y la verdad es que estaba provocativa (dado lo corto del vestido y el llevarle desabotonado hasta donde comenzaba mi barriga) enseñando e insinuando (aunque era más de lo primero que de lo segundo), me dije para mis adentros (“si no fuera porque me lo ha pedido él, nunca saldría a la calle con esta pinta, lo enseño todo), y le dije:

“¿Qué te parece? ¿Cómo estoy? ¿Te gusta?”

Y dándome una palmada en mi culo me dice:

“Estas preciosa, cuantos van a rabiar al verte y no poderte catar. Cuantas envidias voy a levantar de que me vean a tu lado. Hoy quiero que estés con el señorito Javier solamente lo necesario para no levantar sospechas y si puedes evitar que te toque mejor. No me gusta que otro hombre toque o se folle a mi mujer sin yo saberlo y haber dado mi consentimiento y tú a partir de ahora eres mi mujer y aunque tengas que estar un tiempo aún con el señorito Javier. Procurarás que cada vez te vaya tocando y poseyendo menos, hasta que se canse y abandone (y esto lo hago así porque él es mi patrón y si se enfada puedo perder mi empleo). Te quiero mi vida, cuánto tiempo he deseado que fueras mi esposa, y ahora que ya lo daba por imposible y por perdido tú misma te has ofrecido a serlo y veo que decidirás el domingo serlo, pues te estoy poniendo a prueba tratándote algunas veces como no quisiera para que sepas lo que te puede pasar si aceptas ser mi mujer y sin embargo lo haces sin rechistas. Eres la mejor mujer del mundo con la que quiero pasar el resto de mi vida, te quiero Esperanza y me gustaría que esa criatura que llevas en tú tripa fuera mía y no de Javier. Perdona si alguna vez te trato de una forma que no deba y te insulto y trato de puta, bien sabes que para mí eres lo máximo como mujer y que te quiero como no he querido nunca a ninguna mujer, ni incluso a Inés antes de enterarme de su mentira “.

Entonces me acerque a él y abrazándome a su cuello le di un fuerte beso y cuando acabe le dije: 

“Yo también te quiero y deseo ser tú mujer y estar a tu lado toda la vida, no me importa que me trates a veces mal, ni que mi insultes,  ni que me hagas beber y comer cosas repugnantes o sucias como ha pasado con el desayuno, solo quiero estar contigo, te quiero con todas mis fuerzas”.

Luego miramos el reloj, eran las 8,50, entonces él dijo:

“Es tarde tengo que vestirme e irnos, sino no nos va a dar tiempo llegar a la hora que nos han indicado”

Él cogió se dirigió a su maleta y sacó ropa limpia y comenzó a ponérsela. Cuando acabo, yo cogí un abrigo y cuando me le iba aponer me dijo:

“Esperanza, ¿no tienes otro?, ese es muy largo y te tapa demasiado”

Yo le dije:

“Que me abrigue es el único que tengo, luego tengo otros más cortos o chaquetas de lana calada, pero seguro que con esos paso frio”

Él me contestó:

“Me gustaría que te pusieras otro más corto o una chaqueta calada de lana. Frio no creo que pasemos mucho pues seguro que vamos a estar casi todo el tiempo en el sex –shop o en el coche o en algún lugar cerrado. Por favor hazlo por mí sabes que me gusta que la gente te mire y te desee”

No me gustó mucho, pues también era la hora en que muchos vecinos o vecinas bajaban al garaje para coger el coche y marchar al trabajo y podían verme con esta pinta y no quería que así fuera. Dado que no quería perder la buena reputación de ama de casa y madre ejemplar que tenía entre el vecindario. Pero también quería agradar a Matías, de modo que le hice caso y me puse una chaqueta de lana negra calada (a través de la cual se podía ver perfectamente la ropa que llevaba debajo), corta que me quedaba aún por encima de la faldita de mi mini vestido. Luego cogí mi bolso y las llaves del coche y bajamos para el garaje. Al ir a coger el coche coincidí con uno de mis vecinos, era un chico de unos 18 años, se llamaba Ruben era amigo de mi hijo (aunque tenía fama en el barrio de ser un macarra, era buen chico) y era hijo de un matrimonio vecino de toda la vida con él que nos llevábamos muy bien, yo le había visto crecer. Él a verme me dio los buenos días y no quitó ojo de mi cuerpo, seguro que la pinta que llevaba le choco comparandolo como habitualmente me veía. También se quedó mirando a Matías como diciendo “y este quien es”, entonces al darme cuente le dije:

“Buenos días Ruben, y tus padres ¿están bien?, mira este es mi primo Matías que ha venido del pueblo a resolver unos asuntos aquí en Madrid y estará en casa unos días hasta el domingo”

Él se acercó a Matías y dándole la mano le dijo:

“Encantado, sea bien venido”

Matías le dio las gracias. En eso pasó un coche que salía del garaje y nos saludo dando un pequeño pitido, era el padre de Rubén, el cual en más de una ocasión y amparándose en la confianza que teníamos me había tirado los tejos muy disimuladamente para que mi marido y su mujer no se percataran de ello, creo que no apreció la pinta que llevaba, pero él que si se había fijado era su hijo. Yo me daba cuenta que el chico no podía dejar de mirarme, seguro que estaría viéndome alguna zona de mi cuerpo que habitualmente no había tenido la oportunidad de verla, yo con mi nerviosismo no sé si le enseñaba mi culo, mis bragas o mis pechos pero de lo que si estaba segura es que algunas de estas parte me había visto, pues las bolas chinas y los consoladores que tenía metidos en mis orificios más íntimos, me excitaban al máximo haciendo la calentura que me provocaban que no me pudiera quedar quieta , lo que hacía que adoptaras posturas atrevidas sin querer. Entonces abrí el coche y entré rápidamente, Matías se montó también y Ruben acercándose a mi cristal (seguro que con el fin de verme mis piernas y todo lo que pudiera) me dijo:

“Tenga usted un buen día señora Esperanza, ese vestido le sienta muy bien, esta muy guapa”

Esas palabras me confirmaron mis sospechas Ruben había tenido una buena sesión de mi anatomía más intima, mire hacia abajo a mi asiento y pude ver que el vestido se me había subido bastante y dejaba al aire gran parte de mis bragas y se podían ver parte de la pelambrera de mi coño que salía por los lados, el niño salía a su padre y ahora comenzaba a creer que la fama de macarra que tenía en el barrio podía ser verdad. Yo le sonreí y le di las gracias y arranque el coche, eran las 9,00 y habíamos quedado con Javier y su madre a las 9,30 y aún teníamos que pasar por el hotel de Matías para que este cogiera el coche. Matías se había dado cuenta de que el chaval se había calentado viéndome como iba, entonces llevo una de sus manos a mis bragas y metiéndola por el elástico, me toco toda mi chocha penetrada por el falo de la braga, estaba muy mojada, él sacándola y llevándosela a su boca me dijo:

“Estas empapada, te ha excitado que ese chaval te viera como vas vestida, eres una zorrilla, me parece que hoy vas a disfrutar de lo lindo exhibiéndote.”

