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ENTREGA INMEDIATA

"Al estar ausente mi esposo me cogio el chofer de la constructora que mi propio marido dirige..."

 

De Entrega Inmediata.

Ya las cosas no eran como antes, mi marido y yo vivíamos en pleitos constantes, él con sus frecuentes borracheras y yo con mis reclamos, cada día nos distanciábamos más, lo peor es que yo deseaba repetir mi experiencia infiel, pensaba en Luis , en su verga que tanto me hizo gozar y todo lo que el me habían disfrutado y enseñado, tres semanas de recuerdos, tres semanas de ardor, tres semanas de insatisfacción con mi marido, con quien la cama solo servía para dormir.

Era sábado por la mañana, sonó el teléfono mientras me duchaba, mi esposo contesto, Salí solo envuelta en la toalla, sentada en mi cama empecé a secarme, sin darme cuenta mi marido me observaba, de pronto se acerco por detrás a mi y besándome el cuello me dijo: -Que rica estas mamacita, me encantas! Me despoje de la toalla y le mostré mi cuerpo desnudo, se acercó, me besó y empezó a besarme y chuparme los senos, su mano bajo a mi coño y su dedo entro en mi, yo muy mimosa le susurre –Cógeme mi vida! Le dije, pasando mi mano por su pene muy putona, El se bajo ante mi y empezó a chuparme el coño mojándome de inmediato, en lo mas rico estaba cuando de pronto se puso de pie y dejándome allí temblando de cachondez se fue a duchar, un fiasco mas, yo hambrienta de verga y el muy imbécil solo se le ocurre bañarse. Me vestí, el día se mostraba caluroso pero yo estaba más, decidí no usar ropa interior y seducir a mi marido, el vestidito que elegí era muy revelador, de color azul, muy delgado y muy corto, dejaba ver mis ricas piernas y al agacharme mostraba mis nalgas desnudas y mas abajo mi depilado coño, prepare el desayuno y lo llame, tardo un tiempo y al llegar al comedor me di cuenta que se había arreglado para salir.

-Tomare solo jugo mi amor, tengo que salir! Me dijo mi marido.

-Pensé que hoy no trabajarías! Le dije molesta –Por lo menos desayuna, ya prepare todo! Sonó el timbre y mientras él se acomodaba en la mesa yo Salí a ver quien era…-Buenos días señora, vengo por el ingeniero! Se trataba de Abraham, uno de los chóferes de la constructora en la que mi esposo trabaja, ambos atractivos y muy brutos, de hecho siempre me habían resultado los dos bastante cachondos, así que al ver a este tipo tan de cerca me estremeció involuntariamente, era un tipo bastante, fuerte y moreno, cierto es que ya lo había visto y siempre me atrajo, pero nunca lo vi. tan de frente, alto, fornido, quemado por el sol y de brazos velludos…-Van a salir? Le pregunte entre ingenua y coqueta. –Si, creo que van a supervisar a Cd. Altamirano!

-Van? Que tu no vas con el? , -No señora, los llevará Ramón, a su esposo y al Ing. Arturo! -Y yo que pensé que estaría conmigo hoy. Pero que se puede hacer con un marido tan ocupado verdad? Otra vez me la pasaré "solita"…!

Le dije mientras le sonreía coqueta y enfatizaba la última palabra, le mire a los ojos insinuante, y el sosteniéndome la mirada solo me dijo: -Falta de confianza señora, eso se puede arreglar si Usted quiere...! Al decir esto me miro los senos descaradamente. –Estas loco! Le dije muy puta y sonriéndole me di la vuelta y moviendo las nalgas provocativamente entre a casa, para mi sorpresa me sentía mojada de la panocha, en parte las chupadas que me dio mi marido y en parte ese tipo que me había inquietado.

Salí con mi marido a despedirlo, pero mi vista estaba en el chofer, el cual se despidió de mí dándome la mano con un prometedor -Hasta luego…señora!

Que yo reafirme con una leve e insinuante sonrisa!

Ya despedido mi esposo regresé a casa y me imagine al chofer cogiéndome, se veía un bruto y me estremecí de pensarlo…pero el tiradero de la casa me hizo apartarlo de mi mente y me dediqué a mis quehaceres…Cerca de las 12 del día terminé y me fui a la sala, encendí el televisor y me fui quedando dormida…el ruido del teléfono me desperezó, conteste y me colgaron….eran las 14:00 horas...que flojera! Pensé entre mi. Fui al baño me lave la cara y me maquille levemente, estaba en eso cuando sonó el timbre del portón…-Quien será ¿

Salí a ver y el clásico vendedor…el teléfono de nuevo y colgaron de nuevo.

