Estaba en la cama contrayéndome de dolor, sufriendo el peor de los dolores, él se levantó y se fue durante más o menos una media hora o una hora, no sé, intenté hacer algo, moverme un poco, pero fue inútil, estaba muerta o por lo menos así me sentía, el silencio inundó la habitación, había tranquilidad ni un ruido rompía la atmósfera que la habitación contenía, me quedé muy quieta escuchando el latido de mi corazón y fue por eso que supe que aún vivía, escuché el silencio y sentí unos pasos subiendo pos las escaleras, se abrió la puerta, era Dani, aún desnudo me miró indiferente, se acercó y me envolvió con una manta, empezó a vestirse, se fue y cuando volvió me cogió en brazos y me llevó hasta el coche, me sentó en el asiento del copiloto y condujo, no sé hasta dónde, ni hasta qué hora, ..., yo iba a su lado luchando por mantener los ojos abiertos, sujetándome el vientre para que pasara el dolor, mientras él ni me miraba, sólo estaba concentrado en la carretera, con todos los sentidos puestos en lo que estaba haciendo, no sabía a dónde me llevaba, no alcanzaba a ver lo que decían los letreros de la carretera, todo se me presentaba difuminado, los colores mezclados y las luces me cegaban aún más, era de noche, pero no sé que hora.

- Dani ¿dónde vamos? - me miró, alargó la mano y me acarició la mejilla, sonrió, pensé que me llevaba a casa, pero ilusa de mi, ese no era el final del viaje.

- Lo he pasado muy bien contigo - dijo - si llego a saber que lo haces tan bien, ten por seguro que te lo habría hecho antes - después quitó la mano de mi mejilla y me abofeteó - ¡eres una fiera! - dijo - aunque yo sé cómo domar a las fieras ....

- Eres un cerdo ¿sabes lo que has hecho? - le pregunté, él me miró y asintió - pues pienso denunciarte - se echó a reír.

- Eso será si puedes - me dejó de piedra al decir eso ¿en qué demonios pensaba? ¿en matarme y enterrarme en medio del campo?

Acerté a ver el parque que había debajo de mi casa y respiré tranquila pensando que tal vez me hubiese equivocado con él, pero no ..... pasó de largo y siguió conduciendo, no pude decir nada, ¿de qué me iba a servir? ¿qué más daba ya?

La pesadez de mis párpados se hizo inaguantable .... (no lo aguanté) ..., empecé a cerrar los ojos lentamente, de vez en cuando los abría, pero aún seguía conduciendo sin rumbo, o al menos eso creía yo, al final no pude más y me dormí.

"Extraño suena tu nombre, extraño bajo el sonido del viento ....."

Estaba soñando plácidamente, ya no sentía el dolor de mis extremidades, un letargo me había acogido y comencé a entrar en un sueño profundo, ....

De golpe un bache hizo que me despertara sobresaltada, Dani rió, creo que lo hizo aposta, aún me seguía doliendo todo el cuerpo y más con aquel golpe, tenía sueño, pero el meneo que dio el coche me hizo reaccionar. Miré por la ventana costándome la vida girar el cuello, no reconocí el paisaje, miré a Dani, seguía conduciendo sin molestarse ni un poco en mi, la consciencia volvió a mí al despertar y con ella el dolor, así que me recosté lentamente y volví a cerrar los ojos, intentando volver a dormir, pero no pude:

- Dani, por favor para - le rogué - estoy mal Dani, ayúdame.

- Si no te callas te meteré en el maletero o mejor aún ... te ataré a la baca.

- Dani - le grité, no lo esperaba y se asustó al oírme, giró bruscamente, paró, ...., estuvimos unos minutos en la cuneta, - Dani da la vuelta - pero me hizo caso omiso, me agarró con fuerza, me ató las manos, me colgó de su hombro y me metió en el maletero, había cumplido su palabra.

- ¿Lo ves? - dijo desde fuera - ya lo has conseguido.

El resto del viaje lo pasé allí encerrada, casi enterrada viva, no sé por dónde fui, ni a dónde, ni nada, ...., oscuridad, malestar, dolor, ..., aquel maletero era demasiado pequeño y me obligaba a estar en una postura muy incómoda, con las piernas dobladas y la espalda arqueada. Por más que intentaba gritar era imposible nadie me podría oír, cerré los ojos llorosos y dormí, dormí hasta que sentí como el coche frenaba, después de aquel último sueño me sentí algo mejor, ya podía mover más o menos las piernas, pero el dolor del resto del cuerpo era un infierno, tenía algo dentro, lo sentía, era frío, duro y grande, lo tenía metido dentro de la vagina, intenté moverme, pero me dio una punzada el útero, pensé -"este tío me ha violado cuando ya tenía algo dentro" - de ahí el dolor, era un dolor persistente, dando punzadas a cada movimiento, pero tenía que salir de allí y sacarme aquello de dentro, cogí fuerzas moví las piernas y empecé a darle patadas al maletero y a gritar, ..., oí gente fuera, ... grité más fuerte que nunca, .... el maletero empezó a abrirse, alguien miró, me vio y volvió a cerrarlo de golpe:

- Se le ha pasado el efecto - dijo alguien, oí más voces.

- Trae más - era la voz de Dani.

El maletero se volvió a abrir, intenté defenderme para salvar mi vida y huir, pero me sujetaron fuertemente entre unos cuantos y me inyectaron algo, inmediatamente después volvieron a cerrarlo, conmigo dentro.

Cerré los ojos y deseé con todas mis ganas que aquello no estuviese ocurriendo, pero a veces desear no cambia la realidad y la realidad me decía que estaba allí, encerrada en un maletero, con algo corriéndome por las venas que además no sabía que era si sería malo o bueno, violada de una manera un tanto extraña por el chico que había enamorado mi corazón y lo había roto en tan sólo un día. Dormí ¿qué otra cosa podía hacer? dormí para esperar morir allí dentro y dejar de sufrir.