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Encuentro

Había llegado el deseado día en que lo vería. Ansiaba ese momento desde hace una semana. Me había vestido para la ocasión. Me puse el vestido negro ajustado de cuero con escote palabra de honor. Marcando todas mis curvas. Dejando mis piernas torneadas a la vista, cubiertas por las medias sujetas por los ligueros, terminando en unos zapatos de tacón de aguja negros. El pelo suelo, largo y revuelto, cayendo por mi espalda.



Sonó el timbre. Era él. - Voy – grite mientras me retocaba los labios rojo carmín y me echaba un último vistazo frente al espejo. Perfecta!



Abrí la puerta de par en par. Observé como sus pupilas se dilataban al observarme. Era evidente de que le guste. Aprovechando su desconcierto, agarré su corbata y tiré de ella hacia mi. Acerque mi boca a la suya, y comencé a besarle apasionadamente.



Estás preciosa – logro decir mientras me devolvía los besos.



Lo sé – le susurre en sus labios – Y hoy serás mío – le dije con una voz y una sonrisa picara, a la vez que tiraba de nuevo de él de su corbata, pegando mas nuestros cuerpos.



En un movimiento ágil, firme y fuerte con su cuerpo me llevo hasta la pared enfrente de la puerta. La cerro de un portazo con su pierna. Sus manos recorrían la silueta de mi cuerpo lentamente. Su cuerpo, se pego mas al mio, dejándome inmóvil entre su cuerpo y la pared.



Sentía su respiración suave en mi boca. Sus labios a penas rozaban los míos. Mi mirada se clavaban en ellos, deseaba hacerlos míos. Pero él había colocado una de sus manos en mi cuello, impidiendo que pudiera acercarme a mi deseo, su frente estaba inclinada sobre la mía. Me encontraba bajo su control ya.



Separó sus caderas de las mías, dejando un espacio para colocar su mano entre su cuerpo y el mío. Su mano se abrió paso entre mis piernas. Sus yemas acariciaban el interior de mi muslo. Su mirada y su sonrisa, me delataron cuál era su objetivo, y sólo de pensarlo, mi respiración se agito.



Enseguida llego a colocar sus dedos en mi clítoris. Mis caderas se movieron buscando su contacto. Los movía lentamente sobre él, acariciándolo en círculos. Pasaba su mano por mis labios, notando el calor y la humedad que ya se desprendía de ellos.



No vas a recibirme así y esperar que yo no haga nada – dijo en voz baja pero autoritaria, a la vez que me hacía estremecer introduciendo un dedo en mi interior.



Lo entraba y lo sacaba de mi interior, rozando mi clítoris y excitandome aún más. Era completamente suya, y no lo podía negar. Notaba como mi excitación iba aumentando a cada movimiento suyo. De mis labios se escapaban pequeños gemidos de placer. En su cara aparecía una sonrisa de satisfacción al verme y saber que le pertenecía.



Te has molestado en ponerte preciosa para mí y necesito agradecertelo – dijo de nuevo en voz baja y autoritaria en mi oído, introduciendo un segundo dedo en mi interior.



De entre mis labios se escapó un gemido junto a su oído al hacerlo.Movía con maestría sus dedos en mi interior. Me estaba masturbando. Mi excitación aumentaba rápidamente.



Deslizó su mano desde el cuello hasta mi pecho, bajando el vestido, dejando mis tetas por encima de él. No había hecho nada mas que comenzar y mis pezones ya estaban erizados. Su mano, pasaba de una a otra, acariciándolas con suavidad. Se entretenía en los pezones, pellizcándolos suavemente. Arrancaba de mi múltiples gemidos, me estaba derritiendo en sus manos.



Su boca me beso los labios. Se separó de ellos, mordiendo y tirando del inferior, a modo de despedida de ellos. Bajo por mi cuello lentamente con la lengua hasta llegar a mi pecho. Su mano se movió al otro pecho, y su boca ocupo su lugar.



Succionaba mi pezón. Los hacía prisioneros entre sus labios. Sus dedos adquirieron velocidad en mi interior. Mi cuerpo se arqueaba de placer. Mis piernas ya comenzaban a flojear.



Me voy a correr – salió de mi entre gemidos.



Si,correte para mí – me respondió abandonando por un segundo mi pezón, aumentando su velocidad y su fuerza con sus dedos.



Y el momento llegó, me corrí por primera vez al masturbarme. Saco sus dedos de mi interior. Su mano volvió a mi cuello, levantando mi cabeza. Me acercó los dedos a mis labios, los acaricio.



Chupalos – dijo mientras los metía suavemente en mi boca.



Así lo hice, los apresaba entre mis labios sin apartar la mirada de la suya. Jugaba con mi lengua dentro. Los saco lentamente de ella, curvandolos al final. Y volvió a juntar nuestros labios en un beso apasionado. Sus brazos rodeaban mi cintura y mis caderas. Aplastando mi cuerpo contra el suyo.



