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Categoría: Incestos

En la Laguna

Mis amigos de Relatos de Buscuentos. com: lo que Uds. leerán a continuación lo escribe un hombre que ronda ya los 60 años, pero..., luego de seguir algunos relatos que aparecen en vuestras páginas, resolví contarles algo de mi juventud al que llamaré LA LAGUNA, tratando de ser lo más conciso posible. Soy Argentino y toda mi vida la pasé en este maravilloso país, tan agrario como apegado a las viejas costumbres importadas por nuestros abuelos europeos. Para entrar en clima les diré que soy el menor de tres hermanos; a los que llamaré por cuestiones de privacidad, José el mayor; Santiago el del medio; y yo Alcides el menor, entre ellos y yo hay casi seis años de diferencia, pues los ya nombrados son casi seguidos. Así crecí y cuando tuve uso de razón, luego de las golpizas de ellos y a posterior las de mi madre me dieron cuenta que la fuerza, la ejercen los poderosos sin razón ni objetivo. Pero ello me enseñó a ser cauto y perseguir a mis hermanos, desde lejos, pero siempre vigilante. Veía como se masturbaban y quien llegaba mas lejos con su semen, y de sus risas casi groseras, para luego seguir jugando fútbol como si nada fuera. Yo trataba de hacer lo mismo y solo lograba una triste erección y un líquido que en nada se parecía a la abundancia y color de sus disparos que la tierra luego consumía. Pero cuando llegó a los catorce años mi miembro era realmente duro y no tan largo como grueso. Por tal mis hermanos se burlaban y me decían Mortero por apodo. Mi padre era un empleado público jerarquizado, muy serio y compuesto, mi madre de una fila. Tradicional del pueblo, poseedora junto a sus hermanos y hermanas de una finca en las afueras de la Ciudad a la que llamaré Villa Linda, y de otra considerable extensión de campo a cinco leguas de la nombrada, donde y por tradición, creo heredada de los abuelos gallegos, se juntaba toda la familia para pasar las fiestas, y luego las vacaciones – para los que ignoran – en esta parte del mundo Diciembre es verano, y el calor se hace sentir. En razón de ello hacia allá viajábamos todos, tíos, tías, primos, primas, hermanos, en fin era un rimero de polleras y pantalones cortos. Y los abuelos se tiraban de los pelos cuando la “tribu” llegaba - pero en fin esa finca era de todos - y algún día también nosotros seríamos los dueños. Además de la inmensa casa que poseía, este campo tenía la delicia de una enorme laguna natural bordeada de sauces llorones que hacía las delicias de chicos y grandes. Porque los grandes también disfrutaban, allí descubrí como mi tía Dora, se montaba a su cuñado a espaldas de su hermana Catalina, y otras cuestiones familiares que no vale la pena integrar a este relato.
Mi madre tenía a una de sus hermanas casada con un hijo de alemanes, de ese tronco, habían salido hijos muy blancos y rubios, y entre ellos, estaba mi prima hermana Gretty, rubia dorada, en su pelo, piel, y con unos ojos verdosos que cambiaban de color, o a mi me parecía, tanto era el amor y el ardor que sentía por ella, un amor inconfensable por aquellos años, además, de las tremendas ganas de tener su cuerpo, tan fino, y firme que llamaba la atención de todos. La deseaba fervientemente, febrilmente, como nunca antes ni después desee una hembra. Sus pechos eran redondos, bastante grandes y con sus pezones apuntando al cielo, tan rozados y suaves como la tersura de sus manos y brazos, a los que estaba y acostumbraba a acariciar distraídamente. Todo ello me llevaba a masturbarme como loco, hasta que un día José mi hermano mayor me descubrió haciéndolo con una revista donde Brigitte Bardot mostraba sus encantos.
En el acto me preguntó: - Alcides, hermanito, pajero, masturbador de oficio, Mortero, con eso que Dios te puso entre las piernas, y haciendo cosas en soledad??????, A lo cual llamó a los gritos a Santiago, quien vino a la carrera. José le contó lo que yo hacía y entre los dos me hicieron pedazos la revista y me dijeron entre risas, y casi a gritos. mira hermano ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ te vas a enloquecer¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ te traeremos una mujer, y así fue, esa noche debuté con la empleada doméstica que tenía mi madre, creo y sin mentiras que me corrí tres veces sin sacarla, y la pobre Beatriz, aunque acostumbrada a los avances de mis dos hermanos al otro día caminaba con dificultad. Ya había probado la belleza que Dios le puso a las hembras entre las piernas y mi mano dejó de ser mi amiga. Yo iba al Secundario y varias de mis compañeras me miraban diferente, pues era de pelo muy negro y ojos verdes, no tan alto pero si delgado, y buen bailarín de tango, quien me había enseñado??? Mi prima Gretty, a quien ya nombré y que gustaba de sentir en su pubis el pedazo que se me erguía cada vez que nos abrazábamos, ella no se como, acomodaba su entrepierna, la cuestión es que lo que yo cargaba a la izquierda, gustaba de sentirlo en su dimensión, ya que en aquellos años no existían los calzoncillos ajustados, solamente el bóxer, al que hoy llaman así. Dejaban en libertad total el “bulto” como lo nombrábamos por esas épocas.