Al llegar a Alcobendas fuimos derechos al hotel, Matías se bajo y entró en el garaje del mismo y sacó el coche y se dirigió hacía casa de Javier, yo hice un poco de tiempo y llegue como 10 minutos más tarde. Cuando llegue me estaban esperando, Javier se acercó a mí y dándome un beso en mi boca aprovechó para meter su mano en mis pechos en cogiéndome uno de ellos y apretándomelo me dijo:

“Esperanza, ¿Cómo te has vestido así? Estas estupenda, cuantas veces he querido que te vistieras de esta forma y desde que se te ha empezado a notar la barriga nunca has querido y hoy que prácticamente no voy a poder estar contigo, da la casualidad que te vistes como a mí me gusta…provocando y pidiendo guerra. No será que te vistes así para que Juan Ramón, el dueño del sex shop, te vea y te proponga trabajar en el show….ja,ja,ja, es una broma. Pero llegas un poco tarde, ya se iban a marchar mi madre y Matías, de que no venías, pues  a las 10 he quedado con el dueño del sex-shop  que llegaría mi madre para que ella se prepare y él si quiere follarla lo haga o la diga lo que quiere que haga en el espectáculo, dado que a las 11,00 es el primer pase del espectáculo.”

Yo le contesté:

“Si me he vestido así pensando en que estarías hoy con nosotros y como últimamente me haces poco caso, me he dicho voy a vestirme como a Javier le gusta que salga a la calle a ver si se anima y me hace más caso. Pero ya veo que hoy, según tú tampoco vas a poder estar mucho con nosotros. Por eso ha sido también un poco mi retraso, buscando que ponerme”

Él me contesta:

“Lo siento Esperanza, pero hoy me es imposible, tengo exámenes en la universidad y después he quedado con unos colegas que tenemos que hacer unos asuntos.¿ Inés no va con vosotros?, había pensado que después de lo bien que lo paso con su ex marido igual quería estar con él, pero bueno no es así,  entonces supongo que estará trabajando”

Le digo:

“No sé qué te pasa, pero desde que tengo esta tripa y el embarazo ha entrado en su recta final, parece que me rehúyes y que estoy dejando de gustarte, pues que sepas que esto (y me señalo mi tripa) es como consecuencia de que tú querías tener un hijo conmigo pues yo no quería y al final cedí por ti. Referente a Inés, lo suyo con Matías ya pasó y no creo que tenga ganas de volver con él ni Matías con ella, dado que todos sabemos que él ya tiene a otras, además ella tiene que trabajar. O preguntas por ella por otra razón, porque últimamente te veo muy interesado en ella”.

Javier se acerca a mí y cogiéndome la barbilla me da un beso y me dice:

“No te pongas celosilla, ya sabes que solo tengo ojos para ti, venga tonta no pienses cosas raras. Y no os entretengáis más que vais a llegar tarde”

Entonces, cogimos Mamen, Matías y yo y cerrando la puerta salimos hacía el coche. Al llegar a él Mamen se montó delante con Matías y yo atrás. Cuando íbamos hacía el sex shop, me di cuenta que Mamen no hacía más que meter mano al paquete de Matías y le decía:

“Que ganas tengo que volvamos a casa para tener esta delicia bien metida en mi coñito, que delicia, que placer me haces sentir cariño, si no fuera porque vamos a llegar tarde y Javier se enfadaría, te hacía ir algún sitio solitario donde me pudieras poseer, follar, hacerme vibrar con ese pedazo de polla que tienes ,Matías, cariño. A ver si Javier lleva pronto su idea a la práctica y puedo ser libre de mi marido, me lo ha prometido que será muy pronto antes de lo que pienso”

Matías, se le notaba nervioso por mi presencia, pero se dejaba hacer. Yo por el contrario me entró un cabreo de campeonato y más no pudiendo decir nada y tener que callarme (dado que ella no sabía nada de lo mío con Matías y pensaba que estaba aún loquita por su hijo), entonces fu Matías quién le dijo:

“Señora, por favor contrólese, no estamos solos, que va a pensar Esperanza”

Ella se volvió hacía mí y con una sonrisa le contesto:

“No pasa nada Matías, Esperanza sabe de sobra lo nuestro, además seguro que si fueran ella y Javier y yo fuera sola como ella hay detrás ellos harían lo mismo”

No me dio tiempo a contestarla porque acabábamos de llegar al sex shop. Eran las 10,05, no nos habíamos retrasado mucho, aparcamos en un parking cercano y fuimos andando al establecimiento. Al llegar preguntamos por Juan Ramón, el cual al oírnos salió a recibirnos, nos estaba esperando. Al vernos nos saludo y nos hizo ir a su despacho, allí nos dijo:

“Así me gusta la gente puntual, estáis las dos bellísimas. Tú Mamen ¿estás decidida hacer el show? O te estás arrepintiendo, solo lo harás si quieres y te apetece. Lo mismo que follar conmigo, aunque era lo pactado con Javier, solo lo haremos si tú quieres hacerlo”

Entonces Mamen le contestó:

“Si Juan Ramón, estoy decidida y me gustaría hacerlo si tú quieres contigo de pareja”

Él la contesta:

“Pues yo encantado. Mira para dar más morbo al espectáculo vamos a presentarte como un ama de casa que es la primera vez que vas hacer esto y que pones los cuernos a tú marido. Para ello te pondrás esa ropa, como ves es una ropa normal y corriente con la ropa interior también convencional  incluida la combinación (de las que usan las amas de casa normales, es decir bragas grandes) Aunque el sujetador y las bragas tiene mucho encaje y esto le hace  semitransparente, de tal forma que insinúa pero no deja ver nada. Te he cogido dos conjuntos uno color hueso y el otro malva, para que elijas el que quieras”

Mamen se acerca donde esta la ropa la mira y le dice:

“Cogeré el sujetador y las bragas malva, así destacará más mi cuerpo blanco”

Entonces él la dice:

“Pues pasa a ese cuarto y cámbiate, en cuanto estés comenzamos, pues quiero aprovechar y en vez de ponerlo a las 11,00 como os dije lo adelantaremos medía hora y ese tiempo le aumentaremos al espectáculo”

Mamen le hizo caso y cogiendo la ropa entró en el cuarto y comenzó a cambiarse. Al cabo de un ratito salió de él, tenía el aspecto de una señora normal y corriente como cualquiera que te puedes encontrar por la calle. Llevaba una falda negra que la quedaba su final como a 3 ó 4 dedos por encima de sus rodillas, en la parte superior una rebequita de punto y bajo ella una blusa blanca, en la que se podía vislumbrar muy fugazmente y muy descolorido (debido a que estaba debajo de la combinación) el color malva del sujetador. Las piernas las cubrían unas medias negras de cristal y calzaba unos zapatos negros de medio tacón. La verdad es que daba todo el aspecto de una señora muy decente y recatada, entonces el dueño del local la dijo:

“¿Estas preparada, estas lista para comenzar?

Mamen contesto:

“Si cuando quieras”

Eran las 10,20 h, entonces a nosotros nos dijo:

“Podéis ver el espectáculo desde las gradas o desde una de las cabinas, nosotros nos vamos para la pista a las 10,30 comenzamos”

Entonces yo le dije:

“Preferiríamos una cabina, pues por esta zona tiene mi marido el despacho y no me gustaría que ningún conocido (si viene al establecimiento o a ver el espectáculo) me viera y me conozca”

Juan Ramón nos dice:

“De acuerdo, pero no te preocupes, a esta hora el personal de oficinas no suele venir, ellos vienen a mediodía o a las 6,00 de la tarde, de modo que tranquila”.