Cuando recuperé el control sobre mi misma. Me deshice de su abrazo. Lo agarré de nuevo de la corbata y lo arrastre detrás mi. De un empujó le hice perder el equilibrio cayendo sentado en el sofá. Su mirada seguía fija en mi.



Me arrodillé delante suya. Acerque mi boca a su polla por encima de los pantalones. Se la mordí suavemente mientras mis manos la acariciaban y apretaban. Quería jugar, así que no me recree en mi acción. Una de sus manos se apoyo en mi cabeza presionando contra su entrepierna. Mis manos desabrocharon su cinturón y su pantalón. Sus caderas se alzaron en el sofá. Presionando aún mas mi boca y mi cara contra su polla.



A horcajadas me coloque sobre él. Situé su polla en mi entrada y me deje caer sobre él. Entro con facilidad hasta el fondo. Me quede quieta sobre ella. Sus manos recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mi culo. Agarrándolo con fuerza. ZASS!! Me dio un azote seco. Noté mi piel arder donde había golpeado su mano. No la veía, pero sabía que mi piel blanca se estaba volviendo roja.



Comencé a subir y bajar sobre él. Sus manos apoyaban mi movimiento. Al principio, eran suaves y lentos. Apretaba mis músculos para retenerla en mi interior. La excitación volvía a poderarse de mi, y con ella mis movimientos se hacían más rápidos, firmes y fuertes. Movimientos acompañados por pequeños azotes. Indicándome que quería mas. Sacaba la lengua para rozar mis pezones con ella en el movimiento. Los mordía con su boca y succionaba.



Agarré su corbata. Enrollándola en mi brazo levemente. Y mis movimientos llegaron a su clímax. La velocidad y la fuerza habían llegado a su máximo esplendor. Cabalgaba sobre él sujetándole la corbata. Como una autentica amazona.



Paré en seco. Acercando su cara a la mía. Le bese. Me levante y me volví a poner a horcajadas sobre él. Pero esta vez de espalda. Él conocía ya mis intenciones. Su mano firme en mi cintura me pego a su cuerpo. Sentí en mi culo como su polla buscaba la entrada de nuevo en mi. Una vez situada en la entrada de mi ano, agarro mi cintura con las dos manos. Manteniéndome firme sobre él. Sus caderas se elevaron en un movimiento fuerte y seco. Penetrándome. Haciendo golpear sus huevos contra mí.



Sin dejar de apretar sus caderas contra mí. Volvió a acomodarlas en el sofá. Bajándome a mi al mismo ritmo. ZAS!!! Volvió a azotarme con un golpe seco para indicarme que quería que me empalará yo sola.



Estaba tan deseosa de sentirle que mis movimientos fueron directamente fuertes y rápidos. Notaba como entraba y salía de mi. Mi excitación volvía a dispararse. Le escuchaba resoplar y emitir gemidos. Su excitación era evidente también. Sus azotes eran mas fuertes y repetitivos. Sus manos me aferraban con fuerza.



No sé en que momento, se quito la corbata. Pero ahora se encontraba rodeando mi cuello. Sujeta en una de sus manos. La otra se había enrollado en mi cabello. Sujetando ambas con fuerza.



Para – me ordenó. Mientras que sentí como la mano con la corbata me empujaba lentamente. Haciendo que mi cuerpo se alejará de él.



Me había colocado en una posición difícil para mi. Mi tronco suspendido en el aire. En equilibrio por mi cabello y la corbata en mi cuello. Mi culo débilmente en pompa. Suspendido en el aire. A penas podía retener su capullo dentro de mí.



Alzaba sus caderas con fuerza. Penetrándome sin delicadeza. Empalandome. Su polla entraba y salía casi completa de mi ano. Ahogaba mis gritos de placer tirando de la corbata. Probocándome una pequeña asfixia en esos momentos.



Tras varias embestidas, apretó mas su cuerpo contra el mío. Casi como quisiera que sus huevos entrarán también. Y me llevo de nuevo a quedarme a horcajadas sobre él.



Con un movimiento inesperado y rápido para mi, me tumbo en el sofá. Quedando mi cabeza alzada e inclinada hacia delante por el reposa-brazos. Él se sentó sobre mi abdomen. Alzando un poco mi espalda, coloco la corbata por debajo de ella. Colocó su polla entre mi pecho. Anudo la corbata al rededor de mi pecho. Apretando mas su polla en ella.



Mi lengua salió a saludar su polla. Rozaba el capullo con pequeños lametones. Mis labios lo envolvían. Agarro mi pelo con sus dos manos.



Abre bien la boca – me ordenó. A la vez que su caderas se movían hacia delante. Introduciendola mas profundamente en mi boca.



Su movimiento iba intensificándose. No soltaba mi cabeza, manteniéndola firme. Literalmente, me estaba follando la boca. Notaba como se deslizaba entre mis pechos. Como ese movimiento le estaba pajeando mientras me follaba.



Finalmente, su ritmo paro. Dio varias embestidas fuertes. Y sentí como su semen inundaba mi boca.


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