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Categoría: Fantasías

era un viernes por la noche

Era un viernes por la noche, tu día preferido, una cena ligera te ofrecí y naturalmente una copa de vino( la necesitaba yo mas que tu) lo tenia muy bien planeado todo pero necesitaba desinhibirme algo mas que de costumbre para seguir con el plan, tu intuías que algo iba a pasar jajajaj conoces esa mirada malvada en mi cara y podías ver mis ya endurecidos pezones, aproveche que te estabas bañando para meter en el cuarto a una mujer, no la conoces, es conocida mía, no amiga, que por cosas que hablamos a veces sabia yo bien que se prestaría a esta fantasía, en un principio pensé en mi amiga ya conocida por ti, pero aunque tenga mis dudas respecto a su sexualidad, por razones que solo yo conozco se que no seria la adecuada, aunque reconozco que es muy linda así que preferí a la otra, morena, muy linda, con una cola, muy bien formada y unos pechos pequeños pero duros y en su sitio jajaj y lo más importante lesbiana declarada, no lo ocultaba como tampoco ocultaba la atracción que sentía por estar conmigo ya que como me había comentado algunas veces querría ser mi iniciadora en hacer el amor con otra mujer y no lo niego en un lugar dentro de mi mente da vueltas esa idea, no es una jovencita, esta en sus treinta y algo o sea que sabe bien lo que quiere y como lo quiere. Ya dentro del cuarto nos cambiamos sin hacer ruido, yo un camisón largo transparente en rosa pálido y ella solo con unas bragas pequeñas negras y un top muy corto y apretado que demarca muy bien sus senos, la escondí detrás de la puerta, de tal forma que no la vieras hasta que llegara el momento, al salir de la ducha te tome de la mano y te senté en la silla, estabas todavía con la bata de baño puesta, sin haberte secado del todo, te senté y puse un dedo en la boca para que no dijeras nada, hoy eras mío y harías lo que yo quisiera, te tape los ojos con un pañuelo largo y te susurre al oído pasando mi lengua antes por toda tu oreja que no te movieras que te quedaras sentado, te empecé a besar la cara, tu cuello disfrutando, el chupar las gotas de agua que caían de tu cabello, metía las manos entre la bata, tocándote el pecho y rascando suavemente las tetillas, para sentir como se endurecían, me puse frente a ti y seguí el ritual del beso, de mojar y besar cada parte de tu tórax, de tu cara, dejando que mis manos bajaran despacio, hasta tu cintura, hasta tu entrepierna, justo entonces salió ella y sin hacer ruido se coloco detrás de ti para continuar lo que yo hacia antes mientras yo estaba ahora al frente, que cara pusiste al sentir cuatro manos en tu cuerpo, dos bocas besándote, y no solo tu cara demostraba placer, tu pene, salto de gozo casi abrió la bata por completo, lo tome entre mis manos y lo sobe, haciendo pequeños círculos en su punta, me levante un poco, al mismo tiempo que ella se inclinaba sobre tu cara, tenias dos pares de pechos en ella, pasabas la lengua sin saber cual era cual, 4 puntas duras, erizadas que mojabas con desesperación, que tocabas pero no veías, eso te excitaba mas cada vez, no parabas de apretar y pellizcar pezones, en eso levantamos ella y yo la cara, y nuestras lenguas se buscaron, al unísono, era mi primer beso con una mujer, sentí un corrientazo de placer recorrer mi cuerpo, con que habilidad movía su lengua dentro de mi boca, y así con nuestras lenguas jugueteando nos acercamos a la tuya para que disfrutaras de nosotras también, para que te dieras cuenta de lo que pasaba sin que nos vieras, nuestras salivas una sola. Me separe mientras ella seguía besándote empecé a besar tu pito, ya estaba el pobre que no se aguantaba, lo tome duro y lo metí todo en mi boca de una