Que tal amigos aquí otra vez, con otra anécdota…esta vez les contare de la primera vez que tuve relaciones con una mujer casada.
A ella la conocí en mis clases de francés yo estaba a punto de graduarme de la universidad y ella era una mujer un poco mayor, no mucho, pero casada desde hacia unos 4 años según supe después. En cuanto la vi me atrajo nunca supuse que estuviese casada, pero en fin.
Empecé la relación de hecho muy despacio, pues por naturaleza soy tímido, pero un día recibí una llamada un sábado por la mañana y era esta mujer con el pretexto de estar organizando una fiesta para la maestra de francés ya el semestre se acercaba a su final. Después de platicar sobre banalidades de la fiesta no sé porque me empezó a contar sobre su vida intima y de cómo su marido no la tocaba nunca o casi nunca. Yo aunque intente darle consejos, mas que nada estaba asustado por la calidad de revelaciones que me hacia una casi desconocida, pero esa mezcla de placer por lo prohibido y el ver hasta donde éramos capaces de llegar me hizo seguir escuchándola sábado tras sábado durante tres semanas.
Así pues un día me dijo que quería verme antes de la clase, que era muy importante. Aunque la razón me decía que no era prudente, mi entrañas me lo pedían a gritos, así que acepte encontrarnos en un parque cercano a mi casa.
Cuando yo llegue a la cita ella ya estaba ahí, sentada en una banca, no había mucha gente alrededor pues era un día nublado y entre semana. Empezamos a conversar sobre tonterías y nos sorprendió la lluvia, así que nos metimos a su automóvil. Adentro no pasaron mas de 2 minutos sin que me dijera que deseaba besarme, yo acepte, mas por seguir con el juego que por convicción. Ella me toma de mi barba, que para entonces ya mostraba su sombra y metió su lengua en mi boca, ahí pasamos un rato que se me hizo ambos eterno y fugaz. Cuando caí en cuenta ella con su mano me tocaba mi pene por arriba de mi jeans, que ya empezaba a tener una erección, aunque no del todo, pues el pantalón no lo permitía estirarse del todo.
Entonces sin decir ella nada desabrocho mi pantalón y bajo mi brief sacando mi pene semi erecto, lo empezó a chupar metiendolo todo a su boca, pues todavía no alcanzaba su máximo tamaño. Cuando fue creciendo lo acariciaba con su lengua mientras ella al mismo tiempo me veía a los ojos. Yo seguía mudo y con temor de que una patrulla llegara y nos agarrara en el acto, llevándonos a ambos a la delegación, pero la pasión pudo mas que la prudencia.
Una vez que estuve a punto de terminar ella paro de improviso como si supiera exactamente mis tiempos. Entonces se desabrocho la camisa y se saco un seno de su bra negro. Yo lo apreté y el pezón ya duro y paradito, lo empecé a chupar y acariciar con mi lengua mientras ella gemía y reía de placer. Ella aparto mi cara de su pecho y me dijo ya, no puedo mas y se alzo la falda dejando al descubierto una tanguita negra metida en su culito, que hacia juego con su bra. Solamente hice a un lado el encaje que tapaba su panochita, que estaba empapada y con mi pene duro la penetre mientras ella me montaba ahí en el asiento de su carro, ella brincaba como si quisiera aplastarme el pene, pero solo se encajaba mas en sus entrañas. De vez en cuando me mordió el labio cuando me besaba y yo me sentía en el éxtasis. Decidí tomar yo el control y le dije "despacio mi diosa" y la frene antes de yo acabara. La acosté en el asiento y la abrí las piernas mientras le arrancaba la tanga rasgándola y rompiéndola sin buscar lastimarla, pero se quedo marcada en sus piernas la señal de mi amor salvaje. Y ahí pase sus piernas por arriba de mis hombros y la seguí penetrando, hasta donde más profundo llegaba, ella sin contenerse grito, “me vengo maldita sea, se vengo, sigue que nadie me la metido como tu, sigue y acaba conmigo...” de hecho yo acabe al momento que dijo eso pero seguí bombeando pues seguía muy excitado y parado mi pene.
Dure un poco rato mas y cuando caí en cuenta los vidrios estaban empañados y caía un diluvio afuera. Me limpie y me retire para verla minutos mas tarde en la clase de francés. Ella recogió a su mejor amiga y estoy seguro que nadie sabía pues a ella no le convenía así. Pero yo sabia que no usaba panty pues yo se lo había arrancado. De repente nos volteábamos a vernos con una sonrisa picara. Esta fue tan solo la primera de muchas veces mas...
Otra vez me encanto tu relato, me gusta la manera en la que describes la situacion, eres sugerente pero sutil, una persona encantadora diria yo... Sigue que tus relatos me encantan... Tu Diosa