Cuando nos cambiamos de vecindario, yo tenía trece años, eran pocas las casas construídas, la mayoría estaban en el proceso y aún habían lotes vacíos, Solía dar las vueltas por el lugar en una bicicleta, era principios de noviembre, por las tardes me iba a tumbar a la grama bajo unos árboles de encino, en cuyo lugar se construyó el parque actual. En una de esas tardes conocí a una chica de mi edad, alta delgada muy delgada, blanca de ojos verdes, pelo negro liso, pechos muy chicos, de culito redondito y paradito, su naríz era chatia y boca carnosa, muy linda de rostro por cierto. Con los días nos dimos el primer beso, y ya casi a finales de diciembre, le besé y chupé por ves primera sus pechos, besé sus piernas delgaditas, y subiendo un poco la manga de su ropa interior, lamí su vaginita, sus bellos eran suavecitos y sus labios delgados rosaditos, y un clítoris de tamaño grande, esa tarde la hice venirse en mi boca, ella me masturbó y chupó el glande, y me corri en su boca, ella le impresionó el tamaño de mi verga, y la acariciaba pero no dejó que se la acercara a la vagina. Pasaron las vacaciones ella entró de interna a un colegio de señoritas, y los fines de semana que llegaba a su casa no la veía por diferentes situaciones, al igual era con las vacaciones de fin de año, ya que yo acostumbrarba irme a la finca de la familia, es más cuando la volví a ver ella estaba ya casada.

A la madre la conocía, seguido la veía en el supermercado cercano a la colonia, mujer joven muy guapa de un culo estupendo, cuerpo esculpido y chichuda, ella siempre me saludaba, supo del corto noviazgo con su hija, el esposo era mayor que ella, casi el doble por haberse casado de 16 años, cuando él tenía ya los 40. Ella siempre andaba acompañada de Chochi, hermana precisamente del esposo de Bianca. Chochi era muy bella de un cuerpo excelente, pero se le notaba a leguas lo calientota que era, aunque nunca se le supo nada, pero al ver a un hombre que le gustaba parecía desnudarlo con la mirada, y yo percibía perfectamente cuando sentía su vista recorrerme de pies a cabeza. Aminta que es el nombre de la madre de Bianca, en una plática que escuché en casa de un amigo, y ajenos a que nosotros escuchábamos, le comentaba a otra señora que su vida era infelíz, su esposo la celaba mucho, y lo peor es que era celoso y no la tocaba porque aunque quisiera cogerla ya no podía cumplir, y había pensado en ponerle los cuernos, y a raíz se eso siemre que la veíamos con el amigo por la calle, comentábamos lo delicioso que sería cogerla y quitarle las ganas.

Con este amigo y otro vecino del barrio, aunque no teníamos amistad estrecha, eramos por así decirlo compañeros de ocio. Solíamos ir los domingos a nadar a un turicentro cercano, tenía varias piscinas, toboganes y otros juegos acuáticos, aparte de tener compartimientos unisex grandes de saunas, ya que en el lugar había muchos nacimientos de agua caliente. En una oportunidad y día entre semana, ya teniendo yo 21 años, estaba acomodansdo mis cosas en la cajuela del auto, cuando apareció Aminta, platicamos unos minutos y le comenté que iba a nadar y a sudar un poco al sauna, le comenté del lugar y me pidió que la llevara. Como era natural en un día entre semana la gente que llega es poca a casi nadie, ese día habia gente en restaurante, pero las piscinas y los saunas sólo nosotros. Buscamos un sauna pequeño y nos metimos, estábamos recostados sobre unas planchas de concreto, teníamos unos veinte minutos de estar allí, cuando ella me dijo que se iba a quitar el traje el traje de baño, pero que no me volteara. Me había impresionado su cuerpo con el traje de baño, y cerré mis ojos pensando en su cuerpo desnudo, como serían sus pechos grandes y como sería su vagina,si peluda o depilada. estaba con la vista al techo, y de pensar en Aminta, la verga de empezó a parar, el bulto creció y era notorio, por el tamaño y grosor. ella al otro extremo me observaba, y logicamente le llanó ña atención la caroa de irco que se estaba formando, pasaron unos segundos y soltó al pregunta: Te estás excitando por saber que estoy desnuda?, despues de unos segundos de silencio le contesté nerviosamente que si. Ella me pidió que me acostara a la par de ella en la plancha de cemento y que si deseaba tener libre la verga que me quitara la bermuda, se impresionó de verme la verga bien parada, y me dijo que era gorda e inmensa, luego me tomó de la mano y me dijo que nos metieramos a una tina que habíamos llenado previamente y templado con agua fría, ella en un extremo y yo en el otro, frente a frente, con sus pies tomó mi verga y empezó a frotarlos, sus pechos estabam frente a mi, grandes duros y erguidos, sus pezones apuntaban hacia arriba, me acerqué a ella y empezé a chuparselos, nos besabamos como locos, ella me masturbaba con una mano, yo acariciaba su vagina, y allí en la tina me empezó a mamar la verga, hasta hacerme venir, que no fué mucho tiempo, por la excitado que estaba me vine en su boca. Salimos de nuevo a la plancha de cemento, y sobre la toallas la recosté para darle una mamada de cuca espectacular, sus líquidos eran abundantes y yo lo tragaba como desesperado, la sentí arquearse, gimió fuerte, con su manos apretó mi cabeza a su vagina y fué un ahagaayah cuando se vino en mi boca, para esto mi verga estaba rígida la acerqué a su vagina y lentamente se la metí al fondo, ella subió sus piernas a mi cintura, y embestí como loco, entraba y salía todo, de nuevo convulsionó y volvió a venirse, le daba duro y fuerte buscando mi placer, pero no me venía, ella seguía retorciendose de placer, se vino dos veces más y yo no podía eyacularle, la puse en cuatro, y la embestía con fuerza, cuando estaba por venirme me dijo que ella aún menstruaba que no le fuera a echar nada adentro, de ver esas nalgas duras y paradas y su hoyito del ano cafecito y cerradito, le puse la verga en el culo y despacito se la metí al fondo, terminando de toparla estaba cuando se vinieron los chorros calientes de semen llenando su culo de leche. esa tarde lo hicimos tres veces más, y en cualquier oportunidad la cogía, buscanos un hotelito discreto y por mucho tiempo fué nuestro refugio. Continuaré contandoles como me conectó a Chochi.