Yessenia llorosa por la perdida sorpresiva e irreparable como desconsoladora por su esposo es consolada por su mejor amigo como compañero de trabajo que es su amante, ayudandola a recibir a los allegados y amistades en su residencia donde es acompañada en los tristes momentos que la embarga por el dolor que no puede explicarse que es lo que ocurrio ya que solamente era una intervención que se iba a someter para corregir un problema del corazón, con un pañuelo tapandose la boca y la nariz ya que estaba llorando caudalosamente nuevamente abrazada fuertemente por su amigo como compañero de trabajo que es su amante actualmente.

Iendose todos los presentes que son despedidos por su compañero de trabajo que les agradecio en nombre de Yessenia que estuvieran al lado de su amiga en estos momentos tan dolorosos alusivos a la perdida de su mejor amigo, recogiendo y limpiando un poco la sala al fregar los platos como los vasos; se agacha para preguntarle si quieres que te acompañe el resto de la noche le responde moviendo la cara de arriba hacia abajo, al ponerla la mano en sus medias. Vistiendo una falda negra con sueter blanco con correa negra y una abrigo de manga larga, confortandola con muchos frotadas desde los hombros hasta las muñecas ya que se siente un poco afiebrada con temperatura corporal y de frente que hierve; la carga en sus brazos varoniles como atléticos acostandola en su cama dandole unos cuidados sin despegarse por ningún instante de su lado.

Ya se le bajo la temperatura al sentirse un poco mejor y aliviada por las aplicaciones de toallitas humedas para bajarle la calentura por lo afiebrada que esta hace poco. Lo toma de la mano derecha se incorpora sentada en la cama le da un beso profundo y largo en su boca, no queda hay es tocada y agarrada de sus senos voluminosos y puntiagudos muy parecidos a unos fructiferos melones, que le quita la camisa junto con el brazier al correrle la falda para quitarle las medias y la tanga para cariciarle las entrepiernas bajando por su clitoris al hurgarselo y jugueteandole teniendo plenamente conciencia de sus actos el día en que enterraron a su queridisimo esposo.

Viviendo un majestuoso sexo donde hubo participación continua y sin parar hasta la mañana siguiente en que despiertan abrazados y pegados de cuerpo a cuerpo desnudos, dandose unos ricos buenos días al agradecerle Yessenia, por no desampararme y quedarse haciendome compañía en este dolor que se me esta iendo poco a poco.

Desayunan para salir a distraerse como ser consentida en todo el tiempo para que no se derrumbe en la melancolia ni tampoco en la misma tristeza, abanderada con la falda ajustada azul oscura con medias y el sueter blanco, en ciertas ocasiones siendo sujetada como agarrada de sus propios gluteos y muslos siendo contentada con tantas delicias nunca vistas cuanto estaba vivo su queridisimo esposo que dios lo tenga en su santa gloria.

La acompaña en los nueve días de rezo sin separarse ni despejarse ni un momento ni siquiera cuando va al baño la misma Yessenia, que no lo para sabiendo que desea que se recupere y vuelva a ser la misma mujer amorosa como entregadisima a su amante.