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Enterrada viva (parte 1ª)

Salí de mi casa como cualquier día normal, iba a clase, me había apuntado a una academia de verano para poder recuperar una asignatura que me traía de cabeza, la química, había cometido el tremendo error de liarme con el profesor y en un arrebato por parte de él, al decirle que lo dejábamos me suspendió, me hizo la pascua el verano.

Por el camino me encontré con Daniel, era el típico chico guapo, inteligente, agradable, pero inaccesible; desde que eramos pequeños habíamos ido al mismo colegio, al mismo instituto y ahora estábamos en la misma universidad en facultades distintas, pero dentro del mismo campus, yo estudiando química molecular y él derecho. El chico que siempre me había gustado, siempre había estado locamente enamorada de él, pero para mi desgracia él nunca se mostró interesado en mi aunque una vez casi nos liamos con 14 años en una fiesta de cumpleaños de un amigo común Iván, (que desapareció sin dejar rastro), pero lo mío con Daniel, Dani como me gustaba llamarle no pasó de ahí, después ninguno de los dos nos habíamos vuelto a dirigir la palabra, él hacía como si yo no existía, lucía a sus amigas delante de mi sabiendo lo que yo sentía, pero yo sabía perdonar y esperar mi turno, pero sin quererlo, después de haberme olvidado de él casi por completo, aquel día me le crucé y por primera vez me reconoció, se paró a mi lado y me habló:

- ¡Hola! ¿Dónde vas? - me preguntó curioso.

- A clase, tengo ciertos problemas con la química.

- ¿Si quieres yo podría ayudarte? - que amable, se ofreció a socorrerme en mi cacao mental.

- Salgo a las 8, ¿si quieres nos vemos después y ...? - me quedé en blanco.

- ¿Y qué? - dijo él.

- ...y me ayudas con la química, por supuesto - terminé la frase.

Y ahí quedó la cosa, intercambiamos números y me fui a clase, pasaban lentas las horas mientras escuchaba al tío plasta que tenía por profesor, sólo le prestaba atención a mi reloj, al terminar seguí tan perdida como al principio en lo que a la química se refiere, y al salir allí estaba él, puntual, peinado, perfumado, ... vamos tan guapo como siempre. Me dijo que iríamos a su casa que estaba solo, y yo pensé -"esto es un sueño" - el chico que más me gustaba se interesaba por mi, por mis estudios y encima me llevaba a solas a su casa, nada podía estropear aquello. Me llevó en su coche hasta su casa, entramos y me ofreció algo de beber, le pedí alfo fresco porque el calor me tenía deshidratada, me senté en el sofá mientras examinada cada detalle, una casa amplia, limpia, bien cuidada, se notaba que su familia tenía dinero, pero aún así él no era el típico niño de papá que conseguía todo lo que quería, o al menos eso me parecía a mí.

Se le oía abrir y cerrar armarios desde la otra punta de la casa - Sólo tengo Martini - dijo desde la cocina. Eso no se lo creía ni él, pero me gustaba tanto y estaba tan bien que pensé -"bueno, un par de Martinis no me harán daño, además el alcohol ayuda a relacionarse mejor ¿no?"- intenté convencerme de aquello a mí misma y aunque no me lo creía le dije gritando para que me oyera:

- ¡Ok barman, ponme un Martini! - mientras reía.

Apareció en el salón con dos copas llenas hasta casi rebosar y sin la camiseta:

- Vamos a brindar - dijo acercándose tanto que casi me lo como en ese mismo mento, pero me reprimí:

- ¿Y porqué brindamos? - le pregunté.

- Por nosotros, que a partir de ahora me temo que vamos a ser muy buenos amigos - "que lástima"- pensé, ¿sólo amigos? ... si yo me moría por él y por hacerle el amor allí mismo.

Nos miramos, reímos, brindamos y bebimos, bebimos tanto que la química preferimos dejarla para otro día, no sé cuantos Martinis bebimos, pero al par de horas, sentí un extraño hormigueo corriéndome por todo el cuerpo - "el efecto del alcohol"- pensé, aunque normalmente nunca me había dado problemas y eso que solía beber bastante, presumir de ello no me había traído más que problemas, así que decidí tomarme lo con más calma, intenté pensar en otra cosa y me decidí:

- ¿Dani? - le llamé, para captar toda su atención - ¿Porqué nunca volvimos a hablar después de la fiesta de Iván? - me miró extrañado y el silencio inundo la habitación.
Datos del Relato
  • Autor: LORELAY
  • Código: 9938
  • Fecha: 13-07-2004
  • Categoría: Varios
  • Media: 6.2
  • Votos: 44
  • Envios: 2
  • Lecturas: 2921
  • Valoración:
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