Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Confesiones

Encuentro con Gabi

Soy una chica normal, tranquila y la mayor de mis pasiones es navegar por la Internet y sobre todo chatear con mis amigos. Hace ya algún tiempo conocí a un chico llamado Gabi y nos pasamos las horas chateando, sumergiéndonos en ese mar de fantasías sobre las cosas que pudiéramos hacer el día en que nos conociésemos. Así pasaron los días y los días, hasta que por fin convenimos vernos una tarde, pero los dos teníamos miedo de este primer encuentro, porque habíamos hecho tanta afinidad en nuestras pláticas, nos queríamos tanto, que una desilusión por cualquiera de las dos partes hubiese resultado sencillamente fatal.
Horas pasamos tratando de ponernos de acuerdo en que lugar sería el más apropiado y de la forma que lo haríamos, que ropa llevaríamos puesta, que si llevábamos una flor en el pecho, y todas esas cosas que en momentos como ese suelen ocurrir, recurriendo hasta los métodos más antiguos. Al final no encontrábamos ninguno en que los dos convergiéramos en la idea, en lo único que si estábamos de acuerdo era en el día y la hora, era poca cosa, pero algo habíamos avanzado. La idea principal era que uno quería darle la sorpresa al otro y esto no me gustaba mucho, porque a veces las sorpresas sobrepasan los límites de nuestra imaginación y terminan en algo totalmente diferente a lo que deseamos.
Dejamos la plática para el siguiente día, para ver si se nos ocurría alguna buena idea y después de despedirnos cada uno tomó su rumbo. Llegué al otro día sin ninguna idea fija y dejé que Gabi expusiera las suyas, tampoco ninguna me agradaba, hablamos de una fiesta de disfraces, de vernos en un aparcamiento, de fijar butacas en un cine determinado, etc., etc., etc. Sin saber de donde me surgió esa idea, le propuse vernos en un motel que está a la salida de la ciudad, Gabi aceptó de inmediato, pero aquello tendría sus reglas, la hora de llegada no sería la misma para los dos, pues de otra forma sabríamos quienes éramos y la idea era precisamente esa, darnos la sorpresa.
Convenimos que él llegaría primero, reservaría una habitación y dejaría pendiente mi llegada anunciándome como su esposa. Las luces de la habitación deberían estar todas apagadas y nos guiaríamos solamente por las voces hacia nuestro primer encuentro. Ajustados todos los detalles, la cita sería al día siguiente a la hora y el lugar convenido, el llegaría sobre las dos de la tarde y yo un rato después.
Esa noche casi no pude ni dormir pensando de cómo sería aquel encuentro, pues ardía en deseos de conocer personalmente a Gabi y él a mí. Salí antes de hora del trabajo inventando una excusa bastante tonta, corrí a casa y me vestí y arreglé todo lo mejor que pude, como para causarle una muy buena impresión. Tomé rumbo al motel y por todo el camino repasaba una y otra vez las cosas que le diría al tenerlo frente a frente. Llegué cercana las tres de la tarde, Gabi debía estar bastante impaciente y hasta tal vez molesto, porque me había retrasado bastante más de lo acordado. Pregunté por su nombre y me entregaron la llave de la habitación que él había dejado como convenimos, al manos estaba segura de que él se encontraba allí esperando por mí. Me detuve ante la puerta y en aquel instante hasta me entraron dudas de si debía entrar o no, tomé abundante respiración, introduje la llave, abrí la puerta y avancé sin volver a pensarlo.
Había una oscuridad absoluta, pero no podía prender las luces, pues violaría el acuerdo que habíamos hecho, avancé unos pasos, cerré la puerta tras de mí y extendiendo los brazos para no chocar con alguna cosa fui avanzando lentamente, tropecé con una silla y pude conocer a tientas que estaba al lado de la mesa, cambié de rumbo, un poco más a la izquierda y palpé algo grande y cuadrado, comencé a detallarlo y me percaté de que era un televisor, poco a poco iba teniendo en mi mente la imagen de aquel lugar, me faltaba al menos otro punto de referencia para estar bien ubicada dentro de aquellas cuatro paredes, otro medio giro, unos pasos y mis rodillas chocaron con la cama, sabía que Gabi estaba en aquel lugar, pero no se sentía ni volar una mosca, un silencio total y absoluto. Decidí entonces sentarme en la cama y esperar a que Gabi diera muestra de su presencia, al menos escuchar su voz.
Tenía la tensión propia del momento y me llevé un gran susto dejando escapar un grito que fue ahogado por una mano tapando mi boca. Por detrás de mi salió una mano que me abrazó por el pecho tomando mis senos. Poco faltó para ponerme de pie y tratar de salir corriendo, pero aquellos fuertes brazos me lo impedían. Fue entonces con gran alivio que escuché la voz de Gabi --¿se asustó mi muñequita?—, --¡Gabi por Dios…la sorpresa no era para tanto, casi me matas del susto—, le dije. Riéndose a carcajadas me abrazó muy fuerte con sus dos manos y me besó por el cuello y los hombros; abriendo sus piernas se colocó justamente detrás de mí y podía sentir como latía su corazón al pegar su pecho contra mi espalda.
