Entrando al taller del mécanico Blanc para revisar la dirección, las luces, el aliniamiento y otros cosas del automóvil ya que se aproxima el revisado vehicular para la nueva placa de circulación, al estacionarlo en el elevador hidraúlico que va subiendo su automóvil. Al subir por las escaleras que la conducen a la oficina del mismo mécanico dueño del taller sacando de una bolsa de supermercado unos emparedados con unas sodas y unos postres que compro para almorzar con su querido mécanico, luciendo un atuendo de falda larga rosada cereza de rayas con botones debajo del chicote de la correa delgada del mismo tono con sus botas negras de punta de tacón bajo con una camisa roja de manga largas; dándole a morder el emparedado con sus propias manos seguido de unos sorbos de soda después dándole así mismo el postre al tenerlo sentado se para para trancar co nseguro la puerta de la oficina Blanc en que se desabotona la camisa roja abriendosela de par en par al no cargar brasier en que se agarra y aprieta como se manosea con tal lujuría sus tetas al darle un breve baile meneando su cintura y sus caderas al darse vueltas entonando al doblarse un poco el culo que se lo acerca a la nariz para que se la huella el mécanico que no se hace esperar al agarrarla de los brazos al morderselo en uno de los gluteos todo aguerrido como endemoniado hasta provocado igualmente atraído por la efervescencia erótica de Blanc.

Subiéndose poco a poco mientras baila y se menea la propia falda al descubrirle que carga su diminuto y pequeño hilo dental en que con una mano se lo va abriendo un poco como estuviera abanicándoselo al padecer de mnucho sofoco por las altas temperaturas corporales vivificadas en el mero taller mécanico especialmente por el follaje de la misma oficina la sujeta al sentarla delante de el al follarla ricamente besandole el cuello y jugueteando con sus dos manos con el cabello de Blanc en que la tiene coquetamente jadeando y gimiendo a puros gritos de pulmón saludables por el polvo que le esta propinando y aplicando con toda la profundidad de su penetración anal cogiendola durisimo en su pleno culo en que la tiene revoltosa y sudada al bañarla completamente de la cabeza hacia los pies averiguando si ya se vino al tirarse al sillón en que Blanc se agacha para comerselo con toda la boca traviesa al masturbarlo un poco al darle la punta de su lengua que se la frota contra la punta de la cabeza del pené de su queridisimo mécanico. Abrazados por momentos mirando hacia el cielorraso de la oficina ambos con la mano acariciante en los pechos y en los pezones del mismo mécanico, al orinar y limparse Blanc al vestirse y el mécanico le avisan que ha terminado la revisión completamente del automóvil para que reciba su nueva placa de circulación con las calcamonías respectivas al darle su factura y pagandole sonante en las manos de este la cantidad de doscientos cincuenta y cinco con veinticinco centavos al tomar su cartera y su bolsa de supermercado al despedirse con una grandiosa, maravillosa y contagiosa sonrisa que la tiene brillante y feliz por lo que tuvieron al cerrar la puerta bajando y subiendose al automóvil Blanc para salirse del taller e irse a su casa ya que extraña a su hijito pequeño que es el sol de sus días.