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En la ducha ...

Sabiendo que piensas en mi cuando te estás duchando, una sensación de morbo me invade y comienzo a imaginar como se te vería desnuda. Las imágenes del agua cayendo sobre tu cuerpo, el cabello completamente mojado y la forma en que las gotas intentan en vano mantenerse aferradas a tu piel para no morir en la alcantarilla, potencian todas mis hormonas y encienden mis instintos sexuales a punto tal que casi puedo vivenciar esa situación.
Veo un cuarto de cerámicas blancas, tu ropa interior arrojada sobre el piso, una pequeña ventana que deja entrar la luz en forma difusa, un espejo completamente empañado por el vapor y la ducha dejando escapar el agua con el calor suficiente para abrigarte. Nadie en el mundo sabe que tu estás en ese baño y la cortina plástica aumenta tu intimidad. El momento es solo para ti.
Te pones de frente a la ducha y recibes el goteo con fuerza sobre tu cara, luego te das vuelta y la sientes sobre tu nuca y la forma en que baja con mayor calor hacia tu espalda. Vuelves a darte vuelta y ahora fijas la atención en el choque de las gotas contra tus pezones y ese jugueteo te va excitando y es en ese momento cuando las cosquillas te liberan de prejuicios y puedes dedicarte a ti misma pensando ..... tal vez en mi.
Entonces no lo dudas .... tomas la ducha de manguera en tus manos, te sientas en el piso al estilo yoga con la ducha atrapada entre tus pies y apuntas el agua a tu entrepierna. Y mientras tocas tus pechos y te doblas hacia adelante, descubres el placer que te genera apuntar la ducha directamente a tu clítoris mientras mueves suavemente la presión del agua de un extremo al otro. Algún gemido se escapa de tu boca y comienzas a sentirte como si estuvieras flotando mientras tu clítoris late con intensidad. Decides darle mayor volúmen a todas esas sensaciones que invaden tu cuerpo y que no permiten detenerte. Entonces aprietas un poco tus labios vaginales y los mantienes suavemente abiertos con 2 dedos y corres con el dedo mayor a lo largo de tu vulva hasta que encuentras tu clítoris y lo frotas suavemente todo el tiempo y vas acelerando para excitarte aún mas. La cálida sensación va creciendo uniendo tu clítoris con la punta de tus pezones y entonces te estremeces y sientes que el orgasmo se está constituyendo y piensas que ya no puedes soportar más. Continúas asi hasta que comienzas a corcovear tus hermosas caderas e introduces el dedo mayor e índice en tu vagina para sentir las contracciones y liberarte en un orgasmo.
El jadeo continúa, tus manos tiemblan un poco, tu pecho se ve voluptuoso y tus ojos se han cerrado para no permitir ninguna distracción , pero ...que tal si yo me apareciera ahi mismo, completamente desnudo, para compartir ese momento especial en el que todas tus hormonas se encuentran revolucionadas y dispuestas a experimentar del placer que aún no conoces ?.
Mi pierna derecha se levanta para ingresar a la bañera mientras tus ojos observan la forma en que mis testículos y pene se balancean graciosamente. Ya estoy adentro de la bañera y tu sonrisa te afloja un poco, permitiéndote respirar un poco mas normal. Me pides la mano, te la extiendo y te levantas. El agua golpea mi espalda y comienzo a humedecer todo mi cuerpo. Tus pechos se ven hermosos y tus manos protegen a tus ojos de las gotitas mas pequeñas. El vello de tu pubis está ensortijado al igual que el mio y mi pene comienza su etapa de erección. Te acercas a mi y la palma de tu mano derecha se dirije hacia mis testículos. Los acaricias con cuidado y luego recorres mi pene desde la base hasta la punta que aún cubre el glande con su piel. Me das un beso de lengua entregándome tus sabores. Me empujas suavemente y nos introducimos aún mas bajo la ducha para que el vapor y el calor nos envuelva. Estamos bien pegados uno al otro. Mi pecho también velludo recibe la punta de tus pezones, tu ombligo nota la dureza de mi pene y mis brazos te rodean mientras mis manos aprietan las nalgas de tu culo hermosamente redondo. Aprieto y aflojo esas nalgas y cuando te abro de cantos, las gotas traviesas caen en cascada atravesando tu ano. Nos separamos un poco. Tomas el jabón y comienzas a enjabonarte en un acto bellamente reflejado en la espuma que bordea tus pechos turgentes. Robo el jabón de tus manos, te doy vuelta dejando tu espalda a mi frente y comienzo a recorrerte con la espuma entre mis manos decorándote completamente de pompas y espuma blanca. Detengo mi recorrido por tu espalda y el jabón y mis dedos juegan en la raya de tu culo. Rodeo tu orificio anal con la yema de mi dedo mayor y