~~Hola esto que os voy a contar es algo que me sucedió durante el tercer año de carrera con una compañera mía de clase. Ese mismo verano me había dejado la que hasta entonces había sido mi novia durante los últimos dos años, por lo que yo andaba por mi escuela hecho polvo, contándole mis penas a cada amigo/a que se me cruzara por delante.
En esto me encontré con una de mis amigas más guapas de la escuela la cual siempre llama la atención por donde quiera que pasa, yo siempre había tenido mucha confianza con ella y había pasado ratos muy buenos en su compañía, incluso alguna vez estuve apunto de intentar besarla mientras aun salía con mi ex..
Mi amiga, cuyo nombre omitiré por razones obvias, estaba dispuesta a consolarme, y ni corta ni perezosa me propuso ir al cine esa misma noche, me llevo a una película que no me gusto en absoluto, y cuando salimos le dije desganado que yo quería volverme a mi casa (la verdad es que no esperaba en absoluto lo que sucedió después), pero ella asistió en que fuésemos a su casa a tomar una copa y que allí podríamos charlar a gusto, pues toda su familia había salido de viaje. Así que como no me apetecía discutir y ya sabéis lo convincentes que puede ser una mujer hermosa cuando se lo propone allí terminamos, en el salón de su casa tomando una copa y hablando de los tipos de relaciones que nos gustaría tener, en ese plan y yo despechado por una mujer hacia tan poco tiempo le dije que mi relación ideal seria absoluta y exclusivamente sexual, sin ningún tipo de obligaciones ni compromisos. A lo cual ella sonrió con picardía y contesto que estaba completamente de acuerdo conmigo, lo que me dejo helado pues se me acerco lentamente y me beso en los labios, tras un momento de duda puse una mano en su nuca y acariciándola el pelo la devolví el beso, mientras con la otra mano la acariciaba la espalda la cintura y los pechos.
Ella se separó de mi un momento y me dijo con una sonrisa recuerda que solo somos amigos.
Quien quiere nada mas le conteste yo.
Se levanto del sofá y me dijo sígueme
Yo en ese momento tenia ya una erección de caballo, y al levantarme ella se fijo claramente en el bulto de mi entrepierna, se acerco y note entonces como una mano acariciaba mi sexo a trabes del calzoncillo. A juzgar por su respiración jadeante ella estaba tan excitada como yo, sus pezones se marcaban en su camiseta de una forma exagerada. Saco mi miembro al aire y le quedo claro que me había provocado una erección del carajo. Me lo meneo un poco como saludándolo, y luego me acaricio los huevos. Y me dijo Así andarás más cómodo subimos las escaleras y entramos en su dormitorio se volvió a acercar a mí ya con mi polla palpitando de excitación.
¿Me permites que lo saboree? , Me susurro al oído.
Claro es todo tuyo. Le conteste mientras cerraba los ojos y me mordía el labio, como para demostrarme a mí mismo lo que estaba pasando.
Se arrodillo. Empezó por lamerme las pelotas a grandes lengüetazos, como si fueran bolas de helado. Luego su lengua retorno a lo largo de mi mango, era una sensación tan nueva para mí, que no pude retener unas gotas de liquido preseminal, que brotaron por la rajita, y quedaron en la punta. Ella las vio y en un abrir y cerrar de ojos su lengua ágil las había hecho desaparecer. Se lamió los labios, como saboreándolas, y luego su boca se abrió de par en par y se deslizo sobre mi pene que estaba mas tieso de lo que jamás yo lo había visto.
Su boca era cálida, y la llevaba y traía a lo largo de mi polla, de modo que mi glande le llegaba a lo mas profundo de su garganta. y no solo eso sino que su lengua no permanecía inactiva: Me hacia cosquillas con ella.
Mis rodillas me temblaban por lo excitante de la situación, ya no podía aguantar mas tiempo de pie, así que puse mis manos en su nuca suavemente para que no dejase el trabajito mientras me sentaba en su cama y me recostaba sin creer lo que me estaba sucediendo.
¡Era fantástico! A veces, la punta de su lengua se entretenía en mi glande, aspirándolo con los labios como si se tratara de la tetina de un biberón. Y también trabajaba con sus manos, que se ocupaban de mis huevos, aplastándolos uno contra otro, apretándolos hasta casi hacerme daño, un daño que aún me ponía más cachondo.
Su lengua iba luego a lamerme la base del sexo, para después inclinando la cabeza hacia un lado, remontarlo mordisqueándolo como si fuera una mazorca de maíz. En todo esto yo notaba mis cojones tensos apunto de estallar; pero sin darme un momento de descanso, ella se volvió a meter mi polla en la boca y la bombeo furiosamente, como si hubiera comprendido que ya no faltaba mucho para el momento álgido. Y así fue: algunos segundos mas tarde, yo explotaba, con una eyaculación pasmosa, volcánica, desmesurada. Ella se sacó mi miembro de la boca, y me lo masturbo con fuerza, como para extraerme lo más posible del semen que en ese momento bullía en mis cojones. Y no es que yo parase: mis chorros de leche eran tan potentes que subieron hasta salpicarme la cara.
Cuando hubo pasado la fuerza de la marea, volvió a tomar mi intimidad en su boca y se trago las ultimas gotas de mi lechoso licor caliente. Sus ojos se habían alzado hacia mi cara para contemplar el rictus de satisfacción que se dibujaba en mi rostro. Impulsivamente la abracé, besándola para degustar lo que quedaba de mi esperma entre sus labios.
¡Ha sido maravilloso! exclamé.
También para mí me respondió.
Luego tras arreglarnos un poco nos fuimos a cenar.
Espero que os haya gustado, tal vez en un futuro os cuente mas experiencias.