Ellos se fueron hacía la zona privada de la sala de espectáculos y nosotros Matías y yo a una de las cabinas que daba hacía la pista donde dentro de pocos minutos actuaria Mamen y Juan Ramón.

La pista estaba a oscura y las cabinas tenían encendida una pequeña luz, entramos y cada cabina tenía dos butacas, que en un momento dado se podían inclinar y quedar como si fueran prácticamente dos camas. Nada más entrar, cerramos la puerta y no pude reprimirme y agarrando a Matías por el cuello le di un beso con lengua. Estaba muy caliente las bolas chinas y los dos consoladores que tenía metidos en mis agujeros me habían hecho estar así de salida, solamente deseaba que Matías me poseyera en aquella cabina. Mis movimientos al besarle habían hecho que mis pechos se salieran del vestido y estaban completamente ofrecidos a mi pareja. A él también se le notaba excitado, las caricias y toqueteos de Mamen en el coche habían hecho su efecto. Entonces al ver mis pechos fuera del vestido llevo sus manos a ellos comenzó a sobármelo, a besármelos y a succionar mis pezones, esto hizo que mi calentura subiera más, si esto era posible y no pude por menos que comenzar a soltar gemidos:

“Mmmmmmm, ahhhhh, siiiiiiii, así, siiiiii…. siiiiii, mmmmm así, ahhhhh, ahhhhhh  muerde cabrón, muérdeme los pezones, que estoy caliente, muerde mi amooooorrr  , aprieta fuerte  son todas tuyaaaass , no son de nadie máásss….sacame la lecheees, ahhhhh, siiiiiiii, así, siiiiii…..mmmmm, siiii, que placeeer me estas proporcionandooooo….”

Él continuaba con mis tetas liado, cambiando de un pezón a otro, me mordía mis grandes y maduros pezones, mientras que su mano libre la metía entre mis bragas y comenzaba a tocarme mi almejita, el estaba tan excitado como yo o más y comenzó a decirme:

“Si Esperanza, sigue así puta, ofréceme las tetas mientras cojo ese coño de puta que tieneeeesss , siiiiii, mmmmm, eres mi puta ,querida, mi putaaaa, muévete ramera, muévete así, mmmmm.”

Él como pudo me fue bajando las bragas y sacándome con ella los dos consoladores de mis dos orificios, me dejo las bragas a medio muslos y sus dedos sustituyeron al consolador que había tenido metido en mi “panocha” como él llamaba a mi coñito. Y comenzó a sacármelos y metérmelos como si me follara con ellos, tocando con ellos las bolas chinas y provocándome con su movimiento aún más placer, haciéndome subir al cielo y viniéndome un gran orgasmo que no pude reprimir y me corrí como una zorra a la vez que me decía:

“Si querida, sigue así puta, ofréceme las tetas mientras te follo con mis dedos puta, siiiiii, mmmmm, eres mi puta Esperanza, mi putaaaa, muévete ramera, muévete así, mmmmm.”

A mi estos comentarios me ponían más caliente, si podía ser, estaba como loca y me comencé a mover mi pelvis a la vez que él me entraba y sacaba sus dedos, estaba como poseída por sus palabras fuertes y obscenas me excitaban demasiado, no sé porque otras veces lo había hecho y no me habían calentado de esa forma ¿quizás fuera por el sitio donde estábamos haciéndolo? pero  me  excitaron tanto que comencé a balbucear y a decir casi gritando:

 “Me corro mi amor, me corrroooo Matías, me corro como una puta, no voy a poder evitarlo mucho tiempo más, me has puesto a mil con tus palabras, siiiiiii, hijo de putaaaaa…., me corrooooooooo, fóllate a esta  puta en que me he convertido, a tu putaaaa…..a tú zorraaaa….,siiiiiiii,mmmmm, sigue mi amoooorrr , dame, dame, me siento una putaaaaa, siiiiiiii, dame, sigue, mmmmmm, ahhhhhhhh, macho mío, ahhhhhhh…..me corroooooo……”.

Aunque me había corrido él seguía entrándome y sacándome sus dedos de mi coño y chupando y mordiendo mis pechos como si le fuera en ello la vida. Seguíamos los dos de pie, no habíamos tenido con nuestra calentura, ni tiempo para sentarnos. Yo ya más tranquila, lleve mi mano a su cintura y le desabroche el cinturón de su pantalón y le baje su calzoncillo hasta medio muslo, al igual que él había hecho con mis bragas, y le cogí su miembro, que lo tenía tieso y duro como una barra de hierro, le notaba todas su venas muy hinchadas: se veía que estaba muy caliente, mientras yo hacía todo esto él seguía masturbándome y castigando mis pechos. Yo comencé con una de mis manos a recorrer suavemente su dura barra adelante y hacia atrás, comenzando a masturbarlo. Cuando estábamos en esto, se apagó la luz de la cabina donde estábamos  y se encendió toda la pista-escenario, donde iba actuar Mamen. Entonces él se quedó quieto, dejando libre mis pechos, pero sin sacar sus dedos. Yo continúe masturbándole y él me dijo:

“Espera un momento vamos a ver el espectáculo, si podemos y nuestra calentura nos deja”

Yo le contesto:

“Entonces tendrás que sacar tus dedos de mi coño y yo dejar de masturbarte, pues con lo salido y caliente que estamos los dos no creo que duremos mucho viendo el espectáculo”

Contestándome él:

“Tienes razón, pero no te subas las bragas, mejor acaba de quitártelas, ni te guardes tus pechos, yo acabaré de quitarme los pantalones y los calzoncillos y así estaremos más cómodo viendo el espectáculo y si no podemos aguantar sin tocarnos tendremos vía libre para hacerlo, ¿te parece mi amor?”

Yo de contesto:

“De acuerdo, como tú quieras, pero me hubiera gustado tener nosotros nuestro propio espectáculo”

Cuando acabe de decir esto, se oyó una voz en el escenario que decía:

“Señoras y señores, el espectáculo de hoy es algo especial, la chica que va actúa no es una profesional, ni modelo, ni se dedica a esto. Es un ama de casa de 40 años, poco atendida por su marido y no sabemos si por necesidad económica o por necesidad de macho hoy se estrena en esto y será la primera vez que va a ser follada por otro hombre que no es su marido y lo hará aquí delante de todos ustedes. Por favor perdónenla su timidez, estoy seguro que solamente será al principio y que a medida que vaya pasando el tiempo ella se irá liberando y se nos presentará como es, y a lo mejor descubrimos a una mujer que ni ella misma espera, caliente, morbosa y ……porque no decirlo muy puta….Con todos ustedes Mamen la madurita ama de casa que hoy comienza su etapa de actriz porno, tendrá como acompañante al dueño del local Juan Ramón , al cual le saca 10 años. Pueden ustedes pensar que es un ama de casa que un joven vecino ha aprovechado la ausencia de su marido para seducirla y poseerla y si puede emputecerla, eso les dará más morbo.”

