Encerradas en el cuarto de la casa de Yessenia acompañada por la asistente de la sala de profesores contempladas frente a frente con ojos fijos brillantes por conjugarse el amor eterno y arraigado que se tienen como lesbianas, desnudas de la cintura para arriba exhibiendo como tocandose mutuamente sin apartarse por ningún instante esas miradas perfiladas a sus imponentes obras de artes maravillosas que las enorgullecen mucho por tal naturalidad que son representativas de sus senos que le entran sin esperar para nada a besos y lamidas pronunciadas, que se recuestan de lado en la cama donde comienza las divinas y atinadas caricias ubicadas justamente como territorialmente en sus acogedores muslos que recorren exploratoriamente que pasan manoseadas altivamente hacia sus gluteos y vientre hasta terminar enroscadas en sus piernas, ambas llevando maravillosamente puesta sus faldas ajustadas azul oscura con medias las cuales le dan el efecto perfilador como delineador a sus bellas piernas.
Comiendo de la mano de ambas frescas frescas en la boca al probarlas, humedecerlas con la lengua para el final meterla en la boca al masticarlas y saborearlas muy profundamente por el proclive sentido de ser completamente dominada por sus pasiones desbordantes y erupcionadas fuertemente por sus volcanes internos.
Acostada la asistente con la falda corrida a la cintura desnuda tiene en el medio de sus piernas a Yessenia, que la bese y le esta haciendo el coito especial de lesbianas al alimentarse propiamente de los líquidos vaginales que le salen instantaneamente por las emociones vividas que no puede controlar la asistente cuando es acurrucada y dominada por los poderes enigmaticos que la atraen al corazón de la misma Yessenia, limpiandose con la lengua Yessenia disfruta todos los mangares que son los jugos segregados hasta embarrados de la asistente.
Ambas se masturban con una pierna haciendole pinza encima de los contornos de la extraordinaria y encantadora asistente de la sala de profesores que esta muy enamorada perdidamente y desorbitantemente por Yessenia.
Sentadas en la cama las dos pegadas hablan que somos dinamita juntas y nunca pense por un momento que tu y yo fueramos almas gemelas que no eramos feliz ni sobradamente amadas por nuestras parejas masculinas.