Una vez mas el timbre de la casa y ahora mi vecina, charle con ella unos cinco minutos y se despidió, me di una ducha para ir a casa de mi madre y pasar la tarde con ella, pero que aburrida me iba a dar, cambie de opinión le hablaría a mi amiga Vero para salir a comer con ella, me maquille, elegí un vestidito corto de color rojizo, decidí no usar ropa interior de nuevo, me encanta salirme a la calle sin nada debajo del vestido, mi perfume favorito con olor a vainilla, mis sandalias de tacón, me vi. al espejo, me veía muy bien, bonita mas bien cachonda por mi cabello suelto…de nuevo el timbre de la puerta: -como chingan pensé! Y de mala gana fui a ver quien era esta vez.

-Hola! Que tal si me invitas a pasar…

-Abraham! Que haces aquí? Le dije sorprendida y nerviosa. –Vengo por ti!

-Estas loco! Vete por favor te puede ver alguien, o regresar mi marido!

-Ni madres! Ya están en Guerrero, y ahora vengo para darte lo que pides a gritos mamacita! Sin mas me empujo y entro a la cochera, cerró el portón tras de si y me tomo por la cintura, me acerco sus cara rasposa de su barba sin afeitar y me besó, su lengua entro en mi boca, me explotó el sabor delicioso de su saliva, una de sus manazas me apretó las nalgas, intente separarme y no pude sus beso se prolongo y sin recato le correspondí, me tomo de la mano y prácticamente me arrastro al interior de la casa, en la sala me seguí besando, me saco las tetas y se dio a chapármelas al tiempo que me seguía apretando las nalgas…-Me encantan las viejas como tu que no usan ropa interior, son las mas calientes y putas! cuando vine por tu marido me di cuenta que no traías nada debajo del vestido! –Yo si uso! Le dije confundida, -Y ahora porque no traes? Me pregunto cínicamente mientras me seguía acariciando el culo.

Y no dije nada y me gustó su atrevimiento, sus manos me habían levantado el vestido, me acariciaba las nalgas y me miraba con lujuria, de su pantalón se levantaba un bulto amenazador sin pensarlo le toqué esa verga por encima del pantalón –Llévame a la cama, quiero que me cojas mucho! Le dije con gran cinismo Y tomándolo de la mano y lo guié a mi recamara.-Que rica cama…aquí te culea tu marido? Solo asentí con un ligero movimiento de cabeza. –Me imagino que no te llena ese pendejo verdad? Ya esta ruco y tu estas bien jugosa!!! Encuérate mamacita que ya me muero por trabarte. Mira como traigo la verga! Al tiempo que decía se quito el pantalón mostrándome un miembro tremendo, gruesas venas surcaban su verga, gorda y prieta, todo velludo me hizo temblar de solo verlo y mi coño se me contrajo al igual que mi culito. –Encuérame tu ¡ le dije muy caliente.

Me quito el vestido y me dejo totalmente desnuda ante si, me vio y sus ojos brillaron. –Déjate las zapatillas, me encanta cogerme a las putas con las zapatillas puestas y tiene unas patitas ricas. Yo estaba temblando, en un santiamén él me desnudo y lo mismo hizo, hincándome le tome la verga para verla de cerca, se la apreté y abriendo mi boca se la chupe rico como me gusta hacerlo.

-Si que eres puta! Me encanta que me la mamen así, Chapala toda llénala de

Saliva para que te entre rico! Obediente lamí toda su verga, sabía a extraño, olía a ostras, pero se la seguí lamiendo y chupando, su verga dura, brillaba por mi saliva, que ricura de verga, dura, prieta, grande, mas bien enorme!