Tras la presentación salió primero a la pista Mamen seguida de Juan Ramón, el cual ya solamente llevaba puesto un calzoncillo muy ajustado que marcaba en exceso su paquete (que por cierto el bulto era bastante grande). Mamen iba como la habíamos visto antes de entrar nosotros en la cabina: Llevaba una falda negra por encima de sus rodillas como 3 ó 4 centímetros, en la parte superior una chaquetita fina de punto y bajo ella una blusa blanca. Las piernas las cubrían unas medias negras de cristal y calzaba unos zapatos negros de medio tacón. La verdad es que daba todo el aspecto de una señora muy decente y recatada, como en realidad era lo que se pretendía. Ella muy en su papel hacía como si la diera vergüenza la situación. Juan Ramón se acerca a ella por la espalda y comienza a quitarla la chaquetita de punto, ella se cruza los brazos por delante de sus pechos como tratando de taparse. Él entonces la da la vuelta quedándola mirando hacia él y quitándola las manos de los pechos hace que los deje caer a los lados de su cuerpo, luego comienza a desabrochar los botones de la blusa (que los tenía abrochado hasta el penúltimo, tapándola prácticamente todo) y cuando los tiene todos desabrochados, la saca la blusa del elástico de la falda y quitándose de delante de ella, se pone detrás y la va bajando la blusa por sus hombros y brazos hasta dejarla caer al suelo.  Al caer la blusa queda aún tapada por la combinación color hueso semitransparente y con encaje que se ha puesto para dar más el aspecto de un ama de casa convencional,  y a la vez da más morbo y hacer durar más el estriptis que está realizando. Juan Ramón se acerca de nuevo a ella  y la desabrocha la corredera lateral de la falda y tirando de ella hacía abajo la deja caer al suelo, la da la mano y la ayuda a que saque sus pies de la falda y la hace mover un metro, Mamen queda solamente con la combinación. Ya a través de esta prenda se puede vislumbrar su ropa interior de color malva. Ella entonces de nuevo trata de tapar sus pechos colocándose sus brazos y manos sobre ellos pero de tal forma que no se tape nada y agacha la cabeza como si la diera vergüenza.. Entonces su compañero, se acerca a ella, la coge por la barbilla y la hace subir la cabeza, se la pone a su misma altura y acercando sus labios la da un beso en la boca, ella trata de mover la cara de un lado para otro para que no pueda besarla, pero él la coge con sus dos manos la cara y la impide que la mueva y al final consigue darla el beso. Entonces el va deslizando su mano por sus hombros se separa un poco de ella y sin dejar de tocar su cuerpo sigue deslizando sus manos por el escote de la combinación, el cual agarrándolo con fuerza tira de él y raja la prenda de arriba abajo quedando rajada hasta la mitad de donde se encuentran las bragas. Mamen trata de nuevo de taparse uniendo los laterales rotos de la combinación y entonces Juan Ramón, de nuevo se acerca a ella, y haciéndola que levante la cara, la da dos bofetadas (que Mamen no se esperaba , porque se la ve que la ha cogido por sorpresa) y cogiendo de nuevo los laterales rotos de la combinación tira más fuerte de ella hasta que consigue rajarla del todo y luego se acerca a ella y hace que los restos de la prenda vayan cayendo a lo largo de todo su cuerpo hasta el suelo.

La coge de una mano y la hace girar sobre ella misma, exhibiéndola ante el público que presenciamos el espectáculo, ahora está solamente con el sujetador y las grandes bragas que la llegan casi a su ombligo, con su medias negras, sujetas por un liguero negro muy sexi (que no habíamos visto antes en el despacho) y los zapatos negro de medio tacón. Entonces él sin soltarla la mano la lleva a su paquete y la hace que se lo toque por encima de su calzoncillo, la hace que se lo acaricie una y otra vez durante un rato, a la vez que él con la otra mano comienza a sobarla sus pechos por encima del sujetador. A él se le va notando que esta caricia le esta excitando pues se ve que el bulto del calzoncillo que Mamen esta acariciando va aumentando de tamaño. A ella también se la nota un poco excitada, entonces él hace que ella meta su mano dentro del calzoncillo y le acaricie ya directamente su polla, ella hace con que se ruboriza pero no deja de sobársela, el hace que al final ella se lo saque del calzoncillo y sigua tocándosela (ante nuestros ojos aparece una buena herramienta , por lo menos de 23 ó 24 centímetros de larga por unos 7 u 8 de gruesa), mientras él deja de tocar los pechos de Mamen y ayudado por las dos manos se quita su calzoncillo. Se acerca a ella y llevando su mano a su espalda la desabrocha su sujetador, que ella en una última acción de resistencia sujeta con su mano libre para evitar que este caiga y descubra sus pechos. Pero él cogiéndole con una de sus manos tira de él quitándoselo y tirándolo hacia una de las ventanas donde se encuentra el público  y quedando de esta forma Mamen con sus pechos expuestos a las miradas de todos nosotros, se la ven duros y los pezones tiesos, lo que demuestra que esta súper excitada. Luego él quita la mano de ella de su polla y se la coge él mismo con su mano derecha y con la izquierda la coge por su cintura y le arrima a él haciendo que su pene se pegue a su rajita por encima de su gran braga. Luego se separa y comienza a pasársela todo lo largo, arriba y abajo, de su rajita por encima de las bragas. Esto lo hace durante un rato, hasta que consigue que ella comience a echar flujo y que se vea una gran mancha de humedad en la parte de sus bragas que pegan con la rajita de su almeja.

Yo en este punto estoy muy excitada, pues continuo con las bolas chinas metidas en mi vagina y no puedo reprimirme y llevo una de mis manos al miembro de Matías, que le tiene tan duro como lo deje, seguramente el ver a su patrona exhibirse y dejarse manosear por Juan Ramón, le esta excitando (aparte de la calentura que llevaba cuando comenzó el espectáculo) y comienzo acariciarle y emprendo una suave masturbación. Él al ver esto coge una de sus manos y comienza a acariciar toda mi “panocha” y parándose en mi clítoris emprende también una lenta masturbación, más que masturbación, una prolongada y gratificante caricia sobre mi sexo.

En la pista Juan Ramón ha hecho que Mamen se ponga de rodilla, aún con sus bragas puestas, y acercando su polla a sus labios ha comenzado una mamada. Por la cara que él pone de placer parece que Mamen se la está mamando de maravilla, de vez en cuando se oyen gemidos de placer que salen de su boca, mientras Mamen procura llevarse la polla del hombre a lo más hondo de su garganta, para luego volver a sacarla y meneársela con su mano de nuevo, luego vuelve acercar a su boca la polla y repite la operación. Él ha llevado sus manos a la cabeza y nuca de Mamen y acompaña con sus manos el compasado mete y saca que ella hace sobre el instrumento de su compañero.

Entonces Matías, muy excitado me dice:

“Esperanza, quiero que me la chupes como Mamen se la chupa a ese cabrón”

Entonces él se sienta en una de las butacas yo sabía bien como le gustaba y lo que quería. Así que me acerque a él y colocándome de rodilla entre sus piernas y bajando mi cabeza hasta su enorme polla la agarre sumisamente con mi mano derecha y me la metí en boca. Al decirme esto como es fácil imaginar, dada la calentura que llevaba encima toda la mañana, la boca se me hizo agua en ese momento, solo el verla ante mis ojos y boca me entraron unas ganas impresionantes de comerme y saborear aquella preciosidad , aquel pedazo de carne enorme y abriendo todo lo que pude mi boca, en un santiamén la tenía bien metida y empecé a chuparla como si me fuera la vida en ello, era increíblemente dura y suave al mismo tiempo y además, tenía un sabor espléndido (en esta ocasión , no sé si por el lugar, por la calentura o porque) diferente y sabroso al de otras veces que la había tenido en mi cavidad bucal. Puedo asegurar que, en ese momento, era la polla más sabrosa que jamás me hubiera comido, a esas alturas mi almejita estaba ya completamente mojada y palpitaba de ganas, pasaron apenas un par de minutos de mamada y mi Matías empezaba a ponerse más excitado todavía a juzgar por sus movimientos de cadera hacía mi garganta, es como si me estuviera follando por la boca, su pene estaba cada vez más duro, si esto era posible.

