Era una tarde de trabajo como cualquier otra en el piso de ventas de la tienda. Me dirigí apresurado al área de servicio al cliente por la llamada de un cliente, cuando vi que de la tienda salía una mujer un gordita, que vestía una blusa negra con un entallado pantalón blanco con líneas negras que remarcaban su hermoso y enorme trasero, que espectáculo tan hipnotizante era ver ese bello trasero contoneándose de un lado a otro  al ritmo de ese caminar que por lo menos a mí me atrapo… era tan la atención que puse aquel hermoso trasero que conseguí ver la silueta de una diminuta tanga negra que remataba tan alucinante experiencia, y que dispararía de repente mi sorpresa… repentinamente la mujer volteo y era ella.

Laura, aquella compañera que acababa de entrar a trabajar apenas hace un par de meses.

Es imagen y la idea de tan hermoso trasero me traían vuelto loco con el paso de los días.

En alguna ocasión y por casualidad nos tocó velar en la tienda a ambos junto con un gran grupo de compañeros que haciendo labor de reacomodo de tienda tuvimos que trabajar por la noche. Y fue para mí una gran sorpresa caminar de regreso a la entrada de personal por material de trabajo cuando la vi entrar, ella caminaba sola, e inmediatamente mire en todas direcciones para ver que no hubiera nadie cerca, me aproxime a ella de forma muy rápida y fingiendo prisa a saludarla, y justo cuando ella se acercó para saludarme con el tan habitual beso en la mejilla gire ligeramente mi cara para poder rosar con mis labios el extremo derecho de su boca… pensando que si ella me reclamaba podría decirle que fue un error de cálculo y que las prisas me habían hecho accidentalmente rosar su boca. Seguí caminando apresurado después de tan repentino encontronazo, pero pude ver de reojo su cara de sorpresa y a ella quedándose inmóvil justo en el lugar en el que nos habíamos encontrado.

Transcurrió la noche y a eso de las 3 o 4 de la mañana justo a la hora de la comida se sentó junto a mí en el área de fuente de sodas, que era la zona autorizada para que todos comiéramos, y dijo –Me puedes dar más ganchos me hacen falta para la exhibición. Esto fue porque el activo fijo , se guardaba en la bodega de los muebles, lo que hacía estrictamente necesario que yo tuviera que abrirle la bodega para que ella buscara su material.

Yo respondí desinteresadamente –Claro no hay ningún problema si quieres en cuanto terminemos de comer vamos a buscar lo que necesites y te ayudo a sacarlo.

Ella respondió –Si gracias.

Para cuando estábamos en el almacén mientras ella estaba buscando su material yo fingí demencia y me fui al fondo de la bodega detrás de los muebles con el pretexto de verla desde lejos como iba y venia por la bodega ya que me había encantado su trasero.

Mientras me deleitaba mirándola a lo lejos ella se detuvo y volteo tomándome por sorpresa mirándola. Se ruborizo un poco se detuvo, y se dirigió a donde estaba yo mirándola, detrás de los muebles.

Ya de pie frente a mí me pregunto si lo del beso había sido un accidente o había sido intencionado, como la vi muy tranquila le dije. – La verdad Laura me gustas mucho, te he observado y físicamente me gustas me atraes.

Ella se sonrojo y alcanzo a susurrar que yo también le gustaba.

Ella me pregunto –Que es lo que te gusta de mí? –Que es lo que te atrae de mí?

En ese momento el inconsciente, la excitación y el momento le ganaron a la poca cordura que quedaba al sentirme a solas y tan cerca de ella.

Me acerque a ella la tome por esa gran cadera que me estaba volviendo loca y le pregunte –En verdad quieres saber?, respondiendo que si casi de manera automática.

Entonces mis manos se movieron y tome con fuerza su enorme y bello trasero y le dije –Esto es lo que me gusta de ti, Me vuelve loco, no puedo parar de verlo.

Y para entonces no podía dejar de tocarlo.

En el momento que termine de hablar, comencé a frotar con mis manos su hermoso y enorme trasero, apretando en repetidas ocasiones sus ricas nalgas con mis manos mientras nos besábamos apasionadamente.

Estaba ya muy excitado, mi pene se encontraba ya muy duro por lo caliente que estaba y mi reacción fue presionar mi cuerpo contra el suyo rosando mi pene erecto contra su pelvis mientras apretaba con fuerza sus nalgas… ella soltó un suspiro profundo casi a punto de convertirse en gemido y alcanzo a susurrar –Estoy muy mojada.

En ese momento, sin dudarlo baje su pantalón, que para fortuna mía de y de la situación era un panst entallado que hacia lucir hermoso su rico  trasero, debajo de su pantalón había una pequeña tanga color verde, al notar que vestía una tanga no lo dude, la tome de la cadera, la hice girar para que quedara a espaldas de mi, tome sus manos , las levante y las coloque contra la pared. Di un par de pasos para atrás, para deleitarme viendo su rico trasero en tanga.

Recuperando el aliento mi incline a altura de sus nalgas, y las bese un par de veces, hasta que las ansias me ganaron y termine por lamer sus ricas  nalgas…

Baje su pequeña tanga verde y me dispuse a probar su deliciosa y húmeda vagina que para entonces estaba completamente mojada… mientras jugaba con mi lengua en su clítoris sentía como ella se retorcía tratando de no gemir. Deslice mi dedo índice y medio dentro de su vagina y comencé a acaríciala haciendo pequeños círculos en repetidas ocasiones… se retorció, me jalo hacia arriba y me miro con una expresión de excitación y lujuria.

Me levanto la playera, y en un frenético y torpe movimiento desabotono mi pantalón  y lo bajo junto con mi ropa interior, encontrándose con mi pene mojado por el líquido seminal completamente erecto y punzante por lo caliente que me tenía la situación.

Entonces ella tomo con una de sus manos mi pene, entre su dedo índice y pulgar, y presionándolo desde la base del pene lo presiono tirándolo suavemente y con firmeza hacia su rostro, sacando todo el líquido seminal y haciendo lo escurrir por la punta de mi glande, entonces ella lamio mi pene con el mismo recorrido de sus dedos, recorriendo mi pene y lamiendo el líquido seminal que se escurrió por mi pene.

Introdujo mi pene en su boca y comenzó a succionarlo mientras yo me retorcía de placer y asombrado por la maestría con la que tan recatada dama se desempeñaba en tan deliciosa felación.

Después de un pequeño lapso de tiempo me hizo terminar dentro de su boca… seccionando y presionando con fuerza mi pene en su boca, como quien quiere extraer la última gota del interior de un envase… y aun me digo que por la excitación del momento y la adrenalina termine con tal premura para no dejar cabizbajo mi ego, pero maravillado con la boquita de tan rica y deliciosa mujer.

Pasaron los días y los meses y después de un par de situaciones más ella decidió cambiar de trabajo por comodidad y por cercanía a su casa…

De eso ya hace poco más, poco menos de 10 años pero esa mujer dejo huella en mí y no paro de buscarla…

Así que si conoces a alguna Laura, que haya trabajado en un Chedraui, hace ya algunos años, dile que alguien la está buscando y hazle llegar mi relato!!!!