Me levanto y me acostó en la cama, de espaldas, su mirada me recorrió toda, instintivamente abrí las piernas y le mostré mi panocha abierta, afeitadita como me gusta tenerla siempre.- Que panochita mas rica tienes Daniela, se ve riquísima, debes estar bien estrechita! Me dijo al tiempo que me pasaba la mano entre mis labios vaginales, me abrió las piernas y acomodándose entre mis muslos su lengua me entro en el coño, un gemido anuncio su triunfo, empecé a gemir mas y mas, hasta que a punto de correrme le pedí entre gritos entrecortados –Cójeme Abraham! Métemela ya ¡te lo suplico! Trábame tu verga! Desde luego no se hizo del rogar, tomándome las piernas y abriéndome al máximo aproximo su verga a mi entrada, me jalo de las nalgas y de un golpe me ensarto hasta el fondo, haciéndome gritar de tan ruda metida, pero al tiempo le jale con mis piernas y me entregue a ese bruto que me lastimaba pero me hacia sentir mi panochita deliciosamente expandida, sus movimientos de trabarme empezaron, primero rápidos y al poco tiempo lentos y deliciosos, me estaba disfrutando y yo me le entregaba entera. Me besaba y acariciaba todo el cuerpo mientras me ensartaba una y otra vez, acomodándose me besaba el cuello y chupaba mis tetas sin dejar de penetrarme, sus fuertes manos me tenían atrapada por las nalgas y a cada embestida me jalaba y me las apretaba con fuerza, parecía adivinar lo que esto me fascina, moviéndose logro ponerse mis piernas en sus hombros y con esto sus penetraciones se hicieron mas profundas, yo sudaba y el me poseía a su antojo. –Estas apretadísima pinche putita, deliciosa, que bien cojes, muévete rico mamacita!

Yo cerrando los ojos no hacia mas que entregarme a ese bruto, me movía como se que les gusta a los hombres, cuando me embestía yo salía a su encuentro moviendo mi cadera, haciendo mas profunda la invasión de su verga a mis entrañas, bombeando con furia y rapidez me hizo explotar, mi coño se contrajo rítmicamente como chupando esa verga rica que me ensartaba hasta el fondo y haciéndome gritar y gemir de gusto le di mi primer orgasmo intenso y prolongado como pocos, al tiempo que lo incitaba a que siguiera -Sigue mas mi vida! Trábame toda! Cógeme mas duro, Abraham mi vida, penetramela toda, me estoy vieniendo, así, ayyyy , massss!!!

El bruto enfebrecido me entraba mas duro, mas rápido, se acomodó de nuevo y me aplasto con su pesado cuerpo haciéndome abrir mis muslos al máximo, sus cara con barba corta me irritaba las tetas, me chupaba los pezones con fuerza y me los mordisqueaba, mis talones le pegaban en las nalgas pidiéndole mas verga, me hizo venir de nuevo y mis grititos entrecortados se lo hacían saber, mis piernas lo rodearon por la cintura totalmente abierta de mi coño y me le entregue moviendo mi pelvis, sintiendo en mi clítoris los golpes de sus embestidas, contraje mi coño con todas mis fuerzas y goce como la puta que soy, mis brazos lo apretaban y mis uñas se prendían a la piel de su espalda enterrándolas pero disfrutando como nunca lo besaba con mi lengua y gemía de la rica cogida que me estaba regalando…hasta que por fin, sus chorros de leche caliente me inundaron, pero el seguía bombeando, enloqueciéndome y su verga dura batía por dentro mi estrecha panochita convulsivamente pegada a su miembro, finalmente me afloje, me sentí desvanecer y el dejo poco a poco de moverse, quedando encima de mi jadeante y besándome tiernamente en los labios, pasando su lengua y encontrando la mia, mojada y ofrecida, salivosa para ese bruto que me había gozado como nadie. Tembloroso se dejo caer a mi lado tratando de no pesarme tanto, pero sin sacar su verga que poco a poco iba

Perdiendo su erección, al salirse un escurrimiento de su leche se hizo presente bajando entre el canal de mis nalgas y parando en la colcha de mi cama matrimonial, allí mismo en la alcoba de mi marido había sido cogida como nunca, estaba yo gozosa, me sentía transformada, esta encantada con ese tipo, y se lo demostraba acariciándolo y abrazándome a él., me tenia rendida.

Sin hablar, sin decirnos nada, nos quedamos en brazos uno del otro, recuperándonos ambos.

Haciéndolo a un lado me levante y sentí escurrir entre mis muslos su leche caliente, el me jalo de nuevo a la cama, me besaba, me acariciaba…Ven Daniela, te quiero coger de nuevo! –Espera mi vida tengo que ir al pipi…!ahora vuelvo!

Al regresar el estaba de pie, su verga semierecta se veía aun mojada, que rico espectáculo para mi, yo completamente desnuda, salvo mis sandalias, me sentía sudorosa y caliente aun me acerque insinuante y le dije –Ven papi, cógeme en otro lugar! Lo lleve al estudio de la casa, me senté en el escritorio de mi marido y abriendo las piernas le dije insinuante –Quieres comer mi coñito? Ya lo lave muy bien! Sin hacerse del rogar se inclinó ante mi y levantándome las piernas se dio a lamer mi panocha, allí mismo en el escritorio de mi esposo, entre sus documentos, entre sus planos, yo estaba dándole mi coño a la lengua de ese bruto. –Ahora ven, le dije, Siéntate en el sillón, yo te voy a chupar la verga como nadie te lo ha hecho!