sola vez, tome la mano de ella y la puse en tus testículos, guiándola para que los apretara mientras yo te lo chupaba, ella se quedo mirándome, y me acariciaba la cabeza mientras yo degustaba de ese hermoso palo duro que tanto placer me daba, pediste quitarte el pañuelo, para ver y ella te lo quito, sabia que te gustaba ver como te pajeaba con la boca, sabia que estabas ya a punto de irte, y por eso la jale para que nos vieras a las dos de rodillas ante ti, chupándotelo al mismo tiempo que nuestras lenguas se tocaban, mientras ella bajó su mano por mi espalda y la metió entre mis piernas dando toquecitos en mi pepita, no ofrecí resistencia y separe un poco mas las piernas para sentirla mejor, allí ya no pudiste mas y te corriste en nuestras bocas mientras gemías y te retorcías como loco, nos limpiamos mutuamente lo que chorreaba de nuestras bocas, y me tomo de la mano señalándome la cama, te pedí que te quedaras allí muy quieto, estabas exhausto, pero sabia que con lo que venia tu verga reaccionaria de nuevo, pero necesitabas reponerte un poco. Me tumbo en el borde de la cama, con mis piernas muy abiertas y de frente a ti, me pasaba la mano, por mi concha, abriéndola y tomando mi clítoris entre sus dedos, dándole pequeños jaloncitos, tus mamadas me habían enloquecido siempre, pero el ver a una mujer, el sentir sus manos suaves, me traían loca de placer, me hacían gemir y contorsionarme como loca, me puso la lengua, y me humedeció toda, desde mi clítoris hasta mi ano, me entraron unas ganas locas de probar su sexo, su sabor, así que le pedí se acomodara encima mío, y me dejara mamarla, mientras ella me hacia lo mismo, note que eso esperaba así que lo hizo y metí mi boca en su sexo, ahora entendí el placer que da sentir ese calor esa humedad en los labios, en la boca entera, mordí su clítoris un poco, sin hacerle mucho daño pero logrando sacar pequeños gemidos de placer y dolor al mismo tiempo, para ese momento tu verga estaba ya dispuesta de nuevo, el ver como alguien saboreaba lo que antes era solo tuyo, y oír los gemidos de las dos había surtido su efecto, te paraste y sin decir nada, nos acomodaste, había sido el trato que a ella no la tocarías, así que me pusiste en cuatro, encima de ella, yo la podía seguir chupando mientras ella hacia lo mismo conmigo, ya mis dedos la penetraban curvados un poco adentro para poder palpar cada centímetro de su interior, ella hacia lo mismo, tal vez mas experimentada en estas lides, me estaba volviendo loca y ella se iba a correr también, pasaste tu mano por mi concha para mojarla y así poder humedecer mi ano, lo chupaste un poco para sentir los dos sabores y poniendo tu punta allí, me penetraste, nos movíamos los tres a un solo ritmo, gimiendo y pidiendo mas y mas, me pedía que le mordiera mas duro su pepita mientras estrujaba mis pechos y pellizcaba mis pezones, el calor de mi cola te indicaba que ya estaba lista para recibir tu leche, un solo gemido unísono fue lo que vino, los tres habíamos logrado llegar al éxtasis. P asaron unos minutos, en los cuales no había palabras, solo un silencio cómplice, y unas sonrisas que se dibujaban en nuestros rostros, ella se levanto, me beso en la frente, y vistiéndose rápidamente nos dejo solos, abrazados muy fuertemente ......................
Datos del Relato
  • Autor: marimex
  • Código: 4380
  • Fecha: 16-09-2003
  • Categoría: Fantasías
  • Media: 6.13
  • Votos: 55
  • Envios: 15
  • Lecturas: 2896
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Juan Andueza G.
invitado-Juan Andueza G. 27-09-2003 00:00:00

Está buena la narración...convincente. Sólo un par de acentos faltaron por ahí. Veremos si tienes más cuentos. Saludos.

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