~~Me llamo Susana, tengo 23 años y soy de Madrid. Soy alta, morena de pelo rizado y ojos oscuros. En general no estoy mal pero me gustan sobre todo mis tetas que son bastante grandes pero a pesar de ello están muy bien colocadas. Estudio Medicina y para sacarme algún dinerillo comencé a trabajar hace poco en una discoteca muy conocida del centro de Madrid aunque prefiero no decir cual. Lo que más me gustó del trabajo el primer día fueron los compañeros que tenía. Me tocó trabajar con dos chicos bastante guapos. Uno de ellos, Sergio, es camarero conmigo. Es alto, rubio, de ojos claros y un cuerpo muy bien proporcionado. Además bastante simpático aunque un poco chulito con las tías pero hay que reconocer que tiene bastante éxito. El otro es Joaquín, que es el encargado de mantenimiento. Es también alto, con el pelo corto y moreno y músculos bien marcados. Pues bien desde el primer momento hubo muy buen rollo entre los tres. Nos reíamos mucho y se nos hacía la noche bastante amena. Empecé a notar cierto tonteo por parte de los dos pero decidí que para que no hubiera problemas entre nosotros no pasaría nada. O al menos intentaría que no pasara.
Un viernes cuando ya estábamos casi cerrando tuve que ir al almacén a coger unas botellas que hacían falta. Es una especie de cuartito no muy grande situado al fondo del bar donde se guardan las botellas, los refrescos, los hielos y esas cosas Estaba de espaldas a la puerta buscando las botellas que necesitaba cuando de repente se cerró la puerta y se apagó la luz. Al principio pensé que se había fundido la bombilla pero de repente noté que había alguien más conmigo en el almacén. Mi primera intención fue chillar porque no tenía ni idea de quien podía ser. Pero él o ella se acercó rápidamente y antes de que me diera cuenta estaba junto a mí. Pegó su cara a la mía y acercándose a mi oído me dijo: Tranquila que no te voy a hacer nada malo . Con el ruido de la música no pude averiguar si era alguien conocido pero de lo que si estaba segura es de que era un chico.
Entonces comenzó a acercarse más y me agarró fuerte por el culo al tiempo que me besaba en el cuello. En esa situación debería haber estado asustada porque no tenía ni idea de quien podía ser ni de lo que me iba a pasar. Sin embargo, cuando noté un enorme bulto entre mis piernas no pude evitar sentirme algo excitada. Al momento comenzó a subirme el vestido. Era de licra y debajo no llevaba más que un pequeño tanga de encaje. Empezó a sobarme el culo cada vez más fuerte y cada vez iba notando más y más como su enorme polla se clavaba entre mis piernas.
Comenzó a bajar de mi cuello al escote y de un tirón me bajo el vestido dejando al aire mis enormes tetas cuyos pezones estaban ya bastante duros pero se pusieron aún más cuando empezó a chuparlos y lamerlos. Yo en respuesta lo agarré por la cabeza y lo acerqué aún más. Mientras que con la boca me chupaba uno de mis pechos con la mano sobaba el otro, apretándolo con fuerza, pellizcándome el pezón y poniéndolo cada vez más duro.
Hacía rato que había notado como empezaba a mojar el tanga. Mi coño estaba cada vez más húmedo. Entonces cogí una de sus manos y la puse en mi coño. Sin más me metió dos dedos hasta el fondo, moviéndolos con fuerza. En ese momento solté un gemido y se acercó a mi oído para decirme: Te gusta ehh perra lo sabía, sabía que eres una putita a la que le encanta follar.. Eso me excitó aún más y comencé a moverme rápidamente, refregando el coño por su mano, queriendo que me metiera los dedos aún más adentro y más fuerte.