Comencé a chupar aquella polla que ya poco más podía crecer, aunque con mi caricia note que algo más si lo hacía dentro de mi boca, pronto no cabía más que la mitad y sus laterales rozaban todo el interior de mi boca, pero yo quería que me entrará más y a la vez que él empujaba hacía mí yo también empujaba hacía él para ver si conseguía que me llegara a mi garganta, mi cavidad bucal se hinchaba por completo, Matías, entonces, al ver mis ganas, se divertía sacando su polla de mi boca y golpeándome la cara con ella, como si me abofeteara, y entonces me dijo:.

"Chúpame las pelotas, putas igual que Mamen se lo está haciendo a ese hijo de puta"

Yo obedecí, aunque comprendí que lo que deseaba es que le hiciera lo mismo que Mamen le hacía a su pareja en ese momento para imaginarse que era ella quien se lo hacía. Pero a mi no me importaba que lo hiciera por eso, en esos momento lo deseaba de tal forma que me hubiera dado igual lo que hubiera deseado o me hubiera hecho solo quería tenerlo dentro de mí. Entonces agarrando sus dos enormes pelotas con mis manos me las lleve a mi boca y me metí sus dos enormes huevos llenos de pelo y los chupe con ganas, luego pasaba mi lengua por toda su polla, desde la base hasta la punta donde me entretenía lamiendo y chupando su glande, besaba la punta de aquella polla como si se tratara de un ídolo al que había que adorar. Matías entonces agarrándome de la nuca  me obligó  a tragarme su polla hasta que la punta rozó mi campanilla y me provocó una arcada. Él sentado en la butaca  podía verme reflejada en la ventana por la que se veía la pista-escenario, arrodillada ante su polla con mi cabeza entre sus muslos bajando y subiendo a ritmo acompasado mientras su polla entraba y salía una y otra vez de mi boca, mi garganta se fue acostumbrando ante tamaña herramienta y en alguna ocasión conseguí tragarme tres cuartas partes de aquella polla aunque no lograba tragármela hasta la empuñadura como él pretendía.

Mientras, el espectáculo continuaba, Juan Ramón cuando veía que se iba a correr hizo que Mamen dejara la mamada que le estaba realizando la cogió por sus sobacos y la hizo que se pusiera de pie ( a ella la costo tener que separase de esa polla, y más sabiendo que estaba a punto de haber conseguido que se corriera en su boca, pero él era un profesional y sabía que si esto ocurría el espectáculo acabaría allí mismo y de lo que se trataba era de hacerlo durar al menos durante una hora o más); luego se acerco a ella y agarrando uno de sus pechos comenzó a chupárselo, primero todo su contorno para ir llegando a su aureola la cual recorrió una y otra vez antes de meterse su pezón tieso y duro en la boca y comenzar a succionarlo, con la otra mano le sobaba el otro pecho. Así estuvo un rato hasta que después fue recorriendo su cuerpo hacía abajo hasta que llego al elástico de sus grandes bragas y a medida que la besaba en su barriguita y ombligo la fue bajando las bragas, primero hasta su pubis, donde bajo su boca y comenzó a besar, luego hasta medio de sus muslos, para al final bajársela del todo y haciendo que levantara primero un pie y luego el otro para sacárselas del todo. Cogió la prenda y la lanzó contra las cristaleras o ventanas donde los espectadores contemplaban el espectáculo, con tan buena suerte que fue a caer contra la que nos encontrábamos nosotros quedando enganchada en uno de los extremos de la citada ventana. Yo deje el movimiento del mete y saca de la polla de Matías en mi boca, al oír el golpe en el cristal, y pude comprobar la parte de la braga que había estado tocando la chocha de Mamen completamente llena de jugos y flujos vaginales de mi querida “suegra”, después volví de nuevo a mi tarea de mamar la polla a mi hombre que en esos momentos me interesaba más que él espectáculo.

Mientras yo hacía esto, Juan Ramón en la pista había hecho que Mamen se tumbara en las colchonetas del suelo y él se colocó encima en posición invertida y comenzaron a realizar un 69, pronto se comenzaron a oír gemidos de placer tanto de Mamen como de su pareja. Esto hizo que Matías no aguantará más, en ese estado me cogió de la barbilla interrumpiendo la mamada, y me saco la polla de golpe de la boca y comenzó a agitarla delante de mi cara, golpeándome con ella, luego cogiéndome por mis sobaqueras hizo que me levantara, me abrió de un tirón el vestido (rajándomele) dejando mis enormes tetas libres ante él, me las agarro con fuerza y empezó a apretujarlas, luego, dándome la vuelta hizo que me pusiera de frente contra la ventana por donde veíamos el espectáculo y apoyara mi pecho contra el cristal y mis manos y brazos sobre el marco lateral de la ventana (uno a cada lado del marco), se puso de pie tras mí y haciéndome abrir todo lo que pude las piernas me dijo:

“Ven quiero que tú también veas el espectáculo. Que veas a la puta y zorra de tu “suegrita” como disfruta follada por ese cabrón y como pone los cuernos a mi patrón y marido. Desde luego todas sois iguales, unas putas zorras asquerosas”

Se arrodilló tras de mí, besándome y lamiéndome por todas partes, recorriendo con sus labios y su lengua, todo mi culo, abriendo mis nalgas sin dudarlo, hundió su rostro en mi entrepierna, separó mis labios con los dedos y cogiendo los cordones de las bolas chinas me las saco. Y se las guardó. Después, introdujo su lengua en mi vagina y comenzó a follarme con ella, Matías lo lamía como un bebé hambriento, jugueteaba con su lengua con la puntita de mi clítoris y luego volvía a hundir su lengua en mi coño, realizando movimientos rotatorios en su interior, hasta que consiguió que me corriera, luego me introdujo un dedo hasta en fondo, sin dejar de comerme el clítoris. Después me sacó el dedo de mi chocho y acercando su boca a mi culo comenzó a chuparme mi orificio anal y llenármele de saliva, luego introdujo en mi culo el dedo que había sacado de mi vagina, para luego ir introduciendo otro y otro y así hasta cuatro, una vez dentro comenzó a sacarlos y meterlos como si me estuviera follando con la mano.  Cuando me le tubo preparado se colocó de pie detrás de mí y cogiéndose su aparato con una de sus manos, me lo apuntó a mi agujero anal y colocándolo en su entrada fue apretando hasta que consiguió entrar su gordo glande, sentí dolor a pesar de haber llevado toda la mañana el consolador de la braga metido en él y de habérmele visitado pollas tan gordas como la de Javier, Juan, Carlos e incluso la suya (la de Matías). Cuando consiguió tener un poco más metido dentro empujo fuerte clavándomela golpe haciéndome bastante daño y comenzó de esta forma a darme por detrás, las embestidas eran violentas y podía oírse el chasquido de su pelvis contra mis nalgas mientras las embestidas se hacían cada vez más rápidas, fuertes. Por momentos me follaba mi culo con fuerza, sin ninguna consideración, mis pechos chocaban una y otra vez contra el cristal de la ventana, no sé si se oiría o se vería desde fuera, me daba igual yo estaba empalada por mi macho que aunque me estaba doliendo muchísimo era lo que quería y deseaba en esos momentos. Mi macho me tenía en esos momentos como la perra que era y en la que me había convertido desde ese día que me poseyó Carlos en su camión.

