Me llamo Jorge y vivo en B.A.
También viví en Santiago de Chile, donde ocurrió lo que les contaré.
Aquí en Argentina tuve contactos con otros muchachos, bien casuals como me gustan.
Había visitado cines (sobre todo el ABC)
Ese está bueno por que tiene unos palcos donde te divertís en grande.
Me gusta mirar, que me chupen, chupar y culear. Pero el mío no lo entrego.
El franeleo me encanta.
En ese momento en Santiago todavía no estaba muy popularizado el tema de los cines. Pero funcionan bárbaros los saunas y los lugares de swingers. A estos últimos no pude ir ya que vivía solo y es condición para el ingreso ir en pareja.
Pero un día me enteré que en una cortada en pleno centro había un sauna.
Nunca había ingresado a ninguno, y después de pensarlo me la jugué.
Pague mi entrada, me dieron la toalla, las ojotas y la casillita. Y ya estaba adentro.
Me dediqué a recorrerlo para ver de que se trataba.
Un amplio lugar con varias duchas sin divisiones. Un amplio salón de bar con mesa de pool. Un sauna seco, con escalones de madera y un calor que te derrite. Una sala de vapor con una luz muy tenue que hace jugar la imaginación. Un ambiente con telas que cuelgan de los techos y generan paredes tipo laberinto. Después de eso otro salón con un TV gigante que pasa películas, y finalmente tres boxes para masajes con camillas.
Viernes a la noche bien tarde fue mi primera vez. Encontré gente de todas las edades. No seríamos más de 15. Después de recorrerlo fui a comprar champú y jabón espuma al bar y me di una buena ducha. Que bueno el jabón espuma. A poco de empezar a bañarme se me arrimaron dos muchachos y comenzamos a enjabonarnos individualmente mirándonos unos a otros. El Jabón es por demás de resbaladizo y favorece las caricias. Cada uno se acariciaba lo suyo y mientras yo y el mas joven de los otros nos masajeábamos cada uno su verga, el otro se daba y se daba con el jabón por el culo. Los tres nos mirábamos y sonreíamos cómplices. A plena luz de tubos fluorescentes, mientras afuera de las duchas cada uno que pasaba se detenía a observar.
Una buena enjuagada, a guardar en la casilla el jabón y a seguir recorriendo.
Con la toalla mojada me instale un rato en el sauna seco y realmente me sirvió para secarme y mirar. Es un lugar que se usa para la charla. Con luces que salen de debajo de los escalones tipo tribuna. Allí charle con 2 o 3 chilenos un rato hasta que me explicaron que en la sala de vapor se viven buenos momentos. Ellos me invitaron y fuimos. Es un ambiente que debe medir 5 x 5 y tiene unas gradas de tres escalones de 50 cm de alto c/u que rodean a todo el salón. O sea que si te sentás en el segundo escalón y abrís un poquito las piernas, el que esta sentado más abajo da vuelta un poquito la cabeza y te hace una mamada espectacular. Mucho vapor y una sola lamparita de luz celeste generan un clima bárbaro.
Nos sentamos los tres y uno de ellos me dijo que me sentara mas arriba. Había varias personas más y entre los dos me empezaron a acariciar las bolas y a darme una mamada de novela. Un tipo bastante mayor que estaba por allí se sentó al lado mío y peló de debajo de la toalla una verga que en su juventud debe haber dado que hablar y por mas que se daba y se daba en ese momento no se terminaba de endurecer.
Me animé y empecé a ayudarlo primero con una mano y después con las dos. Que huevos tenia ese tipo! Parecían dos pelotas de tenis. Cuando vi que reaccionaba la verga le pedí que se parara y mientras los dos chilenos se franeleaban entre ellos y me la chupaban empecé a darle lengua a esos huevos y a esa verga que poco a poco quedo como un garrote. Allí apareció otro que siguió dándole al viejo junto conmigo. Nos dijo que le diéramos lo que quisiéramos porque tardaba ½ hora en acabar. A mi no me paso lo mismo y no aguante mas y llene a los chilenos de mi leche. Mientras, me refregaba esos huevos por la cara y se la comía al viejo uno de los dos chilenos me empezó a lamer el culo. Que sensación. Así estuve unos cinco minutos mas hasta que los dos chilenos se nos unieron y éramos 4 disputándonos la verga del viejo.
Habiendo acabado, decidí apartarme y en ese momento no había mas nadie en la sala de vapor, entonces fui a ducharme para relajarme. El viejo me dio un beso terrible. Una breve ducha y a recorrer de vuelta. Me anime a pasar por el laberinto de telas oscuras y luz negra. Cada 2 pasos tocaba a alguien hasta que divise la luz del salón de video y pude llegar a él. Allí fue de película. Varios bancos de plaza estaban dando espaldas a las paredes y me senté en uno de ellos mientras observaba a 1 metro al lado mío a un pendejo que estaba sentado arriba de un tipo de mi edad (en ese momento 34 años) que lo tenía ensartado hasta los huevos. El pibito le daba la espalda y subía y bajaba al compás de la música del video. El tipo me hizo señas y me acerque. Me pidió que me parara delante del pendex y que le diera por la boca.
La verdad que seguí un rato mas pero quería embocarla así que me fui a la sala de vapor. Habían pasado como 25 minutos desde que salí y allí estaban los dos chilenos y el Viejo que se había sentado y seguía con la verga como un garrote.
Fui a buscar unos $$ y en el bar me compre un forro. Me puse detrás del chileno mas joven y mientras seguía mamando le empecé a ensalivar el culo con mis dedos. Me miro y le mostré el forro. Se acomodo mejor y mientras seguía chupando le di una enculada que me secó de tanta leche que tiré.
Habían pasado casi 2 horas y me di una duchita breve y me fui. Luego volví y las experiencias fueron mas o menos parecidas.
saludos
Jorgito
Muy bueno y caliente