hace aproximadamente 5 años fuimos con mi ex esposa a Buzios, una hermosa localidad a unos 200 km. de Río de Janeiro, nos alojamos en una bella pousada y como practicábamos nudismo y swinger nos dirigimos a Praia Olho do Boi, una playa nudista. En cuanto llegamos obviamente os desnudamos y nos pusimos a disfrutar del paisaje y el sol bañando nuestros cuerpos. Al cabo de un rato se acercó a nosotros un muchacho bastante más joven (teníamos 40 y 42 años), mulato, con un muy buen físico. Después de charlar durante bastante tiempo noté que él, mirando a Cristina se iba exitando, y que su pija comenzaba a crecer bastante rapidamente. También ví que mi ex lo había notado y que no le disgustaba para nada, por lo que propuse caminar por entre los morros y así encontrar un lugar más discreto, un tanto alejado de miradas indiscretas. Lo encontramos en un bosquecito muy lindo y yo empecé a besar y acariciar a Cris. Carlinhos, como se llamaba el mulato, nos miraba ya totalmente caliente y yo le hice una seña para que se acercara, cosa que él hizo con verdadero placer. Acarició y beso las tetas de mi ex, logrando que ella se exitara aún más, ella se agachó hasta tener a nuestras pijas a la altura de sus labios, y las fué chupando alternativamente, lamiéndolas, tragándoselas, agradeciendo la oportunidad de tener para ella dos falos completamente erguidos, duros, calientes. Carlinhos se recostó en el pasto y mi ex lo montó, tomando su pija y acomodándosela en el principio de su vagina se la ensartó hasta el fondo, arrancando un alarido de placer en los dos. Yo empecé a acariciar el culo de ella, a besárselo mientras veía la verga del mulato entrando y saliendo de su raja, y, una vez que fué dilatándose, le metí un dedo, luego dos y finálmente tres hasta abrir su culo lo suficiente como para lograr lo que a mi esposa más le gustaba: una doble penetración. Luego de un momento ajustamos nuestros movimientos para así disfrutar más. Miré hacia un costado y observé auna pareja mirándonos mientras se acariciaban, por lo que yo salí del culo de Cristina y me dirigí hacia ellos. Se llamaban Laura y Antonio, Y en cuanto invité a él a seguir con lo que yo estaba haciendo, fué presuroso y ensartó a mi esposa de un solo movimiento. Mi ex, sorprendida gratamente se dejó hacer y aceleró su ritmo, que pasó a ser desenfrenado. Mientras yo acariciaba a Laura y ella me empezó a chupar la pija con una verdadera maestría, pasaba su lengua alrededor de mi tronco mientras se la metía casi hasta el final. Luego de un rato me pidió que la cogiera, cosa que hice con gusto, y en eso estábamos cuando Carlinhos se acercó y le hizo a Laura lo que habíamos hecho con mi ex, una buena doble. Así seguimos durante alrededor de cuatro horas, hasta que atardeció. Cogimos en cuanta posición se nos ocurrió, hasta que al final las dos mujeres se apretaron entre ellas mientras nosotros tres acabábamos en las tetas y bocas de ellas. Fué realmente magnífico, despues de esa tarde pasamos todos los días de cogida en cogida con nuestros amigos de la playa nudista.