Muy obediente Abraham se acomodo en el sillón ejecutivo de mi marido, y yo como la secretaria puta, le chupaba su verga, como si el fuera mi jefe y yo la puta de la oficina, su verga dura me prometió más placer…-Espera aquí mi vida, no tardo, quiero que me cojas más!!! Ahora vuelvo… el se quedo quieto, algo sorprendido pero se quedo allí, rápido fui a mi recamara, me puse un liguero negro, medias negras y zapatillas de tiras de mis favoritas, me vestí estilo ejecutiva, falda y blusa , me maquille como una puta y perfumándome mucho regrese a donde estaba Abraham, al verme no pudo mas que alegrarse de lo que veía…-Siempre he querido ser la puta a la que se coge su jefe, ahora tu eres mi jefe ¡ le dije descaradamente y mostrando mi trasero levante mi falda para mostrarle mis nalgas, enmarcadas en las medias y mi liguero negro, dándome la vuelta le dije muy coqueta…-Se le ofrece algo Ingeniero?

Quiere tomar alguna cosa en especial? Al tiempo que sonreía yo le insinuaba mis tetas y mis nalgas, -Ven aquí Daniela, toma el dictado en mis piernas! Me dijo socarronamente, de inmediato me senté en mi supuesto jefe, totalmente desnudo y con su verga bien parada. Levantando mi falda me senté en su verga sin metérmela y empecé a mover mi trasero.

-Se ve que no te han cogido en mucho tiempo verdad Danielita?

-Si jefe, el pendejo de mi marido me abandona mucho, usted cree? Es un imbécil, a veces creo que no le gusto!!!

-Pues si que es pendejo tu marido, mira que dejar este culito sin su verga diaria, pero ahora ya no será así, yo te cogeré cada que ese pendejo no lo haga! Tu serás mi puta desde ahora!!! -Si ingeniero lo que usted diga! Le dije siguiendo el juego. Sin que me lo pidiera le volví a mamar su verga y el se estremecía, le di mis mejores mamadas, y un rato después me le monte empalándome su pieza enorme en el coño y moviendo mi cadera me lo seguí cogiendo muy sabroso moviendo mi pelvis y sintiendo su verga en mis entrañas , suave, rico, mientras el me estrujaba las nalgas, y me chupaba las tetas de mi abierta blusa, al tiempo uno de sus dedos me invadió mi apretado ano haciéndome gemir…-Te gusta por el culito verdad puta? Coges muy sabroso Daniela. Y me imagino tu culito bien estrechito y apretado! me dijo Abraham.

-No lo se señor, nunca me han cogido por allí, tengo el culo quintito!

-Pues ahora te lo romperé pinche puta!

-No ingeniero. Mi marido se dará cuenta!, yo seguía cogiéndolo más caliente que nunca, subiendo y bajando montada en su verga, mientras seguíamos

con la charla caliente de nuestro juego.

-No creo que se de cuenta ese pendejo, y si lo hace me vale una chingada, que vea como se coge un macho a una puta como su mujer!

