Cuando desperté estaba en una cama, hubiese deseado que todo hubiese sido sólo un sueño y estar en la cama de Dani con él a mí lado, prometiéndonos amor eterno, intenté fijar la borrosa vista que tenía, miré a mi alrededor dichosa de ver que aquello que pensaba fuese real, pero no estaba en casa de Dani, ni en la cama de Dani, ni con Dani ..., estaba en una habitación sin ventanas, sólo una cama y yo, y encima me habían atado de manos y pies, ¿para qué? si apenas podía moverme ... ¿cómo iba a escaparme de allí? ...
- ¡Hola! ¿alguien puede oírme? - grité, pero no hubo respuesta, todo estaba en un silencio absoluto, un silencio que asustaba. - ¿HOLA? - volví a gritar.
No sé cuanto tiempo había pasado desde ese día en que salí de clase y me fui con él, además en esa habitación sin ventanas era imposible saber si era de día o de noche, no tenía reloj y mi móvil estaría aún en casa de Dani, sonando sin parar y mi pobre madre preguntándose que habría pasado con su alcoholizada hija, culpándose a sí misma, pensando que tal vez me habría espadado por su culpa como hace unos cinco años y medio -"pobrecita"- pensé.
"... hace cinco años y medio me escapé de casa ¿porqué? .... mi madre divorciada se había echado un nuevo novio, un camionero que paraba cerca de nuestra casa, se conocieron, se gustaron y comenzaron a salir como la gente normal, al principio todo fue bien, él era muy amable conmigo incluso llegué a creer que se parecía al padre que nunca tuve, que se marchó con una camarera compañera de mi madre cuando yo tenía 10 años, ... pero cuando le trajo a vivir a nuestra casa (demasiado pronto a mi modo de ver, pues sólo llevaban 2 meses juntos) todo cambió, aquel hombre amable y dispuesto a educarme como hija suya se convirtió en un tirano que venía dispuesto a imponer sus normas a toda costa, las razones por las que me escapé fueron que no quería aguantarle, había estado muy bien con mi madre solas, haciendo lo que me daba la gana, sin dar explicaciones a nadie, una noche que me retrasé en llegar a casa por culpa de un amigo, al llegar me dio una brutal paliza delante de mi madre la cual sólo dijo "te lo mereces" me rompió dos costillas, el labio y me dejó llena de moretones, en el hospital dijeron que me había caído por las escaleras y yo tuve que tragar con ello ..., pero lo que me decidió totalmente a escaparme fue un día, después de 5 meses de convivencia con él, que estaba sola en casa y él entró en mi habitación, se sentó a mi lado en la cama y comenzó a hablar, primero de los estudios que me iban un tanto mal de lo importante que era ser alguien en esta vida y tener cierta cultura y conocimientos, después de las relaciones sexuales con los chicos, se había enterado de muchas cosas que no le parecían bien y por fin llegó al tema que quería tocar, mi madre se había ido a casa de mi tía y él como cualquier hombre tenía sus necesidades, cuando dijo aquello le miré con una mueca de asco que encendió su ira, se abalanzó sobre mi (me fue imposible defenderme de un tío de más de 90 kilos), me empotró en el colchón, rompió mis ropas, apretó cada parte de mi cuerpo aún virgen, a pesar de haber tenido algunos novios, me dio la vuelta, se desnudó y me violó repetidas veces, temiendo que pudiese quedarme embazada el resto de las veces me lo hizo por detrás, no le gustaban los condones, y eso era más viable, ..., mi madre volvió a las tres semanas, tres semanas que yo había pasado cautiva en casa sometiéndome a los deseos de él, se lo conté e incluso le enseñé todas las marcas que tenía por el cuerpo, ella no me creyó y entre los dos me lo hicieron pasar mal, ..., después de eso me fui, reuní todo el dinero que pude, cogí un tren y me dispuse a desaparecer, pero al ser menor de edad me cogieron a los 10 días y me hicieron volver, mi madre se había enterado de la verdad, él se lo había dicho, se disculpó conmigo y ahí quedó la cosa .... y aunque la perdoné nunca podré olvidarlo ....".
La cosa que me habían inyectado me había dejado reventada, volvía a sentir ese hormigueo por todo el cuerpo, sentía pesados los párpados, me daban arcadas y vomité encima de las sábanas, intenté llamar a alguien, pero acudió a mi llamada, grité y grité, pero la puerta seguía cerrada a cal y canto. Intenté recostarme para estar algo más cómoda lejos del vómito, el olor era terrible, pero ni tan siquiera tenía una almohada, así que apoyé la cabeza sobre el frío y duro cabecero de hierro oxidado teniendo cuidado de no clavarme nada y me dejé vencer por el sueño.
- ¡Átala bien! - oí - que no pueda moverse - alguien lo dijo, pero no le conocía la voz.
- Mirad ya se está despertando, ..., en el momento justo.
Abrí los ojos, a mi alrededor había mucha gente, muchas risas, todavía veía algo borroso acausa de lo que me habían inyectado, pero algunos de ellos pude reconocerlos sobretodo a Dani, que estaba al fondo de la habitación mirando, era otra habitación distinta, había una ventana y entraba la claridad del día. Estaba atada a una mesa con correas, las manos, los pies, la cintura y la cabeza, no podía moverme para nada, pero sí hablar:
- ¿Qué vais a hacerme? - pregunté asumiendo el terrible destino que me esperaba, pero quería que ellos me lo dijeran.