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En el momento inadecuado ¿O no?

Todo comenzó un jueves por la noche cuando se cerro el restaurante del hotel donde trabajaba.

Una vez termine de organizar el comedor para los almuerzos del día siguiente me dispuse a ir hacia los vestuarios de los empleados para recoger mi ropa y otras cosas, que allí tenía guardadas. Mientras abría mi taquilla y cogía mis cosas escuche un ruido que provenía del otro lado de la pared, cuando me asume a ver que era, lo que vi me asombro de tal manera que no sabia como actuar, por un lado querían irme pero por otro lado mi cabeza me decía que me quedase pare ver como terminaba aquella escena.

Mis jefes se llaman Saul y Manu, tienen 32 y 35 años respectivamente. Ambos están casados y la mujeres de ambos están embarazadas. Saul, es de cabello moreno, medirá entorno a 1,75/1.80 y esta delgadito aunque por no hacer deporte se le marca con las camisas de trabajo una pequeña barriguita sexy, además tiene cierto atractivo, ya que antes de poner el negocio era el típico macarrilla malote de turno. Manu es rescalvado, siempre va rapado, medirá sobre 1.90 y esta algo rellenito, pero tiene un algo que hace que quieras que te folle. 

Nunca me hubiera imaginado a mis dos jefes liándose, pero ese día lo estaba viendo en vivo y en directo, estaban vestidos, liándose y sobándose por todos lados. Cuando tenia ya un calentón brutal encima decidí marcharme y pajearme con lo que esa noche había visto, me gire y al comenzar a caminar tropecé con una silla que había en el vestuario, no supe como reaccionar y en cuestión de dos segundos mis jefes ya estaban a mi lado, uno delante y el otro detrás, en esos momentos pensé, una de dos, o me muelen a palos o me revientan el culo, evidentemente yo deseaba lo segundo.

 

Saul : ¿Se puede saber que haces aquí?

Yo : Vine a buscar mis cosas, para irme a mi casa.

Saul : ¿Solo eso, viste algo?

Yo : Si, simplemente eso, nada mas. ¿Por?

Manu : Por si acaso, mas vale que tengas la boquita cerrada.

Yo : No se porque lo dices, pero vale.

 

En esos momento me marche a toda prisa, como si me acabasen de perdonar la vida. Al llegar a mi casa me masturbe con todas mis ganas pensando en la situación de mis dos jefes magreándose. Me fui a dormir y a mitad de la noche me desperté todo calenturiento, tras soñar como mis dos jefes me violaban. Volviéndome a pajear, estaba vez sin prisa, con calma y recreándome en mi sueño.

El viernes me tocaba librar así que no fui a trabajar, estaba con unos amigos tomando una cerveza, cuando me llega un mensaje de Saul “Te esperamos Manu y yo en “El Habana” para tomar una copa y charlar, no tardes”. Ciertamente imaginaba sobre que giraría esa conversación pero aun así tenia intriga, me invente una excusa, deje a mis amigos y puse rumbo al lugar citado.

Cuando llegue estaban Saul y Manu tomándose una copa en la terraza, me senté junto a ellos, les salude y les pregunte de que querían charlar, Manu llamo al camarero para que me sirviese una copa, al que yo pedí un Whisky Cola.

 

Manu : Queremos hablar contigo sobre lo que viste ayer.

Yo : De verdad Manu, no vi nada.

Saul : Venga hombre, ¿Me quieres hacer creer que no nos viste metiéndonos la lengua hasta atrás?

Yo : De verdad chicos, que podéis estar tranquilos, que yo hare como que no vi nada, soy una tumba.

Manu : Es que compréndenos, Estela y Violeta desde que se quedaron embarazadas no nos dan lo que necesitamos.

Yo : ¿Y porque no os buscáis a otras chicas?

Saul : Es que así no nos sentimos tan mal.

 

Tras acabar la charla nos fuimos, íbamos en el coche de Saul, un deportivo descapotable. Me dejaron frente a la puerta de mi edificio, antes de bajarme del coche, puse mi cabeza entre ambos y les dije “La próxima vez, avisarme, yo encantado de ser vuestra putita”.

Llego el sábado y me tocaba trabajar, no te las miradas de Saul y de Manu, notaba como Manu se rozaba conmigo cada vez que pasaba por la cocina y como Saul me seguía con la mirada por el comedor, esa misma noche supe, que por fin se haría realidad y mis jefes me darían lo que tanto yo había deseado desde que comencé a trabajar para ellos, aunque siempre me lo imagine por separo no con los dos a la vez.

Ese noche al terminar me fui a los vestuarios y en vez  de coger mis cosas e irme decidí darme una ducha, al salir de la ducha estaban mis dos jefes junto a mi taquilla esperándome. Ambos desnudos, era como si acabase de entrar en el Edén.

 

Saul : Esta noche te vamos a reventar ese culito tuyo, no sabes cuento tiempo llevo esperando este momento, como me pones.