Entonces de repente me levantó y me sentó encima de una nevera que se usa para guardar los hielos. Me bajó el tanga, me abrió de piernas bruscamente y bajó su cabeza hasta mi coño. Empezó a comérmelo, chupándolo, mordiendo los labios Me metió dos dedos de nuevo pero yo le grité que quería más, que dos no eran suficientes. Me metió un tercero y al poco un cuarto al tiempo que me lamía el clítoris y entonces tuve un orgasmo increíble agarré su cabeza y la apreté contra mi coño para que tragara todos mis jugos. Te has corrido en mi boca putita ahora me toca a mí. Y dicho esto me pegó un tirón y me bajó al suelo poniéndome de rodillas delante de el y antes de que me diera cuenta tenía su enorme polla metida hasta el fondo de la garganta. Casi no podía respirar pero empecé a chupar aquella polla como una desesperada, lamiéndola, de arriba abajo metiéndola de nuevo entera en la boca, sacándola , apretando la punta con los labios, acariciando los huevos estaba a punto de correrme de nuevo pero antes quise sentir ese pedazo de polla en mi coño, tenerla bien adentro Quiero que me folles cabrón, quiero sentir como te corres dentro de mí Lo que tú mandes zorra me dijo levantándome del suelo. Me apoyó contra la nevera pero justo cuando estaba a punto de meterla me dijo: Mejor voy a darte por el culo que seguro que te gusta más,¿ a que sí puta? ¿quieres que te parta el culo? No sabía que decir porque aunque lo había intentado varias veces nunca había podido hacerlo porque me dolía. Pero antes de que me diera cuenta me dio la vuelta, me apoyó en la nevera y me abrió las piernas. Me separó las cachas y empezó a chuparme el agujero, hasta llenarlo de saliva. Después se puso un momento de pie para meterme en la boca un par de dedos y sin más me los introdujo en el culo. Los movía rápidamente y poco a poco mi culo se fue abriendo más y más. Los sacó del tirón y de un solo golpe me metió su enorme polla en el culo. Yo pegué un grito y le pedí que la sacara, el dolor era increíble. Tranquila perrita ya verás que poco a poco empiezas a disfrutar con mi polla partiéndote el culo .
Realmente el dolor fue dando paso a una sensación de placer que fue aumentando y al poco le pedí que me diera más fuerte. Empezó a sacar su polla casi del todo pero entonces la metía de nuevo hasta el fondo sujetándome por las caderas. Al mismo tiempo yo metía los dedos en mi coño por lo que no tarde en tener no uno sino dos orgasmos seguidos.
¿Te gusta verdad puta?, ¿te has corrido verdad?.. Siiiii, ohh dios, como me gusta, dame más cabrón. Así, así, párteme el culo.. Me voy a correr zorrita, en tu culo.. Nooo, quiero que te corras en mi boca. Quiero sentir tu leche caliente, tragármela toda Así me gusta, que seas una verdadera zorra. Prepárate, trágatela toda .
Dicho esto me dio la vuelta y me puso de rodillas metiéndomela en la boca. Solo la chupé un poco y al momento noté como la boca se me llenaba de semen caliente que empezó a chorrear por la comisura de los labios. La saqué y la chupe de arriba abajo para dejarla bien limpia. En ese momento se agachó y me lamió la boca limpiando los restos que habían resbalado por mi cara. Se acercó al oído y me dijo: Me a encantado putita, te has portado tal y como yo esperaba. La próxima vez lo pasaremos mejor. Dicho esto se levantó, se subió los pantalones y se fue hacia la puerta, la abrió y cuando estaba fuera metió la mano un poco y le dio al interruptor. De repente me vi allí sola, de rodillas en el suelo, con la cara pringosa y un gusto a semen en la boca. Pero con la sensación de haber echado el mejor polvo de mi vida hasta ese momento claro.
Me arreglé más o menos y salí del almacén. Una vez fuera tuve la sensación de que mis dos compañeros se miraban de una manera extraña. En ese momento me di cuenta de que había sido uno de los dos pero no supe cual hasta poco después. Pero eso es otra historia.
Espero que os haya gustado. Pronto mandaré más.
