~~Quedamos para
ir al cine, a ver la última de Almodóvar. Me gusta nuestro
cine! Mi chico me había regalado por el cumpleaños un
regalo muy bonito, muy caro y algo que él sabía que
yo deseaba haciendo un esfuerzo ya que ambos somos estudiantes
todavía y no tenemos muchas pelas así, que yo,
quería agradecérselo Mi forma de vestir es bastante
discreta, bueno, más bien clásica, pantalones de pinzas,
camisas, bolsos y zapatos a juego. Y sé que a él
le encantan las chicas vestidas un poco más informal, más
juvenil, como visten ahora, con esas minifaldas negras que enseñan
todo, tops cortitos que marcan los pezones y para darle una
sorpresita aparecí así vestida; un minifada negra, con
medias hasta el muslo, unas botas negras hasta la rodilla, una camisa
blanca y mi cazadora negra de cuero de Bulberrys; me puse un tanga
blanco y me olvidé el sujetador Cuando
me vio llegar abrió los ojos como platos y me dio un beso muy
largo sonreí y le pregunté por las entradas;
ya las tenía salí que entramos en el cine. Había
poquísimas personas allí, ya que era el día del
espectador pero por la semana, así que no sentamos en una de
las últimas filas donde casi no había gente. Me preguntó
por qué me había vestido así, y le dije que era
un regalo para él; me dijo que parecía una puta y sonreí
hoy lo soy! no habíamos comprado palomitas ni
nada de beber así que le dije que fuese al quiosco, pero me
dijo que fuese yo; sabía que me daría un poco de vergüenza,
sobre todo por que vivimos en un pueblo pequeño y es fácil
encontrarse con conocidos y tal como iba vestida pero fui.
Al bajar las escaleras del cine, los poco chicos que estaban sentados
miraban descaradamente para mí, me sentí incómoda
pero un poco cachonda, me sentía sexi!, cuando subí,
me di cuenta de que la falda era demasiado corta y se veía
el encaje de las medias realmente provocadora teniendo
en cuenta que tengo un cuerpo muy bonito; unas buenas piernas sobre
todo, y unas tetas de infarto; ninguno prestaba atención a
la película Me senté al la do de Jaime y me sonrió
Te comían con los ojos cariño
Se sentía contento se sabía envidiado y eso le
encanta. La peli empezó y los tres primeros minutos parecía
que íbamos a verla, pero poco a poco la mano de Jaime empezó
a acariciarme la rodilla, seguía mirando la peli así
que yo hice lo mismo; la mano empezó a subir un poco
¿Llevas bragas? , le contesté que sí
y me dijo que era una pena así que ni corta ni perezosa
y venciendo la vergüenza que me deba, me las empecé a
bajar Jaime me miró sorprendido ¿Qué
te dieron de comer hoy, chica? me reí yo ni le
había rozado pero su bulto ya era considerable estaba
súper cachondo su mano seguía acariciándome
el muslo, llegando a la ingle y metiendo un dedito para rozar los
labios yo tenía las piernas cerradas y seguía
viendo la película; me separó las piernas y giré
la cabeza, me hizo un gesto para que no dijese nada y siguiese atenta
a la peli; me subió la falda y quedé completamente expuesta,
en los momentos en los había más luz temía que
alguien guiase la cabeza y viese lo que me estaba haciendo Jaime
pero por suerte la peli era más bien oscura mi coño
ya hacía tiempo que estaba empapado y ahora que sus dedos se
movían como pececitos se oía el suave chapoteo que producían
de vez en cuando saca los dedos para chuparlos y luego besarme haciendo
probar mis propios jugos yo seguía mirando hacia la
pantalla pero, desde luego mi atención no estaba dirigida hacia
allí, sus labios comenzaron a besarme; los míos, el
cuello, y cuando descubrió que no llevaba sujetador, se mostró
encantado y comenzó a comerme las tetas desesperadamente, me
mordía los pezones y yo me retorcía de placer
estaba a punto de correrme; se lo dije en bajito y se agachó,
se puso de rodillas y con su legua empezó a lamerme despacito
el clítoris, a morderlo y en pocos minutos, estallé
en un tremendo orgasmo siguió allí, bebiendo
mis jugos, saboreándolos hasta que se levantó
despacio y se sentó, me dijo que no me pusiese el tanga, la
película estaba a punto de terminar, y cuando puse mis manos
sobre su paquete me miró y me dijo que esperase me quedé
muy sorprendida, y él me dijo que prefería disfrutar
plenamente y que faltaban cinco minutos para que saliésemos
del cine En cuanto salimos me daba la impresión de que
todos sabían lo que habíamos hecho, y me moría
de vergüenza, además mis piernas estaban brillantes por
mi coño chorreante y la sensación del aire que me acariciaba
por no llevar braguitas me mantenía excitada llegamos
al coche que teníamos aparcado enfrente del cine, era un pequeño
parking público, me empujó contra el capot y empezamos
a besarnos había solo tres coches mas que pronto arrancaron
y marcharon, así que quedamos solos abrí el coche
y entramos en la parte de atrás; me cogió las manos
y con el tanga, para mi desconcierto me las ató en la espalda
luego se recostó en el asiento y se desabrochó el pantalón.
Yo jamás había chupado una poya y él que
era mi novio desde hacía siglos lo sabía perfectamente,
le miré con cara de reproche y me dijo que se lo debía,
me dijo que o eso o por detrás, y la elección me resultó
fácil me puse de rodilla, ¡Abre las piernas!
Me ordenó, veía mi coñito reflejado en el cristal
al tener las manos atadas mi situación era complicada, no podía
coger la poya para introducirla en la boca y todavía estaba
un poco blanda así que tuve que lamerla, Los huevos
todavía están no mojados putita que me llamase
puta me excitó de tal forma que pronto empecé a lamer
con ansía, olvidé el asco que me daba y chupé
los huevos, lamí y pronto aquella poya estuvo bien dispuesta;
empecé a chupar la puntita como si fuera un chupa chups, por
momentos levanta los ojos buscando un gesto de aprobación de
Jaime y con un movimiento de cabeza me incitaba a seguir, sus manos
se posaron sobre mi cabeza y empezaron a marcarme el ritmo, me presionaban
contra su miembro haciendo difícil la respiración, me
empezaron a dar arcadas y con la lengua traté de dificultar
la mamada me agarró por el pelo y me dijo que se estaba
enfadando y que iba a chupar una ostia, y con esas palabras me volvió
a introducir le poya y terminó follándome por la boca,
cuando noté que se iba a correr porque aceleró el ritmo
del mete saca, le miré suplicante y sonrió Vas
a tragarlo y se corrió en mi boca No sueltes
ni una gota por tu bien, zorrita , su tono de voz me dio miedo,
y ¡me lo tragué todo! Entonces me desató las manos
me miró y me dijo ¿No querías ser un puta?,
pues ya sabes lo que es me sentí agradecida,
con la cara roja la camisa desabrochada que dejaba ver unas tetas
hinchadas, la falda hasta la cintura mostrando un coño brillante
y la boca con un sabor a hombre que. Me volvía loca!
Esto aún no terminó querida zorra me dijo quitándose
del todo el pantalón