luego paso mi mano derecha entre tus piernas para que sobresalga delante de ti y así veas como eres recorrida. Hago una gracia con mi mano jugando con tu pubis, tu te ríes y cuando salgo de esa posición, lo hago lentamente haciendo recorrer mi antebrazo por entre tus piernas. Tratas de atraparme con tus muslos interiores pero el jabón no te lo permite. El grosor de mi brazo te hace imaginar un pene muy especial. La excitación comienza su galope para ambos. Te doy el jabón nuevamente a ti y repites todo el juego sobre mi cuerpo y cuando te toca enjabonar mis testículos, te esmeras en generar mucha, mucha, mucha espuma para que una nube blanca cubra por completo mis genitales. Te pones en cuclillas y hundes tu cabeza en la base de mi pene y comienzas a recorrerlo solo con tus labios en toda su extensión, quitas algo del jabón, estiras la piel que cubre la cabeza para poder comértela con un sabor a frescura inigualable. Tu boca arma una caverna y rodeas a mi glande apoyando solo los labios a su alrededor. Poco a poco lo introduces hasta que tus mofletes se hinchan con mi carne. Levantas tus ojos y me miras fijamente a los ojos como pidiéndome que te dé todo el placer que ninguna mujer haya experimentado. Entonces tomo el jabón y mientras tu me chupas con ansiedad, voy frotando el jabón sobre la cerámica para lograr una lubricación especial sobre la pared.
Mi ansiedad se vuelve incontrolable y me siento una bestia sexual sabiendo del placer que voy a brindarte. Te tomo de los pelos y te zamarreo con algo de violencia y sin dejar que quites mi pene de tu boca; como para que sepas quien es tu macho. Me masticas con cuidado para no lastimarme y luego te aparto y tu puedes observar toda la grandeza y el vigor que te va a dominar. Te levanto de las cachas de tu culo con toda la potencia de mis manos, apoyo tu espalda sobre la cerámica enjabonada y expectante de la fabulosa penetración que se avecina. Tu te abrazas a mi cuello, abres bien tus piernas y me rodeas, permitiendo que con dulzura apoye la punta de mi pene en la entrada de tu vagina totalmente húmeda y agradecida de la visita de mi miembro. Me miras nuevamente fijo a los ojos y cuando nuestros cuerpos se encuentran en equilibro, comienzo a empujar e introducirme en tus entrañas. Mi pene penetra como una mecha a la pared y estás totalmente ensartada en mi. Allí comienzo a mover mi pelvis como si pretendiera partirte al medio con mi pedazo clavado en tu interior. Con mis brazos te subo y te bajo ayudándome de la pared resbalosa y cada vez voy mas adentro tuyo. Tu ojos se aprietan y no puedes creer el éxtasis que estás sintiendo. Tus labios se muerden y los dedos de mis pies mantienen la posición con esfuerzo. Tu pelvis y la mia juegan al mismo ritmo y por unos minutos se encuentran entregados y soldados a la aventura del placer en una bañera. Te estoy recojiendo como un perro a su perra, como un caballo a su yegua ....y tu lo aceptas con placer.
Mi eyaculación se hace presente inundando tu vagina y cuando sientes que tus músculos interiores son capaces de apretar con increíble fuerza, como para no dejarme escapar de tus entrañas, explotas en un orgasmo cósmico clavándote profundamente en mi, gimiendo como gata y exhalando tu alma. Tamaña fuerza comienza a aquietarse y se me dificulta mantenerte. Te bajas apoyándote con cuidado en la bañera resbalosa. Mi pene descargó el semen con toda su potencia y se nota algo fláccido. Tu te sientas en el piso de la bañera, para relajar cada centímetro de tu cuerpo. Yo me siento en el borde de la bañera y tu cara se apoya sobre mis múslos, como oliendo los rastros del sexo de tu primera experiencia.
El ruido de la ducha, continúa golpeando sordamente contra el piso como si nada de esto hubiera sucedido.
Datos del Relato
  • Autor: GOPi
  • Código: 15474
  • Fecha: 12-08-2005
  • Categoría: Varios
  • Media: 5.79
  • Votos: 110
  • Envios: 10
  • Lecturas: 3711
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
guapo
invitado-guapo 31-08-2012 00:00:00

delicioso tu relato, me excito demas solo de imaginar a mi amiga, complice y confidente. ojala y ella se anime a escrirmepor aca,quiero saber si le excitan estas historias y disfruta de estos placeres solitarios y relajantes guapo 18

zulema
invitado-zulema 01-09-2005 00:00:00

y te cuento algo,no soy de leer cuentos eròticos,serà que acà ya no lo son,por eso a veces evito leer cosas que no me gustan,pero este tuyo,me gustò porque lo has escrito de una manera limpia a pesar de no omitir detalles ni palabras,pero me gusta.Conforme???Espero tus lìneas zulema

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