Gretty tenía entonces unos veintiún años y yo dieciséis, pero mi vida, y pese a los avances que hacía sobre mis compañeras del Colegio que con gusto se dejaban poseer, desvirgar, y luego de probar querían mas del tratamiento que les proporcionaba, mi obsesión era ella.
Una tarde a eso de las catorce, loco de calor, y de ganas de montarme aunque más no sean algunas de las ovejas que por allí pastaban, fui a la laguna, me desnudé completamente y zambullí en la frescura del agua, luego comienzo a flotar boca arriba con mi pedazo que salía fuera de ella, cuando oigo una vos que decía....... Submarino¡¡¡¡¡¡¡ Submarino¡¡¡¡¡¡, me di vuelta y veo a mi prima sentada en la orilla con los pies en el agua, se reía, y me decía... primito que periscopio tienes¡¡¡¡¡¡ yo creo que me puse colorado y nadando me fui a la otra orilla donde puede hacer pie y con al agua al cuello me quedé Mirándola. Estaba pensativa, y con una cierta sonrisa en sus labios, se incorporó y comenzó a quitarse la ropa, su cuerpo hermoso se iba descubriendo, sus pechos soñados quedaron al aire con una firmeza increíble y luego sin quitarse los calzones se lanzó al agua, nadó hasta llegar a mí, cruzó sus brazos sobre mi cuello y me besó abriéndome la boca y acariciando con su lengua mis labios, y luego de introducirla y encontrarse con la mía comenzamos un juego increíble. Ella puso piquito y yo le metía y sacaba mi lengua, simulando el coito tal como si fueran un pene y una vagina en plena acción. A esta altura no soportó mas, y con su mano me tomó la pija, suspiró hondo y me dijo...... Alcides yo también te amo¡¡¡¡¡ se que esto es imposible, pero mientras podamos, disfrutemos¡¡¡¡¡¡ acto seguido cruzó sus piernas en mi cintura y se tiró hacia atrás. Al realizar tal movimiento la cabeza de mi pene quedó a la altura de su conchita, que ella con movimientos rotativos de sus caderas intentaba sentir a través de sus calzones, intenté vanamente en sacárselos, y ella riendo se retiraba, y volvía a los mismos juegos, realizando el mismo trabajo, yo estaba al punto de eyacular, pero contuve la respiración y continué con sus juegos, hasta que comenzó a gemir, .....AHHHHH, que lindo!!!!!!!! Que delicia!!!!! Mi Dios como lo siento, es monstruoso!!!! Y a morderse su labio inferior, yo contemplaba su rostro que iba poniéndose cada vez mas bello a medida que su calentura aumentaba, ya la pija me dolía de tan caliente que estaba, ella tenía los ojos cerrados, de vez en cuando desparecía bajo el agua y volvía a flotar sacudiendo su pelo rubio. Yo estaba enloquecido, la cautela que siempre había tenido se transformó en locura, soltándome del abrazo que nos unía la tomé de la cintura y baje la prenda hasta sus tobillos, luego en una lucha a la que ella aportaba su dosis de picardía, logré quitárselos, e inmediatamente la apreté contra mi cuerpo. En esta posición ella se irguió un poco apoyándose en mi cuello y cobijó entre sus piernas el cuerpo completo de mi miembro, y comenzó a moverse de adelante hacia atrás, a la par que murmuraba, ¡!!!!!!! Primito de mi alma, mi cielo, cuanto tiempo esperé por una buena pija......Ah quiero que me tengas....... yo intenté entonces introducirla en su interior pero resultaba casi imposible en donde nos encontrábamos, nadamos entonces a la otra orilla donde los sauces tejían una maraña con sus raíces al aire tratando de aferrarse absurdamente a la tierra. Cuando llegamos, ella, se alzó para subir a la orilla, y fue allí que tuve la más hermosa visión que un muchacho puede tener, una conchita de labios muy pequeños y la estrecha entrada a esa cueva de amor casi aperturada por la posición pero pequeña en dimensión Sus nalgas eran redondas y firmes y su culo tan prieto y pequeño, unas matitas de pelo rubio cubrían la belleza de su sexo que chorreaba agua. Yo la tironeaba infructuosamente, pues había logrado asirse a las raíces y dándose vuelta hacia mí que seguía en el agua, en una posición casi circense apoyó un pié sobre una de aquellas raíces y el otro a un metro mas allá por lo que su sexo quedó totalmente expuesto a mi mirada y a mi lengua. Comencé a lamerla completamente primero sus entrepiernas, blancas y duras, subiendo por ellas hasta el nido que tanto deseaba,!!!!!!! Ayyyy Gretty exclamé¡¡¡¡¡¡ no te imaginas como deseaba esto!!!! a lo que ella exclamó con voz casi ronca......Y YO.. sabes que cuando bailamos me