-No! Eso no! Le dije al tiempo que me desmontaba de él y me dirigí al sofá del estudio, él me alcanzó y ya sin decir mas, le ofrecí mis nalgas abiertas para que me culeara, dirigiendo su gruesa cabeza de su verga a mis pliegues de mi culito, me untó algo de saliva y se dio a penetrarme, fue un suplicio, pero finalmente me entró, poco a poco su verga ganaba terreno, yo sufría mi esfínter dilatado me dolía, pero lo alentaba a que me culera mas, me entro de un golpe seco toda su verga, grite y me jalo, entrándome toda, haciéndome pujar y llorar, pero no dije nada, el siguió con su verga adentro, me salio un poco y vuelta, me entro de nuevo y me la sacaba hasta que empezó el rico movimiento de entrada y salido de mi distendido ano, me ardía terrible, le pedí que me la sacara, no hizo caso, a cambio me dio unas fuertes y sonoras nalgadas, enrojeciendo mis nalgas, me estaba culeando el maldito de una manera terrible, salvaje pero yo estaba encantada, lo deseaba así, con furia, y el cumplía a la perfección, me hondaba el culo una y otra vez, hasta que no pude mas y sentí desmayarme del dolor, el mismo tiempo yo sentía delicioso, un dolor tremendo, sucio y humillante pero delicioso, me entregue a le y le empecé a gritar..-Mas ¡ mas! Así cabrón ábreme el culo! Es tuyo papi! Y el lo hacia, me entraba con rudeza, me la sacaba casia hasta la punta y me la dejaba ir de golpe, mis pliegues del ano se expandían a cada metida, me explotaba, me sentía morir pero allí estaba aguantando hasta que por fin no pude mas, y le suplique que me la sacara, creo que sintió lastima por mi, y lo hizo, al salirse tenia muestras de mi, olía a mi, y tuve que ir corriendo al baño a defecar, me había sacado la mierda y corrí al retrete, termine pero con mas ganas de seguir, usando una pequeña manguera me lave el interior del recto y quede prácticamente limpia, Salí del baño y fui hasta el que se había aseado la verga en el otro baño, lo vi. Limpio, y se me contrajo el culo, fui a mi recamara y tomando algo de crema me unte el ano, regrese y me le ofrecí de nuevo, Abraham no lo podía creer, estaba yo ofreciéndole descaradamente mi culo adolorido, pero el entendió mi deseo y sin decir nada me apunto la verga y me la entro de un golpazo, me hizo gritar, pero la crema evito la fricción con mis tejidos, así me estuvo culeando, diciéndome lo puta que era y yo sollozando y jadeando me entregué a su verga de nuevo con mi culo abierto, disfrutando de ese animal que me culeaba, sus manos me tomaban por las nalgas y me apretaban con gran fuerza, me entraba y salía a un ritmo veloz hasta que una de sus manos se fue hacia mi panocha y empezó a dedearme al tiempo que me culeaba haciéndome gritar y explotar en un orgasmo doloroso y terrible al tiempo que él ya no aguantando mas se vino en mi culo, en el interior de mi recto, ahora lleno de su leche, todo fue terrible , me entregue por el culo y el me gozo, al terminar me saco su verga y su leche con mi sangre confundidos gotearon, me limpió el culito y me lo besó , me agradeció lo rica que había sido con el y me enterneció, lo bese y recostados en el sofá empezamos a besarnos y a acariciarnos como dos amantes , me decía que le encantaba, que desde siempre me había deseado y que nunca pensó ni en sueños que pudiera tenerme sin embargo esto había sido para el lo máximo, yo le comenté lo mío, y le dije que mi marido ya no me cogía como antes, el se ofreció a ser mi amante por mas tiempo y yo lo acepte, así que ya puestos de acuerdo nos bañamos, comimos algo pues ya eran cerca de las cuatro de la tarde, como si fuera mi marido le prepare de comer, comimos y vimos televisión un rato, pero al poco tiempo me empezó a acariciar las piernas y me saco los senos nuevamente y allí en la sala volvió a chuparme el coño, me puso de a perrito y me trabo de nuevo haciéndome gozar mas y mas, hasta que ya no pude resistir y le dije –Culeame de nuevo mi amor, lléname el culo de tu leche, claro que lo hizo, me agarró por las nalgas y así de perrito, me la metió y me bombeo como antes, solo que ahora ya mas dilatada del culo no me dolió tanto, mas bien si me dolió mucho pero se me adaptó el culo mas rápido y lo disfrute enormidades, hasta que me vacié otra vez por la estimulación de sus dedos en mi coño y vaciándome contraje mi culito al máximo para provocar que de nuevo me llenara el recto de su leche.

Ya cerca de las 6 de la tarde se vistió, lo acompañe al portón de mi casa, nos despedimos en un prolongado beso, delicioso y me hizo la promesa de volverme a visitar cuando mi marido saliera nuevamente, de allí en adelante seria mi amante y claro que yo estaba dispuesta a entregármele todas las veces que el quisiera, después de ser suya, quería que me siguiera cogiendo muchas veces, en eso estábamos cuando a lo lejos se vieron las luces de un automóvil, sin saber quien era me volvió a besar y se marcho, mientras yo entraba a casa, solo que en minutos llego mi marido, una vez mas con aliento alcohólico, todo paso muy rápido, entró a casa y sin decirme nada me tomo por la cintura –Y regresé mamita! Me dijo muy cachondo, al voltear mi cara me di cuenta que traía labial en el cuello y con mucho coraje lo separe de mi.

Por lo menos límpiate el cuello que lo traes todo pintarrajeado! Le dije molesta, - se ve que no te lleno la puta con la que andas verdad? El se desconcertó, se fue al baño y se limpió, regreso a mi lado , yo sentada en la sala, le reclame y el solo me pido perdón, solo que era tanto mi coraje que no aguante mas ….

DANIELA.

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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