Nunca he sabido muy bien de donde procede esa atracción física que nos envuelve cada vez que estamos cerca uno del otro. Es como si su sola presencia me recordara un último encuentro y me excitara poniéndome a punto para un nuevo juego sexual, aunque no fuera ni el momento ni el lugar...Nuestra relación empezó cuando teníamos quince años. Él era mi primer novio. Yo nunca había estado con nadie, y fue él quién primero me besó, y por supuesto con el que primero me acosté. Aunque siempre fue una relación llena de altibajos en la que discutíamos mucho, llegando a dejarlo en varias ocasiones, siempre encontrábamos una razón para volver...yo no sabía qué era, pero con el tiempo me di cuenta de que sentir que yo era suya y saber lo que me esperaba con él entre mis piernas era suficiente motivo para volver una y otra vez...él sólo tenía que tocarme y sin darnos cuenta ya estábamos follando. Nuestra relación ha durado ocho años; al principio de empezar a tener sexo no todo era perfecto, pero enseguida comencé a sentirme a gusto con su poya dentro de mí. Podría describirlo como un rabo de unos 20 centímetros, incluso algo más, con una capacidad increíble para ponerse duro nada más verme aparecer...No excesivamente gruesa, pero directa al punto álgido de mi coño cada vez que me entraba....
Después de él he estado con otros tíos pero ninguno me ha hecho correr, sin contar con que sus poyas no son ni la mitad de apetecibles que la suya...Le encanta que se la chupe y a mi chupársela. Hablo en presente porque aun después de haberlo dejado y estar con otras personas, los dos hemos engañado a nuestras respectivas parejas para pasar ratos increíbles en los que yo siempre me entretengo con su poya en mi boquita. Yo siempre he sido muy erótica y nunca me ha importado comportarme como una puta para él...eso es lo que siempre me dice, que soy su putita...yo siempre que puedo le hago todo lo que me pide y trato de ponerme muy sexi con mini bragas tanga que le vuelven loco o yendo sin sujetador, marcando mis pechos sobre todo en verano, para que se me marquen los pezones y le excite más al verme...dice que las tengo muy grandes y que están buenísimas, le encanta manosearlas y chuparlas hasta hartarse; este verano tuvimos varios encuentros a escondidas...la primera vez que volvimos a follar después de varios meses íbamos juntos en mi coche a ver a su caballo que estaba siendo domado en un picadero. Nos fuimos cada uno en nuestro coche para no levantar sospechas y luego nos juntamos los dos en el mío. Como era verano y a mi me gusta provocarle, yo llevaba un minivestido de tirantes, y lo único que llevaba debajo era un tanga de triángulo y tiras muy sexi, del que ya le había hablado previamente, para hacerle imaginar que era posible que lo llevara puesto esa tarde. Nada más subirse en mi coche empecé a notar sus ganas de tocarme. Él y yo ya no estábamos juntos, pero sabía que él seguía deseándome. No podía contenerse y mientras yo conducía, él me intentaba bajar el tirante y me metía mano por debajo del vestido preguntándome qué bragas llevaba. Yo me hacía la enfadada pero le dejaba hacer porque era lo que yo quería que pasara...Llegamos al sitio y él estuvo un rato montando al caballo mientras yo miraba lo ceñidos que le quedaban los vaqueros, marcándole esa maravilla de paquete que yo conocía tan bien... Luego me llevó a ver otros caballos que estaban en unas cuadras más alejadas, y ahí es cuando ya no pudo más. Después de que yo llevaba toda la tarde portándome como una zorrita y provocándole, al fin consiguió verme el tanga, y al comprobar que era lo que él esperaba, se le puso la poya durísima y empezó a apretarme por detrás. A mi me encanta que me cojan por detrás y le dejaba hacer apretando mi culito contra su rabo, él estaba súper excitado y yo lo sabía. A mi me había puesto muy caliente y estaba empezando a mojar el tanga, que casi empezaba a chorrear...casi nos pillan allí mismo, así que tuvimos que dejarlo. Nos fuimos de allí porque los dos teníamos unas ganas increíbles de echar un polvo, pero como no teníamos condones tuvimos que parar a comprarlos. Después de hacer otra parada al lado de la carretera donde ya nos besamos y le dejé que me metiera sus dedos en mi caliente coñito, buscamos un lugar apartado donde poder follar tranquilos. Como era de día y no encontrábamos un sitio seguro, nos quedamos dentro del coche en un lugar discreto en el que alguien podía vernos, aunque eso ya nos daba igual....
Lo primero que hice fue sacarle la poye de los pantalones y metérmela en la boca, dios qué rica estaba, toda dura esperando mi mamada....me dijo que le estaba haciendo ver las estrellas, que qué bien se la mamaba que como era tan zorra y que no parara, yo sabía que le estaba encantando y disfrutaba como una puta por estar haciendo tan bien mi trabajo....después de un rato comiéndosela, él también jugaba con mi coño, y yo ya no podía más, quería que me metiera toda la poya, tenerla dentro empujándome una y otra vez hasta hacerme correr....y eso fue lo que hizo. Me cogió, me abrió bien las piernas poniéndose encima de mí. Yo levanté las caderas y empecé a temblar porque ya sabía lo que me esperaba. Me la metió despacio y cuando empezó a moverse yo no podía más, volvía a sentir esa sensación de placer que sólo siento cuando él me folla...luego paró y me dio la vuelta, diciéndome que me pusiera como una perrita, algo que también le encanta hacerme....a mi me estaba encantando....después de un rato me preguntó si iba a correrme y yo le dije que cuando él lo hiciera; entonces empezó a follarme como un animal, muy fuerte, disfrutando cada metida. Me decía: vas a hacerme correr zorra, te voy a echar toda mi lefa, y yo le decía que sí, que quería que me la echara, entonces empecé a notar que ya se iba y empecé a moverme para correrme yo también y cuando él acabó yo tardé medio minuto en llegar al orgasmo....fue increíble, aunque también lo fue otro día que nos encontramos de noche, a escondidas en su coche....yo llevaba falda, tanga, camiseta de tirantes ajustada y sin sujetador. Después de un tiempo de conversación, empezamos a besarnos, con lo que yo ya me puse muy caliente...empezó a tocarme el culo y las tetas metiéndome mano por los muslos y apartándome el tanga con los dedos que de pronto se perdieron dentro de mi coñito...yo notaba cómo ya la tenía dura, como siempre, preparado para embestirme con ese rabo divino....él se dio cuenta de que mi coño estaba empapado y me bajó las bragas poniéndome encima de él con las piernas abiertas. Como yo ya le había bajado los pantalones y él tampoco llevaba nada de bajo, nuestros sexos quedaron muy cerca el uno del otro y aunque yo luché para que no me la metiera sin condón, al final no resistí y dejé que me follara a pelo. Entró solita, sin ningún esfuerzo, hasta el fondo...yo creía que me moría de gusto, no podía dejar de moverme con su polla dentro, y sin dejar de gemir como una putita me corrí a los dos minutos, dios qué gustazo....luego él como no había tenido bastante, me folló en el asiento de atrás a placer, hasta que me vació toda su leche dentro...a veces me manda mensajes diciéndome que se está haciendo una paja a mi salud o que me imagina chupándosela y follándome...yo no puedo evitar hacerme un dedo y correrme pensando que es con él. A pesar de que follo con otro tío, no puedo evitar pensar cuando vamos a echar el próximo polvo, porque me encanta hacerlo con él. Esa polla es para mí.