gusta sentir tu sexo en mi pubis....... y que hermoso es.... diciendo esto se estiró y comenzó a tocarlo, a prolongar caricias sobre la cabeza que más que glande parecía una ciruela morada. No esperé mas y continué con mi trabajo en su conchita, llegué hasta el clítoris, y ayudada por sus dedos que lo tiraban hacia arriba lo tomé delicadamente, le puse unos lengüetazos, a lo que ella y entre dientes respondía con un...siiiiiiiiiiiiii, así....o mi Dios que goce........ luego corrí un poco la piel que lo recubría surgiendo un pequeño ojito y en el cual concentré mis besos y masturbación, ella enloqueció y casi con un grito me pidió...... dámela, dámela toda, metela hasta el fondo y se abrió de piernas aún mas..... yo a punto de estallar tomé mi vena del tronco, la apreté para que la cabeza se hiciera mas grande de lo que ya estaba y la coloqué en la tan anhelada como oculta cueva de amor...... empujé y costó entrar, pese a que su flujo brotaba, se encontraba completamente mojada y ello conspiraba contra su virginidad. Si era virgen. Empujé y le entró la mitad, ella se pronunció con un sordo ¡¡¡¡¡¡¡AYYYYYY, ME DUELE, POR FAVOR SACALA ME DUELE!!!!!!! O Alcides se bueno!!!!!, sácala realmente me duele........tirando su cabeza hacia atrás. A este pedido me retiré un poco y ella logró sacar el monstruo de su interior, miré su concha y entre el flujo un pequeño hilo de sangre salía de aquella cuevita violentada. Fue entonces que no soporté mas, no recuerdo como la levanté o como llegué a estar en posición y ciego de pasión le introduje lo que había sacado y de un solo embate se la mandé hasta el fondo, su grito fue algo que me volvió a la realidad, quise salir de ella pero los músculos de su vagina me apretaban muy fuertemente, a la par que sus brazos, temblorosos pero con firmeza me apretaban. Pasado unos instantes ella se aflojó y con un murmullo me dijo......Inténtalo de nuevo mi alma, hay que tripa me pusiste, jamás imaginé tal grosor, siiiiiii, ahora, así y me besó ardientemente..... y se acopló de tal forma que mis huevos golpeaban en sus nalgas con un chasquido sordo, ese vaya y venga se lo hacía lentamente, y luego al sentir que mi acabada sería de olimpíada lo hice con mayor rapidez, al ver que yo me venía, casi en un grito y retorciéndose me gritó.... Acaba afuera, acaba afuera...... yo también estoy llegando....apretó su labio inferior con sus dientes y gritó, AHHHHHH....que placer.....que locura...Ayyyy Dios, como terminé....!!!!! sacudiendo su cabeza de lado a lado, mi semen se desparramó por su pubis, mezclado con sangre de su himen roto. Así quedamos en posición muy incómoda por un buen rato, casi desmayados de goce. Luego nos sumergimos en el agua, ella lavó cuidadosamente sus partes mas íntimas y todo rastro del coito que pudiera quedarle, y luego tomó mi verga, la acarició, la lavó con ternura mirándola como madre mira a su pequeño y la besó, la colocó en su boca, le succionó la cabeza a lo que mi miembro reaccionó casi de inmediato........ven le dije, te la sacudiré de nuevo, entonces ella se negó,....... no la soportaría ahora me respondió......... perdóname Alcides, si quieres te masturbo pero hacer el amor,... NO DE NUEVO........ su hermoso rostro realmente denotaba pena. La tienes demasiado gruesa, me acotó, me arde y me duele mucho, comprendes?????? Además la sentí muy adentro creo que me llegaste a la matriz y siento miedo..murmuró casi con tristeza. Nuevamente nos abrazamos, y besándonos muy tiernamente nos masturbamos mutuamente hasta el hartazgo, besé como nunca lo había hecho su pechos redondos, lechosos en un juego interminable succionando sus pezones que habían adquirido el triple de su tamaño normal. Estoy seguro que ese día fue el más feliz de mi vida, había consumado con la mujer que amaba el sexo más delicioso imaginado, y la cara de felicidad de ella reflejaba sus alivios, pese a lo dolorida que se había sentido.
Hubo otros encuentros, que alguna vez si esto se publica, relataré.
Datos del Relato
  • Autor: alcides
  • Código: 16380
  • Fecha: 11-04-2006
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.88
  • Votos: 43
  • Envios: 6
  • Lecturas: 6823
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
El Encantador de Penes
El Encantador de Penes 12-07-2021 03:20:46

Qué delicia... Gretty fue muy afortunada

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