Yo podía ver por la ventana como ahora Juan Carlos estaba follando en la posición tradicional a Mamen que bufaba como una descosida de placer. Luego la hizo ponerse a cuatro patas y de nuevo la penetró por su coño, con un movimiento rápido y fuerte que hacía que sus pechos se movieran como dos badajos en unas campanas. Los pechos de Mamen aunque por entonces no tenían el tamaño  que ahora (pues hoy en día usa una talla 150), pero eran como queda dicho en otros relatos de una talla 110 (que tampoco están mal de tamaño), ella no aguanta más y comienza a gritar:

“Aaaahhhh diossssssss, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, joderrrrrr, me rompes, me abressssssss, joderrrrrrrr, como me follas cabróooonnnnn…….si mi marido me vieraaaaaa…..no seas bruto cariñooooo, despacio, me la tienes metida hasta la garganta mi amor, cabronazooooooooo, me duele me duele muchooo pero no pareeees sigueeeeee…. aaaaahhhhhh me corroooooo,siiiii me corrooooooooo……aaaaahhhhh………oooooohhhhhhh”

Juan Ramón no la hace caso y sigue con su mete y saca, cuando ve que ella ya se ha sosegado un poco, se la saca de su coño y en la misma posición en que esta y sin preparar ni nada se la mete por su culo, dando Mamen un gran grito de dolor, él entonces lleva su mano a su clítoris y quedándose sin mover un rato comienza a masturbarla, hasta que Mamen comienza de nuevo a sentir placer y él nota que el ano de ella se ha acoplado a su polla y comienza despacio (sin dejar de tocarla el clítoris) un mete y saca que con el tiempo llega a ser tan rápido como había sido el de la follada anterior.

Yo en mientras sigo con la polla de Matías dentro de mi ano, poco a poco su polla gana terreno, yo aún tengo dolor y mi esfínter dilatado me duele, pero lo alentó, lo animo  a que me la meta más adentro, me entra de un golpe seco toda su polla en el mismo instante en que Mamen vuelve a tener otro orgasmo, y está dando gritos de placer como una loca. De nuevo Juan Ramón antes de que le llegue su orgasmo se sale de ella y comienza a acariciarla y colocándose debajo de ella comienza a chuparla su coño y a beberse todos los jugos que en esos momentos Mamen esta soltando. Con esto él consigue retrasar su orgasmo, pues esta con la operación de comerla el coño un buen rato. Luego  él se tumba bocarriba en la colchoneta y hace que ella se siente y se clave su polla en su coñito y comience a cabalgarlo de nuevo, es un verdadero y bello espectáculo ver salta los pechos de Mamen cada vez que se clava en la espada de su matador, está siendo follada como nunca había sido capaz su marido de hacérselo.

Matías, por la excitación, comienza a darme fuertes cachetes en el culo al tiempo que me coge por mis cabellos y comienza de nuevo, con mucha más fuerza la enculada a la que me estaba sometiendo, chocando mi cara y mis pechos contra el cristal, mientras seguía follándome  el culo, cabalgaba sobre mí como si yo fuera una yegua desbocada y a la vez, era como un ariete tratando de derribar la puerta, podía escuchar el sonido de sus huevos al chocar contra mi pubis cuando su polla penetraba hasta lo más hondo de mi. Pero yo quiero que me folle por mi coño, necesito que se corra dentro de mí, necesito sentir en mi vagina su leche caliente corriéndose dentro de mi cuerpo. Noto que mi culo me arde terriblemente no sé qué le pasa hoy, las otras veces no me ha dolido tanto, entonces le pido que me la saque y me la meta por delante. Él haciéndome caso coge y me la saca de golpe sin miramiento, haciendo que me duela aún más  (luego me diría que se asustó pues la saco llena de sangre, luego pudimos apreciar que el consolador de las bragas lo había tenido mal puesto y que al ir sentada en el coche me había provocado una herida interna y por eso me dolió tanto cuando Matías me dio por el culo) no contento con esto me dio unas fuertes y sonoras nalgadas, enrojeciendo mis nalgas, me había enculando de una manera terrible, pero yo estaba encantada, había ahogado los gritos (para que no me oyeran las personas que teníamos en las otras cabinas y gradas), que me habían provocado los dos orgasmos que había tenido con esta enculada a pesar del dolor que había sentido.

Luego se arrimo a mi espalda y note sobre mi culito su gorda y dura verga, y comenzó a acariciar toda mi espalda, notaba su herramienta como se apretaba a la raja de mi culo, al final logro meterla entre mis piernas y comenzó a moverse como si me estuviera follando haciendo que su polla rozara una y otra vez mi ya mojada y caliente almeja. Luego dejo de acariciarme, una de sus manos me la puso en mi nuca y me empujo mi cara contra el cristal y la otra se la llevo a su verga y la guió a la entrada de mi rajita vaginal, hizo un ligero movimiento y logró entrarme su puntita, yo no aguantando más eché hacía atrás mi culito logrando que su polla me entrara un poco más, entonces él viendo mi ansiedad dio otro empujón con sus caderas lográndome entrar toda su barra de carne dura y gorda dentro de mi panocha, al sentirla completamente dentro de mí le dije:

“Mmmmmmm, ya era hora cabrón,  pensé que no me ibas a follar nunca, lo que has tardado, me estabas volviendo loca de deseo, lo que deseaba tenerte dentro mi amoooooorrr….”

Yo comencé a menear mi culo hacía detrás y hacía delante para que él comenzara su mete y saca, y él siguiendo mi ritmo con la mano libre la llevo a  uno de mis pechos y comenzó a apretármelo y a sobármelo, me le apretaba y pellizcaba, dejaba este y se pasaba al otro, jugaba con mis pezones los cuales los tenía ya completamente erectos y duros al igual que mis pechos que se encontraban duros por el placer y calentura que en esos momentos sentía. Mi barriga daba también contra la ventana, al notarlo se lo dije y se echó un poco más atrás dejando que yo me inclinara más, evitando así que mi pancita diera golpes contra la ventana. Él con la mano que tenía en mi nunca agarro mi pelo e hizo que la cabeza la echara hacía atrás, aprovechando para hacerme girar la cabeza y darme un beso con mucha pasión en toda mi boca, a la vez que empujo la parte de mi espalda asimétrica a mis pechos contra el cristal, quedando mis pechos pegados al cristal quedando mis pezones y aureolas apretados contra el vidrio frio, pudiéndose ver desde la pista y los espectadores que estuvieran enfrente también podían apreciar mis aureolas ,pezones y pechos contra el cristal, este trato y su mete y saca en mi coño y pensar que me podían estar viendo los otros espectadores, me excitaron al máximo y no pude por menos que comenzar a gritar:

“Aprieta cabrón, dame fuerte….no pareeeesss…..siento el frio del cristal en mis pezones …..ooohhhhh cabrónnnnn  me los estas aplastandooooo…..mueveteeeee….siiii….no pareeeesss asiiiiiii……estoy caliente, muy calienteeeee, aprieta fuerte mientras me follas, ahhhhh, siiiiiiii, así, siiiiii,  mmmmm, siiii, así, ahhhhh, ahhhhhh”

Él me hacía caso y me empujaba con más fuerza, aumentaba el ritmo de su follada, yo no podía más estaba a punto de volver a correrme. Cuando vi por el cristal como Juan Ramón estaba eyaculando sobre la cara y tetas de Mamen ellos habían terminado y yo estaba a punto. Yo comencé a notar a Matías también muy excitado y él no pudiéndose reprimir por la excitación comenzó a gritarme e insultarme diciéndome:

“Si Esperanza, sigue así puta, muévete con ganas mientras te follo puta asquerosaaaaa, siiiiii, mmmmm, eres mi puta, mi rameraaaaa……, mi putaaaa….mujeeeerrrr, zorra asquerosaaaa….., muévete ramera salidaaa….., esta tú coño que parece un hornooooo de lo caliente que estaaaaaaaa……, muévete así, mmmmm siiiiii, mmmmm, eres mi puta Esperanza, mi putaaaa, muévete ramera, muévete así, mmmmm.”

En eso se encendió la luz de nuestra cabina, con lo cual se nos debía de ver desde fuera, desde el escenario y desde las otras cabinas, pero eso a mí no me importaba y parece que a Matías tampoco, pues no paró en su follada. Yo estaba como loca, estaba a punto de de correrme, notaba como me venía mi orgasmo, iba a ser uno de los orgasmos más grande de mi vida, que placer estaba sintiendo, me sentía completamente llena con la polla de Matías dentro de mi, su verga ocupaba toda la cavidad de mi vagina, notaba como rozaba mis paredes internas a cada embestida de su esplendida polla y no aguantando más comencé a gritarle:

“Me corro Matías, tu mujer se corre como una puta, no voy a poder evitarlo mucho tiempo más, me has puesto a mil con tus insultos  y con tú esplendida folladaaaaa…., siiiiiii, mi amoooorrrro, me corrooooooooo, fóllate a la puta de tu mujeeeerrr,siiiiiiii,mmmmm, sigue hijo de putaaaa, dame, dame, me siento una putaaaaa….correteeee tú también ahoraaaa….. lo necesitooooo, necesitooooo sentir tu lecheeee…. dentr…ooooo …. de miiiiiii, quiero ser tú putaaaaa, tu rameraaaa…..tu esclavaaaa…., siiiiiiii, dame, sigue, mmmmmm, ahhhhhhhh, macho míoooo…, ahhhhhhh…que… placeeeerrrr…aaaaahhhhhhhhh…me corrooooooo…….siiiiii me …orrroooooo….…..siiiiiiiiiiii …….dueñoooooo miooooooo…..aaaahhhhhh….uuuunnmmmmmm……..”.

Él entonces, también le vino él orgasmo y yo comencé a sentir el calor de su leche en el interior de mi coño, fue maravilloso él apretándome con fuerza contra el cristal, se quedó quieto a la vez que se corría dentro de mí y gritando me decía:

“Sí rameraaaaa, aquí lo tienes, tómalo puta, siéntete así como mi putaaaaa, lo que eres Esperan…zaaaaaa, mi putaaaaaaa,….sigue zorraaaa…, córreteeee como una guarra ……me vieneeee…..no aguanto mááá…ááásssss..siiiiiiii, me corro, me corrooooooo, ahhhhhhhhh, tómalo perra, tómalo de tu dueñooooo….. de tu amooooooo…… siiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, eres una puta guarra rameraaaa, zorraaaaa…….mmmmmm”

Comenzamos a corrernos juntos y fue un orgasmo que duró unos minutos que fueron inigualables, Matías al igual que yo se había excitado muchísimo y cayó rendido sobre mi espalda, con su miembro aún metido dentro de mí y yo notando como su inmensa corredura mi coño no era capaz de retenerla toda y comenzaba a correr junto con mis jugos todo lo largo de mis muslos y piernas.

Cuando conseguimos volver un poco en nosotros, oímos aplausos y un foco que alumbraba desde el escenario hacía nuestra ventana, en el exterior, se encontraban de pie desnudos Mamen y Juan Ramón, a ella se la podía ver toda llena de los goterones del esperma de su pareja y a él aún se le apreciaba su miembro un poco duro, pero ellos también aplaudían y miraban hacía nosotros a la vez que Juan Ramón con su mano abierta señalaba hacía nosotros. Al final lo comprendí, ellos habían acabado su espectáculo cuando nosotros nos encontrábamos de lleno en nuestra follada, y tan entusiasmados estábamos en ella, que perdimos el sentido de donde estábamos y dimos rienda suelta a nuestros sentimientos, con nuestros gritos Juan Ramón y Mamen se dieron cuenta y él mandó a uno de sus empleador que con el foco que tienen para el espectáculo que se dirige desde una cabina , este apuntara hacía nosotros, habiéndonos convertido de esta forma en el final del espectáculo, nos habían visto ellos y todos los espectadores que estaban en el lado contrario a nosotros.

Juan Ramón entonces cogiendo un micrófono, nos invitó a bajar y Mamen siguiendo a él hizo lo mismo, entonces Matías me dijo:

“Creo que debemos bajar, de todas formas ya nos han visto todos y a mí ya me pudieron ver el otro día en el espectáculo en que actuamos Mamen, Javier y yo”

Entonces yo le digo:

“Yo no quiero salir ahí, date cuenta que este local está muy cerca de donde trabaja mi marido y puede haber algún compañero o alguien que me conozca y decírselo a él. A parte de eso me da vergüenza salir hora ahí así, encima con esta barriga ¿quién va a querer ver a una preñada desnuda”

Entonces él me dice:

“Mira vas a salir ahí y lo vas hacer desnuda sin ropa tal como estas ahora mismo, por dos razones. La primera porque quiero yo y me apetece que te vean ahora otros hombres y te deseen y si es verdad que quieres estar conmigo esto será una de las pruebas. Y la segunda por qué Mamen nos ha invitado y si no lo hacemos puede enfadarse, decírselo a Javier y despedirme. Así que tú misma, cosas como estas, si vas a estar conmigo tendrás que sufrirla en más de una ocasión, decide: sales y haces todo lo que yo te diga o lo nuestro no tiene futuro”

Yo me quedo mirándolo, con cara de suplica, pero al ver que él no cambia y deseando con todas mis fuerzas seguir con él, le digo:

“De acuerdo salimos, pero quiero que sepas que aunque mucho me cuesta lo hago por ti, porque te quiero y deseo estar el resto de mis días contigo”

Entonces bajamos al escenario y al salir, comenzaron a aplaudirnos, Mamen se acercó a mí y me dio un beso y al rozar su cuerpo con él mío sentí un escalofrió de placer y de nuevo comencé a sentir como mi cuerpo reaccionaba y deseaba abrazarla, me estaba volviendo a sentir caliente. Juan Ramón aprovecho ese momento para decir algo a Matías que este moviendo la cabeza con gesto afirmativo le contestaba.

