*Ángela se sentó frente a él y le observó en silencio durante unos segundos, suficientes para ponerle aún más nervioso, aunque no dejaba de mirarla a los ojos. Ella al fin sonrió.
-¡Hola Daniel!-exclamó entrelazando sus manos para apoyar su barbilla en ellas-
-¡Hola!¡Ángela!-repuso él más aliviado- ¿Qué tal estás? ¡Me alegro de conocerte al fin!-
-¡Si!-admitió ella analizándole- En realidad, eres más guapo que en la fotografía que me enviaste...- Daniel rió nervioso-
-¡Vaya, grácias... viniendo de una mujer tan bella como tú, eso es todo un halago!-
-¡Oh, grácias!-exclamó ella divertida ante tanta rutina- ¡Bueno! ¿Y ahora... que quieres hacer?- Daniel dudó unos segundos y luego reaccionó-
-¡Podríamos empezar por cenar algo! ¿no?-Ángela se encogió de hombros y asintió-
*Tras pedir los platos seleccionados y un buen vino de reserva, comenzaron a charlar sobre sus vidas, sus ambiciones, sus trabajos... etc. Algo que aburría demasiado a Ángela; Daniel le atraía, deseaba sentirle dentro de ella, asi que mientras que él hablaba sobre su trabajo, ella comenzó a acariciar con su delgado pie la pierna de él, haciéndole sobresaltarse. Respiró profundamente y siguió hablando dejándose llevar por la sonrisa pícara de Ángela. Los manteles eran lo suficientemente largos como para no dejar ver al resto del restaurante lo que estaba ocurriendo bajo la mesa, aunque eso a ella no le importaba demasiado. Cuándo Daniel notó su pie rozando su verga, tuvo que guardar silencio y tragar saliba para intentar mantener la compostura. Ángela rió divertida.
-¿Qué pasa Sr. Ejecutivo? ¿Tiene algún problema?- sonrió mordiéndose el labio sensualmente y empujando su pie hasta notar la erección que su jueguecito estaba provocándole a Daniel- ¡Mmm, vaya! Mira esto...-gimió delicadamente-
-¡Por favor, no sigas!- susurró él entrecortado-
-¡Mmmm, vamos! Relájate y disfrútalo... ¡Mírame Dani! Estoy deseando que me metas esto...-tocó con su pie de nuevo su verga y rió excitadísima- ¡Oh Dios!- susurró- ¡Tiene que ser bien rica! Mmm, la quiero para mí...-Daniel miraba a su alrededor cerciorándose de que nadie se percataba de lo que estaba ocurriendo ahí mismo-
*Miró a Ángela y sonriendo abrió un poco más sus piernas. Decidió no quedarse atrás, y sacando un pie de su zapato, lo introdujo entre las piernas de la joven, haciéndola estremecerse de placer. Alargó su pie empujándolo hasta el fondo, como queriendo penetrarla ahí mismo; su boca se entreabrió al notar que Ángela no llevaba ropa interior alguna.
-¡Mmm... no puedo esperar! Necesito ir al baño...- se puso en pie y se acercó a su oído- ¡Ven!- susurró contoneándose y dejando a Daniel desesperado por cogerla-
*Caminó hasta el baño de hombres y allí esperó a que Daniel apareciera, él cuál no tardó. Ella le miró y le rozó la verga gimiendo sensualmente. Le cogió de las manos y lo arrastró hacia el último baño del fondo. Se encerraron y comenzó a comerle la boca deseosa de sexo. Con sus manos se dispuso a bajar su cremallera y tanteó con sus manos mientras Daniel hacía esfuerzos por no alzar el tono de su voz. Ángela se sentó en el wc y abrió sus piernas acercando a Daniel hasta tener su verga a la altura de su boca. La cogió con sus bonitas manos y comenzó a acariciarla suavemente, mordiéndola, lamiéndola, paseando su lengua por cada milímetro de su carne. Colocó sus manos en el culo de Daniel y le empujó para que toda la verga entrara en su boca. Él empujaba su cabeza delicadamente, aunque presionaba para que se la comiera toda.
-¡Mmmm, si... eso es... cómetela toda cariño!-gimió-
*Ángela sabía como procurar un rico placer oral a los hombres, había mamado muchas vergas desde su más temprana adolescencia.
Siguió mamándola saboreando produciendo espasmos en Daniel hasta que no aguantó más y se corrió.
