~~Soy una mujer que disfruta su soledad, cada noche me envuelvo en sábanas del más fino raso de seda, aquellas que con el simple tacto resbalan en tu cuerpo. Me hice fetichista de la seda y el satín desde que conocí la exquisita textura de tan maravillosas telas, como cuando encuentras al amor de tu vida, ellas han sido las amantes de toda mi vida, pues solo ellas me satisfacen mi sexualidad me hacen sentir mujer y extremadamente femenina.
 No identifico otra cosa que pueda satisfacerme más y por nada deseo cambiar mi locura pasión erótica llamada “placer de la seda”
La caricia de la seda sobre mi piel enciende desbocadamente mi pasión, mi deseo es que estas telas se fundan en mí ser para identificarlas como mi propia piel.
 Los satines y las sedas siempre están presentes en mi vida, son mis compañeras de siempre ya que toda mi ropa intima y exterior las confecciono con esas telas traidas del cielo. Por eso no siento soledad a pesar de no tener a alguien a quien amar.

 Cada noche mis sábanas de raso me esperan como la amante espera a su amor, me desnudo toda y me introduzco entre ellas, y al sentir el contacto de la seda por todas partes de mi desnudez me estremezco de placer , al hacer ligeros movimientos, mi piel se desliza con ellas produciendo el sonido característico de la tela denominada “grito de la seda”, entre esos movimientos que son como una danza al amor encima de la cama, las sábanas se posesionan de mi cuerpo que se diluye en ese mar de sedosidad, siento como si ellas dejaran de ser inanimadas, y cobrando vida, tratan de hacerme el amor deslizándose en lo más intimo de mi sexualidad, ellas sin freno alguno acarician mis senos y mi clítoris, el sonido de la seda se mezcla con mis gemidos de placer.

 La delicia llega a sublimarse a niveles inexplicables, Mi región más intima se dilata para que la seda se introduzca lentamente a mi vagina, sintiendo como ella se desliza suavemente por mis paredes vaginales, y se inicia uno de los momentos más sublimes y es cuando llego a un primer orgasmo devastador. Al mojarse la seda en mi interior, la tela se torna más sedosa y es cuando mi cuerpo empieza a responder con múltiples orgasmos hasta caer devastada y aniquilada de tanta pasión desbordada, para que finalmente concluir en un sueño profundo que dura hasta altas horas de la mañana pero inmensamente complacida y satisfecha por mis amantes las sabanas de raso.
 En la mañana me despierto y acaricio mis sábanas de raso dándole las gracias por la noche maravillosa que pasé con ellas. Tanto fue mi relación intima que mi cuerpo ha adquirido el aroma de mis amadas sábanas de raso y mi piel se ha tornado muy tersa y sedosa como ellas mismas.
 Mi relación con las sedas y satines no acaba en la cama, prosigue durante todo el día, mi ropa intima confeccionada es de la misma tela que mis sábanas, de esa manera la disfruto en cualquier momento de sus texturas, y en todas mis actividades que realizo
 También la mayoría de mi ropa exteriores es de seda satinada,
 Cuando estoy en movimiento o en ocasiones sentada, adoro como se frotan las telas y juguetean en mi cuerpo, principalmente en mis partes íntimas,
 Cuando camino o cruzo las piernas me enloquece el sonido que se produce al friccionarse la seda entre si o con piel.
 Mi Trabajo también está íntimamente relacionado con las sedas y satines, para mi es la actividad mas bella que tengo y me siento dichosa al estar rodeada de esas telas traídas del cielo, pues me dedico a diseñar vestidos de novia, mi divino fetichismo me ha servido para enamorarme profundamente de estos vestidos de fantasía, los confecciono naturalmente con las telas favoritas sedas, rasos, chiffones y organizas.

 Lo bello es que mi amor pasional por el atuendo nupcial se traduce en hermosos diseños ya que le pongo todo mi empeño y dedicación, me gusta no perder detalle alguno para que mis vestidos de novia luzcan para una bella princesa.
 Muchas mujeres se enamoran de mis creaciones, les contagio algo de mi fetichismo, a tal grado que algunas damas me piden que les haga su vestido de novia sin tener el motivo de casamiento, solamente desean envolverse con mis deliciosos atuendos y disfrutar privadamente de él.
 Me da alegría confecciónale a todas las mujeres que desean un vestido de novia y que al final se gocen de su hermosa prenda y de ellas mismas ya que se sienten de nueva cuenta como unas bellas princesas quinceañeras.
 Tengo una extensa colección privada de vestidos de novia que solo yo disfruto a solas. Mis atuendos nupciales son también mis amantes y así como hago el amor con mis sábanas de raso, así también disfruto de románticas noches con mis bellas creaciones. Es aún fascinante cuando me acuesto desnuda con uno de mis vestidos de novia envuelta con mis exquisitas sábanas de raso de seda. Quizá pueda yo decir aunque suene lo mas extraño del mundo que: “soy la única mujer que se acuesta con vestidos de novia” porque son mis amantes.
 Con amor: “La amante de las sedas”