Un día qué andaba comprando unos enseres personales de cuidado higienico; me encontre a la que fuera subdirectora del área de la primaria en el colegio donde estudie yo, me reconoció por mi cara ya que me dice no has cambiado en nada. Observandola detenidamente completamente al tirarle los ojos de arriba hacia abajo despacito me entero y la llamo Isabel, sonriendome me informa efectivamente soy yo; al llamarme por mi nombre completo. Al verle el chistear cómo los brillos hasta iluminarsele propiamente sus ojos candorosos igualmente candentes, por la ocasión de volvernos a ver trascurrido exactamente varios años de la úlitma vez que estuvimos juntos y asolas Isabel y yo.

Vamos a tomarnos unos refrescos hasta convidarle unos pastelitos en qué sentados conversamos de lo que han sido nuestras vidas de unos años para acá, al enterarme que continua en la educación secundaria que anda por un colegio; que se dedica a la subdirección secundaria, por lo que puedo ver en sí. Tiene la misma figura de cuerpo pero ahora con botas de tacón alto manteniendo pronunciado esos senos que me enloquece hasta me hacen agua a la misma boca, a más no poder, en persona cómo en vivo y a todo color mi querida subdirectora Isabel. 

Nos vamos y salimos de donde nos vimos y encontramos ahora en la intimidad cómo asolas hasta juntos en la misma cama. Al devorarmela cómo golocearmela también disfrutarmela asimismo degustarmela finalizo calentarmela, hasta deleitarmela, sobre todo, desearmela incluyendo apasionarme y por supuesto, conquistarmela en qué no ha perdido su coquetería y levantarmela hasta ofrecermela en bandeja de plata la mismisima y queridisima Isabel.

Veo qué tiene bajo la manga otras técnicas cómo posiciones sexuales protagonizandome a toda una soberana y espectacular hasta excitada prostituta; que se deja envolverse a plenitud a manos llenas en qué se pone a gemir bárbaramente a pasos gigantesco en que con ella, le meto la cara completa en su culo cómo debajo de las piernas sobre todo y exclusivamente en su vagina. Al gustarle cómo fascinarle  y gozarle adicionalmente apantallarle, finalmente seducirmela cómo cautivarmela hasta provocarla entre muchas lujurias cómo morbosidades hasta erotismo, en todo su ser; que se comporta distintivamente a cuándo me recordaba esas reuniones entre ella y yo en su despacho en mis años de estudiante secundario.

Viniendome a tutiplén por doquier en grandes cantidades industriales tanto de paja y polvo; en qué descubro algo maravilloso que se traga y le tiro a su boca abierta todas mis masturbaciones anales, que a mi juicio no le provoca mayor asco alguno en qué sonriendome queda exquisitamente agraciada y satisfecha sexualmente; al no perder su habilidades y experiencias de acostarse y tener sexo. Cómo conocerse más profundamente con los hombres hasta con los chicos que le interesa y la buscan, también se la levantan para revolcarse con ella en todos los ambitos sexuales divinos y bellos para mí e Isabel.