Ella abrió la boca al máximo, dejando que su leche la invadiera; saboreó cada gotita y lamió su verga hasta dejarla impecable.
-¡Oh Dios! Ha sido la mejor mamada de toda mi vida... ¡al menos, la más erótica!-Ángela se relamió y acto seguido se puso en pie y le comió toda la boca-
-¡Ahora... quiero que me folles!-susurró entre pícaros jugueteos de lenguas-
-¡Necesitaré un poco de ayuda!-repuso Daniel tomando su caída verga en la mano- ¡Mi amigo está fuera de juego!- Ángela sonrió y se acomodó de nuevo en el wc, recostándose hacia atrás y levantándose el vestido hasta la cintura-
-¿Te parece bien así, papito?-la joven abrió sus piernas y comenzó a acariciarse su desnudo y peladito coño mientras Daniel reanimaba su verga- ¡Dime cariño! ¿Quieres follarte este coñito hambriento?- Ángela introdujo sus dedos en su mojado y cachondo agujerito y luego se los llevó a la boca sin dejar de mirar a Daniel. Volvió a metérselos y comenzó a masturbarse entre gemidos y de forma muy sensual-¡Vamos, fóllame!- gimió-
*Daniel la tomó del brazo y comenzó a acariciarle su coño mientras se acomodoba en el wc. Su polla empezaba a endurecerse. Ángela se bajó las tirantas del vestido y le mostró sus grandes y bonitas tetas. Daniel se las llevó a la boca de inmediato, acentuando sus ganas de follarla. Luego la sentó encima de él y le introdujo su bien paradita verga con suavidad. Ángela se arqueó entre gemidos mientras él seguía mamando sus tetas con entusiasmo-
-¡Mmmm que rica papi! Dámela todaaa... quiero que me folles bien rico papi.... siii...-gimió-
-Si, mami... tómala toda... ábreete bien, eso es... mmmmmm... que rico mami...-gimió él-
*El ritmo se fué acelerando hasta el punto de llegar a ser casi frenético. Ángela no podía parar de gemir, su espalda se arqueaba hacia atrás dejando que él se maravillara con la hermosa visión de sus tetas. Su polla entraba y salía de forma vigorosa, ambos estaban fuera de sí, ya ni siquiera controlaban los gemidos. Lo único que querían era llegar al extasís. Y estar en un aseo público donde cualquiera podía oírles les motivaba. Daniel pellizcaba su culo, y lo abría intentando que su polla resbalara hasta el fondo de su coño. Era realmente excitante.
Tras una maravillosa explosión de sensaciones, Daniel se corrió y se mantuvo dentro de ella hasta vaciarse por completo. Ángela estaba abatida, el tamaño de la verga de Daniel era poco usual, y eso se hacía notar a la hora de las sacudidas. Sentía como su cuerpo ardía...
-¡Mmmm... Dios!! ha sido bien rico cariño...-susurró comiéndole la boca a Daniel-
-¡Oh siiii!-gimió él- ¡Quiero más!!!!-
*Ángela sonrió y se movió un poco sobre él, cabalgando lentamente, notando como su polla aún estaba dentro de ella. Comenzó a moverse en círculos haciendo que Daniel gimiera de placer.
Luego se levantó y le miró fijamente.
-¡Cuándo terminemos de cenar... te daré el postre!- repuso muy coqueta mostrándole su redondo y suave culito- ¿Lo Quieres?- Daniel llevó sus manos al culo y lo apretó desesperado por cogerlo y follarlo- ¡No, no, no!! Esto es el postre... ¡ahora, cenemos!!! Y luego, dejaré que me hagas lo que quieras...- él sonrió-
-¿Lo que quiera?- preguntó algo desconfiado-
-¡Lo que quieras!-contestó ella comiéndole la boca y arreglándose la ropa-
*Daniel estuvo toda la cena con su verga bien dura bajo sus pantalones, deseando acabar de cenar para llevarla a su piso de soltero y follarla hasta el amanecer... Y lo mejor de todo, deseando follarle ese culito suave que ella le había prometido...
no se que mas decirte, me encanta tu forma de escribir, tus relatos te hacen estar en medio de cada situación, me hacen sentir un poco, personaje, me encanta. Lo dicho, lolita, muchas felicidades y no dejes de deleitarnos con tus escritos, Un beso largo y humedo