Como les relaté, en el anterior relato, tengo 26 años, soy soltera pero tengo mi pareja sentimental que se llama Paco quien tiene 32 años y con quien desde hace más de un año tenemos relaciones sexuales.
Quiero decirles que mis padres, saben que Paco y yo solo somos novios y desconocen que he tenido sexo, no solo con Paco, sino con mis dos novios anteriores, mis padres, piensan que soy virgen y mi Mamá cada que tiene oportunidad, me aconseja que me cuide, que no le vaya a adelantar a Paco mi cuerpo para que llegue virgen al matrimonio, y yo, no le contesto que si, que Paco no me faltara que me sigan teniendo mucha confianza, y por eso me permiten salir y me puedo tardar, porque creen que, Paco y Yo, solo somos novios de manita sudada.
Recuerdo mucho que por varios meses que teníamos ya de relaciones, Paco, solo me cogia por la vagina, y como siempre le ha encantado, me chupaba siempre la vagina, pero un sábado, lo recuerdo mucho, porque los sábados, desde muy temprano viene Paco por mi y ya me trae hasta en la noche y nos la pasamos todo el día juntos, cogiendo por momentos y los otros minutos no dejamos de estarnos acariciando, con ternura o con una pasión desbordada, pero sintiéndonos todo el tiempo juntos, no desperdiciamos ni un minuto.
Ese sábado, llegamos al departamento que solo lo renta Paco para vernos en la intimidad y como estaba muy alta la temperatura, llegamos, y comenzamos con besos pasionales sentía los labios de mi amor en la boca, en el cuello en los oídos, cuando en ese momento me dice Paco en mi oído, ¿nos bañamos juntos amor?, ¿me dejas que te lave bien rico todos esos lugarcitos que me como?...¿Cómo decirle que no? Si lo estaba deseando ya.
Nos dirigimos al baño y Paco con mucha ternura y amor, me comenzó a despojar de toda la ropa y cuando ya estaba desnuda, el también hizo lo mismo, su verga enorme y gruesa, muy gruesa, ya estaba en completa erección y nos metimos bajo el agua, Paco me comenzó a poner shampoo en todo el cuerpo, pasando sus manos por mis bubys, mi vientre, y cuando me iba a lavar la vagina me pidió que abriera las piernas, sentía el éxtasis, mis ojos se cerraban para sentir más y más como hurgaba en mi vagina, porque más que lavarla la estaba acariciando, me estaba abriendo el gran deseo de volver a ser suya y sus labios se prendían de mis pezones que ese día me los dejó enrojecidos.
Mi temperatura en todo el cuerpo comenzó a subir y mis caricias también iniciaron, hice lo mismo, le empecé a poner también el jabón liquido en su cuerpo empezando por el pecho hasta llegar a la verga, acariciándole todo su glande y sus testículos, buscando su punto débil como es la vena que se forma en donde empieza la verga, viendo como su pasión entraba a su máxima capacidad, luego ya que le quite el jabón, me baje y lo empecé a mamar, metiéndome su verga a mi boca, y pidiéndole que él me la sacara y me la metiera apretando mis labios en cada embestida que me daba con la verga, cuando entraba y salía de mi boca.
Los dos ya estábamos deseando llegar al mayor momento, y Paco me pidió que me pusiera en cuatro en el piso y el se hincó detrás de mi, me apunto la verga en la vagina y la empezó a empujar y empujar hasta que me introdujo todo su miembro, y empezó a bombearme y bombearme con mucha desesperación como queriendo gozar cada penetración y hacerme goza en su máxima expresión y mis orgasmos comenzaron a llegar uno tras otro, a través de gritos y quejidos.
Fue en ese momento que sentí que uno de sus dedos me lo estaba introduciendo en la cola y lo dejé, entonces Paco me metió todo el dedo pero sin dejar de bombearme la vagina y también con el dedo me comenzó a bombear, comencé a sentir un poco de dolor pero me sentía que en ese momento era ya completamente de Paco, luego me dijo, ya te voy a meter dos dedos y eso hizo, sentía algo extraño pero con un gran placer, luego me saco la verga de la vagina y sentí que me la acomodaba en el orificio de la cola y empecé a sentir que me la quería meter y la empujaba y la empujaba y sentí más dolor, pero sin decir nada, yo si quería, deseaba que me la metiera y le dije, ¿no la puedes meter?, -me dijo-, no puedo, suelta el cuerpo no te pongas dura, no te dolerá y eso hice, me solté y Paco me separó las nalgas y más y más empezaba a entrar hasta que de pronto, me sacó un grito, me dolió mucho, pero le pedía a Paco que no se detuviera que me metiera la verga que estaba ardiendo en deseos de sentirla dentro de mi, por atrás, y así lo hizo, fue muy cuidadoso para evitar que me doliera mucho, hasta que por fin me la empujó toda y me comenzó a bombear despacio hasta que fue subiendo su ritmo y dejarme ir toda su leche dentro de mi.
Cuando Paco me sacó la verga, el dolor era fuerte, pero sentí el enorme placer de ser completamente del amor de mi vida de que todo mi cuerpo le pertenecía.
Hoy, que hacemos el amor, por lo menos 3 veces por semana, Paco primero me mete la verga en la vagina y en la siguiente cogida lo hacemos en forma anal, ya no tengo dolor, es un gran placer el que me hace sentir que yo misma le pido que me de placer en la cola.
Los sábados es cuando más veces me mete Paco la verga y cuando ya llego a la casa, nunca deja de preguntarme mi Mamá, ¿cómo te fue?, ¿te portaste bien?, ¿se imaginan? Es el día que siento, que los orificios los traigo muy abiertos de las abundantes penetraciones que me da Paco y todavía mi boca tiene el sabor de leche, y yo mintiendo, que me porte bien, que me deben de tener confianza que no soy capaz de faltar a los principios de familia . – Eso que siempre escucho en casa-, pero, no pasan 48 horas y otra vez, Paco y Yo, estamos sintiendo el éxtasis del amor.
Escríbanme, luego volveré a escribir otra de nuestras excitantes entregas.