Hacia años que venia pensando la manera de concebir un hijo y no podía realizar mi sueño ya que soy lesbiana y mi pareja también lo es.
Así que empecé a elucubrar un plan para hacer realidad mi anhelo, al principio fueron insinuaciones sutiles, siempre rechazadas, hasta hacerlas más directas con el sentido que germinara la idea.
Pero para mi desgracia siempre me encontraba con la férrea negativa de Andrea que no quería escuchar del tema.
Allí surgió la idea más descabellada que os podréis imaginar, el plan consistiría en lo siguiente, conseguir un cómplice dispuesto que me acompañara en el intento, para eso tuve que convencer a un compañero de trabajo que se llama Cesar, siempre había estado detrás de mí sin ningún resultado
por supuesto.
Empecé a cortejarlo y concerté un encuentro, eso fue en mi departamento mientras Andrea estaba en el trabajo, la cita fue a las nueve y llegó puntualmente, le abrí la puerta lo hice pasar, y debo deciros que era un magnifico ejemplar, rubio, ojos celestes, casi aniñado diría yo. Vestía jeans gastados y una remera cuello redondo sin mangas ajustada al cuerpo.
Lo recibí con un beso nos acomodamos en el sillón y empezó el primer intento, me levanté, le ofrecí algo de beber y le dije muy suelta de cuerpo: -Mira yo soy un poco especial
en mi manera de concebir el sexo, algo complicada, necesito un poco de juego previo, como tu sabes vivo con otra
mujer y nunca he estado con un hombre, o sea que para hacerlo menos chocante que te parece si jugamos como lo hacen las nenas buenas-.
Cesar me miró y dijo: -¿ Cómo sería eso?-
Yo le repuse, -¿ te animarías a vestirte de nena para mami?-
¿Solo eso?, -dale no es problema-
Lo empecé a desvestir, se quitó la remera, le desabroche el cinturón él bajó la cremallera, se quitó los zapatos, le baje los pantalones, tenía puesto un slip rojo que reventaba por un bulto enorme hacia presagiar una erección que no se podía disimular, un cuerpo casi lampiño con vello rubio que se disimulaba aún más con el color de la piel.
Fui hasta el baño puse la bañera a llenar, luego volví le di un beso y le dije: - ven vamos al baño que comienza el juego-.
Le saqué el slip apareció una polla gruesa, le hice dos o tres caricias adelante, atrás dejando el glande rojo al descubierto, luego saque la crema de afeitar le esparcí abundante
por todo el pubis, comencé a afeitarlo con esmero, primero por la base, luego siguiendo, hasta que quedó bien lampiño, debo decir que la polla parecía más grande aún, después le hice unos masajes con crema hidratante y lo dejé en la bañera, me fui a buscar ropa interior para vestirlo, volví con tanga y corpiño, salió del agua, lo sequé con esmero y cuando llegue a su polla me la trague entera, debo decir que al principio me dio arcadas pero luego me fui acostumbrando, me ayudaba con la mano de repente se crispó y sentí un torrente cálido dentro de mi boca, el me tomó fuerte de la nuca y se quedó tieso.
Luego nos volvimos a la sala donde lo puse al tanto
de mis planes, con una pequeña diferencia, le dije a
el que esto era para introducir a Andrea en el mundo
del bi sexualismo y que había pensado en él por su
belleza. Quedamos confabulados para que viniera a visitarnos
cuando yo se lo dijera vestido de mujer y que actuaría
como una compañera nueva de oficina.
Por la noche cuando llegó Andrea del trabajo le dije
que había venido a visitarnos una compañera nueva de
trabajo y que me había parecido estupenda. Ella sé
puso un poco celosa, no hizo mayores comentarios y
se levantó de la mesa, se fue a la habitación y cerró
la puerta, yo terminé de levantar la mesa y me apresuré
a seguirla. La encontré sobre la cama taciturna y tensa.
Le dije: - ¿que te pasa Andrea? –
Me miro desafiante y respondió: - ya te dije que no me gusta
que vengan visitas a casa si no estoy presente! –
Amor, no tiene nada de malo, es una amiga para no
sentirnos tan solas, tal cual habíamos hablado, ahora
si no estás de acuerdo no la invito más y todo arreglado.
Le acaricié la cabeza, le di un beso y ella respondió como
una gata en celo, nos revolcamos por la cama, arrancándonos
la ropa violentamente y terminamos en un frenético
sesenta y nueve como hacía mucho tiempo, estaba como
poseída por un ataque de celos y repetía constantemente
dile a mami quien es la puta más puta de la casa!
Y yo le respondía yo mamita soy la más puta de la casa.
Así nos dormimos abrazadas toda la noche, me desperté
temprano me levanté sin hacer ruido y le preparé el desayuno,
café con leche tostadas con mermelada y un jugo de naranjas
recién exprimido, la desperté con un beso dejé la bandeja sobre la cama y me fui al baño a arreglarme para el trabajo, me estaba duchando cuando de repente apareció ella desnuda
y se metió en la bañera me enjabonó la espalda, las nalgas
y no hubo lugar por donde ese jabón no fuera, yo la dejé
hacer, luego me di vuelta y le di un cariñoso beso de lengua.
