ENTERRADA VIVA (La venganza: Rocío)

Como por lo que se ve queréis un final ¡allá va! ... y que de "esto" salga lo que te tenga que salir.


Para cuando la policía quiso investigar algo, yo había desaparecido, me fui de vacaciones como excusa para que no pudieran involucrarme en nada, además nadie me había visto ni entrar ni salir en casa de Dani, tenía una coartada perfecta, su hermano tampoco sabía nada, nadie lo sabía, pero algo dentro de mi estaba asustado, así que decidí volver antes de tiempo.

Rocío, también se había ido de vacaciones, en el campus nadie sabía nada de ella, pero me enteré que había empezado una relación con Dani hacía unos días, que lástima les jodí en lo mejor, supongo que se fue al enterarse de lo que le ocurrió, pero dudo mucho que supiera que fui yo, además en el periódico no se especificó nada, sólo que un chico de la ciudad había sido víctima de un terrible suceso, me hubiese gustado decírselo a la cara para ver como se quedaba, sólo pude esperar.

Volví a las 2 semanas, como ya he dicho antes de tiempo, tenía planeado volver en un mes y las cosas estaban más tranquilas por el barrio, todo el mundo se acordaba de Dani, pero nadie se atrevió a decir nada, sólo su madre me dijo un día que Dani me había querido mucho y yo pensé -"Joder si eso es amor, prefiero que no me quieran", después sólo le di el pésame, aunque reía en mi interior y pensé en decirle lo que su hijo me había hecho y que se merecía estar muerto y haber sufrido antes de morir, pero preferí callarme ¿de qué me iba a servir hacer daño a su madre? ya le había hecho bastante sin que lo supiera, Rocío volvió unos días después que yo.

Estaba sentada en el porche de su casa, balanceándose lentamente con cara de muerta, la veía desde mi casa, ella vivía enfrente, me dediqué durante unos días a observarla de lejos, solamente para ir conociéndola y saber por donde atacar, tenía que vengarme, no podía quedar así.

Entonces se me ocurrió que con la ayuda de un par de chicas del campus que la odiaban, pero en su cara eran sus amigas, engañarla para que acudiera esa noche al refugio del "Pistacierva", un refugio donde ella solía ir con esas dos chicas a celebrar borracheras descomunales, ella acudió sin ningún problema, yo esperé fuera, hasta que sus amigas la emborracharon tanto que se quedó dormida, entonces ellas salieron y me dejaron el camino libre:

- Toda tuya - dijo una.

- ¿Qué vas a hacerla? - preguntó su compañera.

- No os interesa - les respondí.

- Muy bien, pero nosotras no hemos estado aquí, no nos conocemos, ni nada ¿te queda claro? - asentí con la cabeza.

Entré y cerré la puerta, era un refugio en medio de la montaña, nadie nos oiría, me senté a su lado en la cama y la meneé un poco para que se espabilase, pero estaba profundamente dormida, la desnudé y le inyecté el "Eviane" que había en casa de Dani, no me fui de allí sin él por supuesto, no soy tonta, ni siquiera se despertó al sentir la aguja en su brazo.

Esperé para que despertara, pero no lo hizo, ... se me había escapado, tuvo suerte la muy zorra, me pasé con la dosis y ni siquiera despertó, se quedó allí tiesa, fría, ...., muerta, me acerqué asu cara y noté que no respiraba, me reí de mi misma, yo no sabía nada de como administrar la dosis exacta, así que resignada pensé en qué iba a hacer, ahora si que podían vincularme, esas chicas me conocían, Rocío tenía mis huellas en su cuerpo, ...., así que cogí sus ropas y las quemé en la chimenea del albergue, también eché al fuego el frasco de "Eviane" y la aguja que no se quemaron, pero quedaron irreconocibles, ... pero no sabía que hacer con su cuerpo, así que con un hacha la descuarticé lo mejor que pude en trozos muy pequeños, menos el tronco que me fue imposible cortarlo, después levanté una tabla suelta del suelo y en ese hueco la enterré bien profundo, para que no apareciera a los pocos días.

Pasaron tres días y me di una vuelta por el albergue, al entrar noté un olor extraño, un mal olor, enseguida comprendí lo que hace la descomposición con nuestros cuerpos y preocupada por que nadie lo descubriera la desenterré a toda prisa y dividí sus restos en dos bolsas que llevé a mi casa dentro de una maleta, para que nadie sospechara.

Una vez allí, no pude resistir la curiosidad, y la evisceré, ya en trozos más pequeños podía deshacerme mejor de ella, eché a los perros los trozos de carne para que los hicieran desaparecer y los huecos los pasé por la trituradora, pero el tronco era imposible deshacerlo, así que lo cocí hasta que quedó pelado, sin un trozo de carne, lo pinté con una pintura gris para que pareciese de plástico, como las que usan los estudiantes y la coloqué en mi habitación.

Después volví a irme por si alguien decidía investigar, pero al no saber nada, volví a casa.

Rocío no fue encontrada, pero nadie la buscó, su madre pensó que debía de haberse marchado con algún chico y ahí se quedó, no denunció su desaparición, y las chicas que fueron mis cómplices jamás me volvieron a dirigir la palabra, ellas sabían lo que había hecho, pero tampoco dijeron nada, ellas también me habían ayudado.

Cumplí mi venganza de la mejor manera que pude y resultó salirme bien.