Cuando acabaron los aplausos, Juan Ramón cogió de nuevo el micrófono y me presentó como otra ama de casa embarazada de 6 mese camino de siete y que había ido a ver el espectáculo con su marido (lo decía por Matías) y que de lo caliente que nos había puesto las escenas que habíamos contemplado no nos habíamos podido reprimir y que allí mismo habíamos hecho el amor. Luego siguió diciendo que mientras nos recibían con los aplausos había hablado con mi marido y le había propuesto que junto con Mamen hiciéramos un espectáculo lésbico y después podría participar el publico en un  bukkake donde nosotras les masturbaríamos e incluso si nos apetecía les haríamos unas mamadas, hasta que todos ellos se fueran corriendo encima de nuestros cuerpos.

Yo cuando oí esto miré a Matías y le pregunté:

“De verdad deseas que haga eso”

Él me contesta:

“Si, es lo que he quedado con él”

Entonces yo dirigiéndome a Mamen también la pregunté si la apetecía y ella me contestó:

“Si me apetece mucho, me habéis puesto muy caliente al veros follando con esa intensidad, y después al besarte y notar mi cuerpo desnudo con el tuyo he deseado hacer el amor contigo, así que por mí estoy dispuesta, todo depende de ti”

Yo permanezco un tiempo callada y entonces es Juan Ramón el que se me acerca y me dice:

“Si te parece poco el dinero que he ofrecido a tú amigo, puedo daros más, pero ya lo he anunciado y me pondrías en un apuro el no hacerlo…”

Matías me ponía a prueba e incluso me humillaba más todavía cobrando por mi actuación, por exhibirme y dejar e incluso que otros hombres participaran y pudieran hasta tocarme, pero si de verdad quería estar con él el 50% de los días del año (como había pactado) debía de aceptar, entonces les dije:

“De acuerdo, acepto, podemos empezar”

Entonces Matías y Juan Ramón salieron  de la pista y comenzó a sonar una música de fondo sensual y Mamen y yo comenzamos a acariciarnos y besarnos, comenzando el espectáculo lésbico, este duró como medía hora y la verdad es que disfrutamos y tuvimos varios orgasmos juntas. Luego por megafonía pidieron voluntarios y prácticamente todos los que estaban en las gradas y cabinas bajaron, se quedarían sentados unos 5 ó 6 contra 14 que bajaron. Estos hombres nos sobaron, nos metieron sus dedos por todos nuestros agujeros, les masturbamos, se las mamamos, a mi al final de tanto chupar me dolían las mandíbulas y Mamen me confesó lo mismo. Aunque en el trato no estaba ser penetrada, la calentura era tan grande que al final nosotras mismas fuimos las que nos prestamos a que nos poseyeran esos catorce hombres por el agujero de nuestro cuerpo que quisieron, lo único que le exigimos es que se corrieran fuera sobre nuestros cuerpos. Al final teniamos prácticamente todos nuestros cuerpos y caras llenos de semen y cuando creíamos que todo había acabado Juan Ramón les invitó a los participantes a lavar nuestros cuerpos orinándose  encima de nosotras.

Cuando acabamos eran las 2,10 de la tarde y las gradas de nuevo estaban llenas de espectadores. El personal nuevo eran hombres que trabajaban por la zona y a la hora de comer solían darse una vuelta por el sex shop a ver el espectáculo que era el pase a las 2,30 o a ver algunas películas porno en las cabinas o simplemente a curiosear para pasar el tiempo. Entre el público vi a dos compañeros de trabajo de mi marido, al verlos trate de esconder mi cara, pero seguro que antes de que yo les viera ellos ya me habrían visto mientras duró el espectáculo en que yo de lo salida y caliente que estaba no presté atención a las gradas ni a las cabinas.

Salimos del escenario y nos fuimos al despacho de Juan Ramón, él cual dio un sobre con bastantes billetes a Matías, que este se guardó y nos invitó a que no ducháramos en un cuarto de baño que tenía al dado de su despacho y en la habitación en que Mamen se había vestido de “ama de casa decente”, cosa que hicimos Mamen y yo gozando de nuevo de nuestros cuerpos.

Luego me puse de nuevo la ropa interior “especial” que había llevado y cuando me fui a poner el vestido, recordé que Matías en su excitación me le había rajado, entonces le pedí a Juan Ramón una grapadora y grape la parte rota que pude. Con el arreglo, por la zona donde puse las grapas me quedaba muy justo y no podía abrochar los botones, pues si lo hacía, se me volvía a rajar, de modo que lo que hice fue ponerme la chaqueta de lana calada encima y taparme con ella lo que pude (que prácticamente no era nada), que era poco y seguía enseñando más de lo normal que debe enseñar cualquier mujer decente.

Luego nos dijo:

“Mamen, el trato con Javier era qué harías cuatro pases hoy, por eso le di la cantidad que le di, pero reconozco que él que has hecho y junto con el extra con Esperanza ha llenado el tiempo de la mañana, por tanto el pase de las 2,30 le vamos a suspender, harás, y si quiere Esperanza puede participar, otro a las 5,45 y el último a las 8,00 de la tarde, ahora os invito a comer.

Cuando salíamos para la calle, me di de cara con los dos compañeros de mi marido y no hubo forma de evitarlos, entonces ellos se acercaron a mí y me dijeron:

“Enhorabuena Esperanza, el espectáculo ha sido extraordinario, has estado genial, nos has gustado mucho, lástima que tu marido no haya podido verle ya que está de viaje”

Yo sabía que uno de ellos, cada vez que habíamos coincidido en alguna de las fiestas o reuniones de la empresa no me quitaba ojos de encima y en las que había baile no se había quedado ninguna sin sacarme a bailar y arrimarse todo lo que podía a mí. Entonces llevándomelos un poco separado de Matías y de los demás les dije:

“Por favor, espero que seáis unos caballeros y no digáis nada a mi marido ni a los demás compañeros de esto, por favor si esto ocurre arruinaríais mi matrimonio y mi marido sería el hazme reír de la oficina, por favor os lo pido. Os daré lo que queráis, pero por favor no lo digáis a nadie”

Julio que era el que antes había comentado que iba tras de mí en las fiestas me dijo:

“No te preocupes Esperanza, tu marido ni nadie se enterará de esto por nosotros, de Luis respondo yo y te digo que tampoco dirá nada, pero ya a parte de todo esto si quieres podemos quedar algún día para tomar algo, pero tranquilízate no diremos nada a tú marido ni a ningún compañero”

Y acercándose los dos me dieron un beso cada uno en la cara y llevando su manos a mi culo por debajo de mi vestido me le sobaron durante un rato, pasando de este a mi sexo por encima de la braga,  al igual que hicieron con mis pechos y al separarse alzando su mano se despidieron diciéndome:

“Hasta pronto y no olvides que hemos quedado para tomar un día de estos algo”

 Yo de nuevo volví donde estaban Mamen y los demás, entonces Matías me pregunto;

¿Quiénes son esos?

Yo le contesté:

¿Son dos compañeros de trabajo de mi marido y han visto el espectáculo, estoy preocupada?

Él me contestó:

“No te preocupes, si se lo dicen a tú marido, mejor para él con eso ya sabe que es un c

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  • Categoría: Maduras
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