~~No iniciare esta historia
con el típico este es un caso 100% real , ni diciendo
que tengo un pene de 25 cms y que la protagonista de la historia es
una mujer 10. El relato se basa en algo que me sucedió, soy un
tipo normal, y lo que me paso no se si le pase a cualquiera. Lo cuento
porque llevo un tiempo leyendo las historias relatadas en esta web.
Vivo en Colombia. No entrare en detalles, digamos que mi nombre es Eric
y el de la protagonista de la historia es Maria.
Esa noche me conecté al msn como tantas otras, estaba revisando
mi correo cuando vi que uno de mis contactos se puso en linea. Era Maria,
llevabamos un buen tiempo de conocernos pero hasta esa noche entre nosotros
no había pasado nada que fuera más alla de una simple
amistad. Nos bromeábamos y comportábamos como buenos amigos,
y en las noches nos encontrábamos a veces en el msn y charlábamos
un poco por ahí. Esa noche no fue diferente, estabamos platicando
acerca de nuestro día, como nos habia tratado, y lo cansados
que estabamos. En eso le hice una pregunta que a veces haciamos en tono
de broma, Maria, ya estás con tu pijama puesta?, si es
así, me dirías como es? , a lo que ella respondió
no se si decirte, pensaras que esta niña anda muy pobre
; ) . Vaya, ese comentario me desperto la picardía y le
insistí e insistí hasta que me lo dijo, me dijo que sólo
tenía puesto un panty y una camisetita muy delgada, porque tenía
calor. Su respuesta fue más de lo que esperaba, pero, a la vez,
a mi mente se me vinieron miles de pensamientos, Ella no es para nada
fea, piel blanca, ojos castaños, aproximadamente 1.70 mts de
estatura, Unos senos paraditos de esos que invitan a ser devorados,
un culo de esos de infarto, en resumen, un monumento de mujer. Me encontraba
divagando hasta que sus mensajes me devolvieron a la Tierra, pero la
conversación subio de tono, hasta que me dijo que se iba a dormir,
a lo cual respondí diciéndole que le enviaba un abrazo
grandísimo y un par de besos igual de inmensos para que los dejara
llegar a donde ella quisiera, otro de nuestros comentarios a modo de
broma que antes de esa noche no había significado demasiado.
Maria me respondió diciendo que le daban cosquillas ahí,
a lo que pregunte donde habían llegado, y me dijo que a sus senos,
que si me molestaba o no. Por supuesto que le dije que no, pero que
era una lástima que no fueran un par de besos reales, sino cyberbesos,
a lo que le conteste que si, que era una lástima, y ella me dice:
quisieras venir a mi apartamento y hacerlos reales?, a mis senos
les encantaría, estan aquí todos paraditos. En
ese momento sólo recuerdo que no pense, de haberlo hecho pude
pensar que era una broma y que me haría ir a su departamento
para luego decirme que era un fresco, o que había caido. En lugar
de eso, le dije que en 15 minutos estaba en su departamento, apague
la computadora a toda velocidad y me dirigí hacia alla.
Tras llegar a su edificio y llamar a su puerta ésta se abrió
lentamente, dentro había poca luz, pero ella estaba tal cual
me lo había descrito. Su panty a duras penas escondía
su sexo, y a través de su blusa se entreveían sus pezones
erectos. Era todo un pedazo de mujer a mi disposición, y se veía
lujuriosa, deseosa de mí. Antes de decir algo se llevó
su dedo indice a la boca para decirme que no dijera nada, y ma abrazó,
nos besamos en ese momento, fue nuestro primer beso, y como olvidarlo,
no todos los días se da ese paso de amigo a amante, y menos con
una de esas mujeres que cualquiera desearía tener. Ella tenía
su plan, desvestirme lo más pronto posible, pero el mío
era diferente, así que a tientas la lleve hasta su cuarto, aprisionándola
contra mi cuerpo, queria sentir su piel desnuda, era suave, y olía
delicioso. Ya en el cuarto la recoste en la cama, mientras le sacaba
su blusa, ahí estaban sus senos, no me hice esperar, comence
a besarla, desde la boca, bajando hasta sus senos, me pegue a ellos
como un bebé buscando su leche, he de decir que no veía
su cara, pero sentía como su cuerpo se movía de un lado
para otro y sus gemidos comenzaban a salir de su boca. Después
de unos minutos ahí comienzo a bajar, con mis labios rozando
su piel, hasta llegar al elástico de su panty, el cual comienzo
a bajar muy despacio, mmmmm, se ve tan tentador, pensar que antes de
esta noche no pense conocerlo nunca, y ahora esta ahí, todo mio.
Pero no pienso en penetrarla inmediatamente, antes quiero hacerla estallar
de placer, así que bajo su panty y sigo besando sus muslos, cada
vez yendo mas hacia su parte interna, cada vez mas cerca de su sexo.
Ella siente mi respiración ahí y me dice que le dan cosquillas,
pero antes que responderle comienzo a besarla ahí, con mi lengua
acariciándola junto a mis labios. Los gemidos comienzan de nuevo,
comienzo a hacer movimientos circulares con mi lengua, eso la enloquece,
mientras encuentro su clítoris, el cual consiento como si fuera
un bebe. Maria no soporta mas, me pide que le haga el amor, mientras
soy testigo de cómo llega a su primer orgasmo. La dejo que se
relaje un poco y termino de desvestirme, para ese punto solo llevaba
mi jean y mis boxer, los cuales me saco, y comienzo a jugar con mi pene
en la entrada de su vagina, y cuando menos lo espera la penetro, primero
suavemente, pero aumento mi ritmo cada vez más, siento que se
enloquece, grita y gime, pero esta posición del misionero me
cansa, además de que me vengo más rápido, asi que
sin sacársela la giro con ella y queda sobre mí, levanto
mi tronco y quedo sentado con ella cabalgándome, mientras lo
hace me dedico de nuevo a sus senos, los cuales beso, estrujo, se podria
decir que los castigue con cariño, con pasión,
mientras ella esta como posesa cabalgándome, salta como si tuviera
resortes en las nalgas y se clava mi pene mas y mas, tiene los ojos
cerrados y se aferra a mi como si fuera a irsele este momento de entre
las manos. Hasta que llega al climax, junto a mi, tenemos nuestros orgasmos
simultáneamente, y siento que ella se deja caer hacia atrás,
rendida, la tomo con mis brazos y nos recostamos juntos, a descansar
un momento de este momento que acabamos de vivir. Nos quedamos asi un
rato, hablando de lo que hicimos, de cómo llegamos hasta ahí,
y de que ojala esto no afectara nuestra amistad, bueno, en realidad
nunca lo hizo, por el contrario, nos comprenetro más.
Ahora ella y yo estamos un poco alejados, por razones de nuestras ocupaciones,
pero nunca olvidare esos momentos que compartimos.