 

Manu no hablo, se acerco a mi y comenzó a besarme el cuello, mientras Saul iba sobándome, hasta soltarme la toalla y dejarme desnudo y a su merced. Comenzaron a besarme y meterme mano los dos a la vez, hasta que Manu se agacho y comenzó a chuparme las nalgas, mientras Saul me mordía los pezones. 

Pasado un rato Saul me puso de rodillas y me mando comerle la polla, mientras se la comía tenia en mi mano la polla de Manu, a quien pajeaba con suavidad (Saul tenia una polla espectacular, de unos 19 cm, gordita y extremadamente bella. Sin embargo me quedo claro que cuando follaban entre ellos, Manu era la putita, su polla era bonita pero no como la de Saul, descapullada y estaría entorno a los 15 cm) . Saul me agarro la cabeza y empezó a follarme la boca, como nunca antes me la habían follado.

Me pusieron a cuatro, y mientras comía lentamente la polla a Manu (la cual me entraba enterita en la boca), le pasaba la lengua de arriba a bajo y viceversa, me la metía hasta la garganta, le comía los huevos y juaga con el agujero de su verga. Saul me estaba comiendo el culo, sentía como su lengua rondaba mi ano y posteriormente como con ella me penetraba lentamente, era un placer que hasta ese momento nunca había sentido, quizás por que era una fantasía realizada. Tras un rato así, Saul se puso frente a mi, sin Manu moverse del sitio, en ese momento sabia lo que me iba a tocar, sabia que esos dos pedazos de carne acabarían en mi boca, y así fue, una vez estaban dentro, ambos comenzaron a follarme la boca (nunca me habían follado la boca dos pollas a la vez), mi boca no daba de si, pensé que me iban a destrozar la mandíbula, pero estaba tan cachondo que no me importaba ese dolor que estaba sintiendo, al acabo de cinco minutos ambos se corrieron a la vez en mi boca, sus pollas lanzaban leche a borbotones y esta no tenia cabida en mi boca con esas dos pollas dentro, sentí como su leche se deslizaba por mi garganta y la notaba caer por la comisura de mi boca 

Acto seguido me pusieron sobre un banco que teníamos en el vestuario y Manu comenzó a comerme el culo, sentía como su lengua hacia círculos alrededor de mi ano, como me lambía de abajo a arriba y como intentaba penetrar mi ano con su lengua, si Saul me follo la boca como nadie, Manu me estaba haciendo la mejor comida de culo hasta la fecha.

Tras eso, Saul se tumbo boca riba en el banco, justamente delante de mi y yo comencé a comerle su polla y sus pelotas, hasta llegar a comerle con mucha suavidad su precioso culito, mientras Manu me iba metiendo primero un dedo, luego dos y luego tres, para finalmente meterme su polla, comenzó a meterla lentamente, aun sin ser grande yo la iba notando entrar, le dije que me la metiese de golpe sin rodeos, fue un tremendo placer sentir su rabo dentro de mi, mientras me comía el culo de Saul. Estuvo un buen rato mete saca, mete saca, sus embestidas eran suaves, pero placenteras, Manu no te follaba, te hacia el amor, nunca me habían follado con tanta sensibilidad y placer a la vez. De repente Manu saco su rabo de mi culo y paso el testigo a Saul.

Me mandaron ponerme boca arriba y como buena puta, hice caso, en esos momentos Manu puso su culo sobre mi cara y me mando comerle el ojete, mientras yo movía la lengua por su culo, el presionaba mas, como si quisiera que mi lengua le llegase hasta dentro, en esos momentos sentí un pequeño dolor mas que placentero, Saul sin andarse por las ramas me metió su rabo de una embestida, sentía como mi cuerpo se removía, me follaba tan fuerte y con tanta intensidad que cada embestida era como si me atravesasen con un cañón.

Me mandaron levantarme y en esos momentos Manu se tumbo sobre el banco, yo me puse sobre su polla y comencé a descender hasta que la sentí dentro del todo, entonces Saul me manda que me medio tumbe hacia atrás, cuando el se pone de cuclillas sobre el banco y comienza a meter sus dedos poco a poco, para finalmente meterme su polla, no me lo podía creer tenia las pollas de mis jefes dentro, sentía como si me estuviesen desgarrando con cada movimiento, pero ese dolor se transformaba en placer, y mientras sentía placer de la embestida anterior, sentía dolor por la embestida que llegaba y eso se traducía en un inmenso placer difícil de describir. Era tal el placer que estaba sintiendo, que sin tocarme el rabo me acabe corriendo sobre mi abdomen.

Sacaron sus pollas de mi culo, me pusieron de rodillas frente a ellos y se la menearon hasta correrse en mi cara, tras correrse me hicieron que les limpiara su rabo, de los restos de semen.

 Se vistieron y se fueron, como si nada hubiese pasado. Yo me sentí utilizado, pero cierto es que yo les di ese permiso, me sentí como una autentica perra y sin apenas pasar 5 minutos, ya tenia ganas de volver a tener esa sensación.

Desde ese día hubo mas encuentros, con ellos y amigos suyos que ya iré contando, así como iré contando otras historia.

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