~~El verano pasado fui a disfrutar mis vacaciones en una ciudad típica de veraneo en mi país, Argentina. Fui solo, pero sabía que me iba a encontrar con muchos amigos. Apenas llegué, me ubiqué en un hotel, cercano a la playa y al centro. Me acosté un rato para descansar del viaje. Luego partí para la playa, para ver los hermosos cuerpos femeninos y disfrutar. Para sacarme el calor, me metí al mar un buen rato. Lo disfruté muchísimo, después de varios años de no ir a la playa. Al salir, en la costa, había un grupito de 3 chicas, una más linda que la otra. Una me miró como sorprendida, dudó unos segundos y se vino hacia mí, diciendo: Juan!!!! Qué haces por acá, tanto tiempo!!!!!!! Te acordás de mí? La mire un poco a esa rubia, de aproximadamente 1.70, ojos claros, muy buenas curvas y una bikini muy diminuta. Soy Macarena, tu compañera de colegio. Te acordás? Claro que me acordaba de Macarena, pero la imagen que tenía de ella era muy diferente de la imagen que estaba enfrente de mí. Obvio que te recuerdo, Maca. Y muy bien. Cómo andas? Bien. Y nos pusimos a hablar largo y tendido, sentados sobre la arena. Sus amigas le avisaron que se volvían al hotel, se estaba haciendo de noche. Ella empezó a tener frío, se pegó a mí y la abracé. Pude sentir todo su cuerpo contra el mío y me calentó. Charlamos un poco abrazados, mientras le acariciaba el pelo. Me senté atrás de ella y la abracé por la cintura. Abrí mis piernas y la rodeé. Se tiró para atrás, apoyando su espalda en mi pecho y su cola sobre mi bulto. Yo apoyé mis piernas sobre las de ella, mientras le susurraba al oído. Le acariciaba la pancita. Ella sonreía mientras hablábamos. Le besaba el cuello, ella intentaba ocultar sus gemidos. Subí mis manos y le empecé a manosear un pecho, ella intentó besarme. Le correspondí los besos. Nuestras lenguas se juntaron y se pegaron jugueteando, amándose. Le saqué la parte de arriba del bikini y le manosee bien las 2 tetas. Ella apoyó su culo contra mi pene ya bien duro y lo refregaba mientras pegaba unos gemidos. Se dio vuelta y se tiró encima de mí, mientras me sacaba el short y yo la tanguita. Sin dudarlo, se metió mi pija en su conchita y me cabalgó largo rato, mientras nos besábamos y manoseábamos todo nuestros cuerpos. Cambiamos de posición, ahora yo arriba de ella, bombeándole bien la concha. Ambos gritamos sin parar, nos besábamos bien profundo, con un bombeo mío no frenético pero sí constante y profundo. Cogimos como tres horas, ambos habremos tenido por lo menos 4 acabadas. Nos quedamos dormidos en la playa abrazados. Nos despertamos recién al otro día, con los primeros rayos de sol.