Él continuaba besándome el cuello, los hombros y ahora su boca se dirigía hacia mi oreja, muy delicadamente comenzó a lamer mi lóbulo y después lo chupaba muy despacito, terminando por introducir su lengua en mi oído, me estremecí con aquellas caricias tan suaves y delicadas. Sus manos que anteriormente abrazaban mi pecho, ahora se movían discretamente en busca de mis senos, la blusa que llevaba puesta le dificultaba bastante el poder hacerlo y ofreciéndole una pequeña ayuda me deshice de ella; como no utilizo sostenedor la tarea le fue más fácil aún. Me recorría los senos una y otra vez mientras continuaba con aquellas caricias por mi cuello y mis orejas, como buscando medir bien el tamaño que tenían, mis pezones no tardaron en erguirse y jugaba con ellos, la situación de pronto, más pronto de lo que yo imaginaba se estaba tornando bastante caliente sin habernos cruzado tan siquiera dos palabras.
De todas formas, mientras chateábamos habíamos platicado mucho sobre éstas cosas y él solo estaba haciendo una de las que yo le había comentado me gustaba que me hiciera. Ya no era solo el latido de su corazón el que palpitaba con bastante fuerza contra mi espalda, ahora era otra cosa, mucho más abajo del corazón que se interponía entre nosotros dos, era algo grande, grueso y caliente que también palpitaba, Gabi también estaba excitado.
Sentí como se separaba de mi cuerpo, llevé las manos hacia atrás buscándolo, pero al parecer se había bajado de la cama, me mantuve tranquila esperando que apareciera de nuevo. Nuevamente logró asustarme, sus manos tomaban ahora mi cara parado justo frente a mi, después de recorrerla como identificando cada uno de mis detalles me introdujo un dedo en la boca que comencé a chupar como por instinto, ahí comenzamos un juego en que cuando lo sacaba yo lo buscaba hasta encontrarlo y seguía chupándolo, en una de esas oportunidades no fue precisamente su dedo lo que encontré, pues tuve que abrir mucho más la boca para poder chuparlo, además estaba más suave y caliente, comprendí de inmediato en que consistía el juego, pero esta vez no lo retiró más y dejó que yo hiciera mi faena con mucha calma, mas de 15 minutos estuve dándole placer hasta que sujetó mi cabeza con fuerza y la llevaba de adelante hacia atrás para hacer más rápidos los movimientos de su cintura. Algo caliente y viscoso comenzaba a llenar mi boca, para satisfacerlo no dejé escapar una sola gota de aquel líquido y cumplí así uno de sus sueños que tanto habíamos platicado. Cuando terminó me tomó por los brazos y poniéndome de pie terminó de quitarme la poca ropa que me quedaba, nos abrazamos muy fuerte y nos besamos, nuestras lenguas se buscaban con lujuria una y otra vez, sus manos recorrían y acariciaban mi cuerpo mientras que las mías lo imitaban, su miembro, aun bastante erecto lo apoyaba contra mi abdomen, ya que él es más alto que yo, y aquella sensación me proporcionaba un exquisito placer.
Me volvió a sentar en la cama, me echó hacia atrás y abriendo bien mis piernas comenzó a jugar con mi sexo, su lengua recorría mi vagina en todas direcciones y en ocasiones entraba y salía hasta lo más profundo, ahora era yo quien sujetaba bien fuerte su cabeza como para que no se detuviera mientras movía mis caderas de forma incesante. Entre gemidos y quejidos de placer llegué al orgasmo, pero el no cesaba de acariciarme y darme placer, continuó hasta llevarme a un segundo y prolongado orgasmo que me dejó muy relajada, cuando solté su cabeza se puso de pie y se alejó de mi. En los segundos que se sucedieron se iluminó la habitación. Yo, tendida en aquella posición sobre la cama y Gabi parado enfrente de mi, con su miembro bien erecto. Se produjo un intercambio de miradas y a lo único que atiné fue a taparme la cara por la pena que sentí en aquel instante. Se recostó al lado mío, acariciándome y hablándome muy bajo al oído trataba de sacarme de aquella situación, pues era una cosa que ambos habíamos deseado por mucho tiempo y lo habíamos hecho sin mirarnos siquiera la cara, lo que demostraba la gran atracción que existía entre ambos y éramos capaces de entregarnos al amor sin siquiera vernos.
Poco a poco me fui descubriendo el rostro y terminé abrazándolo y besándolo muy fuerte. Para celebrar la ocasión él se había traído una botella de vino y después de charlar, beber y reírnos un poco, cara a cara, identificados por completo, volvimos a la cama.
Como es bueno siempre tener un poco de intimidad y privacidad, déjennos estar a solas un rato, quizás después les cuente que sucedió, pero por ahora me despido… un beso a todos… Ana..
Datos del Relato
  • Autor: Plastilina
  • Código: 2794
  • Fecha: 29-05-2003
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.39
  • Votos: 41
  • Envios: 3
  • Lecturas: 1970
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.143.22.49

2 comentarios. Página 1 de 1
Oscar C.S.
invitado-Oscar C.S. 29-05-2003 00:00:00

Una vez mas , mi queridisima Plastilina, eres lo mejor que me ha pasado ya que me levas a la cumbre del climax con tus relatos que son sencillamente magnificos, nos trasportas atu mundo , nos llevas de la mano hasta encontrar lo sublime del placer erotico, en fin no encuentro mas paalbras para decirte lo bien que lo haces, asi que, por favor no dejes de hacerlo, muchas felicidades. Atte: Tu fan # 1 Oscar C.S.

Blanca
invitado-Blanca 29-05-2003 00:00:00

Me encanta tu forma de escribir, me mantienes siempre buscando e imaginando de que tratara tu nueva historia, eres la persona mas especial que he leido, felicidades y sigue asi, o mejor!!!!!! Historia super original y con mucho contenido!!!!!

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.523
»Autores Activos: 2.282
»Total Comentarios: 11.907
»Total Votos: 512.104
»Total Envios 21.927
»Total Lecturas 106.079.833