Las dos nos apuramos en vestirnos, bajamos juntas el ascensor y cada una fue a su trabajo contenta.
Así los días se fueron sucediendo y yo seguía con la predica
con Cesar nos habíamos vuelto muy compinches y estaba
muy excitado con la idea de compartir la cama conmigo
y con Andrea. En ella mientras tanto había prendido la
idea de compartir sexo con una tercera mujer para que nuestra relación fuese más placentera, las cosas fueron madurando
hasta que llegó la oportunidad de realizar el ansiado encuentro.
Quedamos en un sábado por la noche, le rogué a Cesar que no
escatimara detalle y que se apareciera siendo una verdadera
mujer sensual y apetecible.
Ese día fue interminable, nos levantamos cerca del medio día
Andrea se fue a la peluquería y yo me fui de compras
para que no faltara nada, compré abundante cava bien frizante
como le gusta a ella, algunos entremeses bien picantes
cosa que ayudaran a la bebida abundante, y algunas velas
para hacer la velada más romántica.
Volví con todo mi bagaje preparé la mesa, la cava en la heladera, no descuidé detalle, después ya cansada llené
la bañera y me sumergí al instante, estuve por espacio de media hora, luego me pegué una ducha, mucho champú
y crema de enjuague, como uso el cabello muy corto no
hizo falta ningún otro especial cuidado, me perfumé
discretamente y me quedé en ropa interior esperando
que regresara Andrea de la peluquería. Ella llegó a eso
de las ocho y estaba despampanante, cabello peinado
depilación completa, manicura y un brillo especial en sus
ojos que hacían presagiar una velada inolvidable.
Abrimos una botella de cava y empezamos a brindar
temprano, pusimos música suave, estaba oscureciendo
y nos encontró bailando románticamente.
Nos tomamos la primera botella de cava y ya chispeantes
fuimos a mudar de ropa pues ya se acercaba el instante.
A eso de las nueve y media sonó el portero me apresuré
a abrir y los momentos del ascensor fueron interminables
abrí la puerta fui a su encuentro, grande fue mi sorpresa
cuando me encontré con una bella mujer rubia, tuve que
contener el aliento para no exhalar un grito de admiración
estaba realmente impactante, con un vestido rojo, ceñido
al cuerpo, me costó reconocerlo, le pregunté por lo bajo
-¿Cesar?- si respondió -como me encuentro-.
Espectacular, ven Mariela que te presento...
Entramos a la sala Andrea había prendido las velas y todo
estaba perfecto. Mariela esta es Andrea, Andrea esta es
Mariela, se dieron un beso y nos sentamos a la mesa.
Llené las copas e invité a hacer un brindis por las tres
- por las tres dijeron y lo tomamos rápidamente-
Ya el hielo estaba roto y comenzamos a hablar animadamente
ellas simpatizaron de inmediato y todo se hizo más fácil de repente, yo servía me levantaba iba y venía y ellas
charlaban y reían sin reparo, transcurrió la cena y nos fuimos
al sillón a sentarnos, allí estábamos escuchando música
yo estaba sentada en medio de las dos, le di un beso
a Andrea, luego la besé en el cuello hacia la nuca cosa que quedaran cerca una de otra y luego percibí que Mariela
(Cesar) estaba besando a Andrea en la boca, una oleada de calor me invadió el rostro y sentí el sexo empapado.
Puse una mano en cada entrepierna y pude sentir el sexo de Andrea mojado, mientras que Mariela ya no podía ocultar su
Bulto, tengo que pensar algo rápido antes que se descubra el engaño, le digo a Andrea en la cama que vamos a
estar más cómodas, nos levantamos y fuimos a la cama
allí en el placard guardamos el arnés con el cual jugamos
exclamando a apagar la luz sálvese quien pueda, me puse en el medio cosa que ella no pudiera meter mano a Cesar
y Andrea bajo a chupar a gusto mis jugos que en ese momento eran mas que abundantes, por mi parte le agarre la polla a Cesar y empecé a chuparla con esmero sentía placer
por ambos lados, mientras Andrea y Cesar se besaban en la boca con un beso de lengua.
De allí en más todo fue vértigo, me sentí penetrada por
Andrea y Cesar al mismo tiempo el arnés de ella iba y venia
por mi vulva en forma frenética, mientras él por detrás
me hacia sentir en el paraíso, acabé en una convulsión interminable mientras sentí mi cuerpo invadido de leche
tibia, mientras Andrea me gritaba: - ¿quién es la puta de
la casa?, dile a mami! Yo soy la puta de la casa, ¿que quiere mami que le haga su putita? -Mami quiere que se la
follen las dos así goza-, allí me di cuenta que ella me había
seguido la corriente y me sentí una burladora burlada
me calcé el arnés y justo que Cesar la desvirgaba a Andrea
yo le enterraba el aparato en el ano a él que gemía de placer, así en un tren enloquecido el la llenó de esperma.
Nos quedamos agotadas quietas, llenas de jugos y esencia.
Quien sabe en nueve meses se verán las consecuencias...

martamarques