Esta vez fue un viaje en avión, ya el moreno y yo, siendo novios, decidimos irnos de paseo, al llegar al aeropuerto, nuestro vuelo se retrasó, y decidimos salir a caminar juntos, buscando así un sitio adecuado para comernos a oscuras, pero encontranos algo mejor, había una casilla de vigilancia vacía, parecía que nadie había estado ahí en mucho tiempo, ni el polvo nos impidió entrar al baño que estab en su interior; y el comenzó a besarme el cuello desesperadamente, hasta que yo alcé mi blusa y el empezó a chupar mis senos, que gracias a no ser tan grandes, el podía meterselos enteritos en la boca.
Luego, cuando mis pezones estaban suficientemente erectos y ya estabamos bien calientes, el me dio la vuelta y yo decidí ponerme en cuatro patas en el piso, bajo mis pantalones y se arrodilló, hasta quedar apoyado en mi espalda, me penetró completamente y empezó el maravilloso vaivén de meterlo y sacarlo, con rápidez, yo sentía ese pene tan caliente dentro de mí, eso me hizo querer más placer y metí mis dedos dentro de mi grande y exitada cuca, que estaba sumamente mojada, y comencé a masturbarme agresivamente mientras el hacía lo suyo, era tan adrenalinica la situación que estabamos a punto de estallar juntos.... y en ese preciso instante, que llegabamos juntos y que yo grité de tanta locura, alguien golpeó enojadamente la puerta del baño, para nuestra sorpresa, era un guardia nacional que nos descubrió en nuetra aventura; entre la verguenza, salimos los dos de la casilla policial con la cabeza gacha, todavía acomodandonos la ropa, todos se dieron cuenta de lo que sucedía, y por supuesto, nos llevaron detenidos por inmorales. Quien iba a pensar que por el sexo y el amor la gente comete locuras. Estamos buscando el momento de volver a repetirlo...